Miles de agricultores se unieron a caravanas de tractores provenientes de toda Holanda a La Haya el 1 de octubre, en contra de un informe gubernamental que los acusa a ellos y a su ganado de contaminar el aire. “Sin agricultores no hay comida”, leían sus pancartas.
Los agricultores están hartos de ser tachados de “criminales del medio ambiente”, dijo el agricultor y organizador de la protesta Bart Kemp a los manifestantes frente al parlamento.
Movidos por la misma histeria reaccionaria sobre el inminente fin del planeta presentada en la reciente cumbre de Naciones Unidas sobre el medio ambiente, el gobierno holandés dice que es necesario tomar “medidas drásticas” inmediatamente. Un partido de la coalición gobernante ha propuesto que se elimine la mitad del ganado del país: 6 millones de cerdos y 50 millones de pollos.
Los agricultores demandan que el gobierno deje a sus animales en paz. Exigen la formación de una organización independiente no gubernamental que se haga responsable de medir las emisiones de nitrógeno y de carbono de las granjas. La ministra de agricultura Carola Schouten asistió a la protesta y prometió que su departamento no impondrá restricciones sobre el ganado de los agricultores.
Los agricultores sufrieron un duro golpe en mayo cuando el alto tribunal holandés, el Consejo de Estado, suspendió los permisos para granjas y la construcción diciendo que violaban las protecciones del medio ambiente de la Unión Europea. Esto paralizó miles de proyectos, incluyendo los de nuevas granjas, viviendas y la expansión del aeropuerto.
El criador de ganado Peter Boogards dijo a Associated Press que es mentira que a los agricultores no les importa el medio ambiente. “Nadie nos presta atención”, dijo. “Eso no nos gusta”.