Mineros resisten ataque antisindical de Asarco

Se unen a huelgas de GM y Mack Truck

Por Deborah Liatos
4 de noviembre de 2019
Protesta de mineros del cobre en mina Mission de la Asarco, en Sahuarita, Arizona, 19 de octubre. Patrones exigen que mineros renuncien al sindicato y regresen a trabajar.
Militante / Deborah LiatosProtesta de mineros del cobre en mina Mission de la Asarco, en Sahuarita, Arizona, 19 de octubre. Patrones exigen que mineros renuncien al sindicato y regresen a trabajar.

KEARNY, Arizona — Se está desarrollando una batalla en esta ciudad contra los intentos de los patrones de las minas de cobre de la Asarco para derrotar la huelga de casi 2 mil miembros del sindicato del acero USW, de los Teamsters y siete otros en cuatro complejos mineros en Arizona y una fundición en Amarillo, Texas. La huelga comenzó el 13 de octubre.

La “última, mejor y final” oferta de Asarco, propiedad del Grupo México, congelaría por cuatro años más los salarios de dos tercios de los trabajadores que no han recibido un aumento en casi una década, y aumentaría a más del doble el costo del seguro médico. Los trabajadores han estado trabajando sin un contrato desde 2017.

Los patrones de Asarco están tratando de convencer a los trabajadores a que crucen las líneas de piquetes y renuncien a su afiliación sindical. Los huelguistas están haciendo líneas de piquetes las 24 horas y están ganando solidaridad.

Los trabajadores del cobre tienen una orgullosa historia de más de un siglo de enfrentarse a los patrones mineros en Arizona. En 1983 libraron una reñida batalla de tres años contra las demandas de concesiones de la  Phelps Dodge que buscaban destruir el sindicato. La huelga fue derrotada cuando los patrones trajeron rompehuelgas, descertificaron al sindicato, y el gobierno envió a centenares de efectivos de la Guardia Nacional, policías estatales y francotiradores SWAT.

Más de 100 huelguistas y sus partidarios realizaron un acto el 19 de octubre en la mina Mission en Sahuarita. “En cualquier parte del mundo, si uno no pelea, va a perder”, dijo Manny Armenta, director del sub distrito 2 del USW. Alex Terrazas, un minero del  complejo minero Mission y presidente del Local 937 del USW, dijo en la manifestación: “No podemos pagar un seguro más alto para las familias. Pareciera que nos están castigando por tener familias”.

Amplia solidaridad

Las líneas de piquetes están abastecidas con alimentos, agua y otros suministros, en gran parte de trabajadores, conductores de camiones, pequeños empresarios e incluso cazadores que se detienen para dar ayuda y solidaridad o para piquetear por un tiempo.

“Esta es nuestra primera huelga. Nuestros padres lucharon por nosotros y ahora luchamos por las generaciones futuras, dijo Miguel Estrada, de 21 años, el 19 de octubre en la línea de piquetes. El ha trabajado en la mina Ray durante un año.

Wes Oswald, maestro y parte de una delegación de la Asociación de Educación de Tucson que estaba visitando la línea de piquetes en Sahuarita, el 18 de octubre, dijo al  Militante  que “durante nuestra huelga hace un año muchos sindicatos nos apoyaron. Es importante que los apoyemos”.

Pocos cruzaron las líneas de piquetes

Asarco ha logrado que un pequeño número de trabajadores crucen las líneas de piquetes en los complejos Ray y Hayden cerca de Kearny y en la mina Mission en Sahuarita. Los huelguistas dicen que la mayoría de los 100 trabajadores de la mina Silver Bell —la más pequeña de Asarco— han regresado a trabajar. Pero la huelga sigue fuerte y ha obligado a Asarco a cerrar las fundiciones en Hardin y Amarillo, Texas.

Los trabajadores en las líneas de piquetes describieron la labor que realizaron antes de la huelga para elevar el nivel de conciencia sindical.

El operador de equipo pesado de la mina Mission, Robert Kershner, de 31 años, dijo el 17 de octubre que habló con algunos que estaban considerando dejar la línea de piquetes y regresar a trabajar. “Les expliqué por qué estábamos en huelga y me dijeron que tenían muchas cuentas y familias que alimentar. Les dije que yo también tenía muchas cuentas y una familia que alimentar, pero estoy en busca de un futuro mejor para mi familia.

“Tenía 8 años cuando mi padre salió en huelga”, dijo la operadora de equipo pesado Mónica Badillo. “Mi papá me enseñó: ‘Nunca cruce una línea de piquetes’. Perdimos nuestro automóvil, pero cuando todo terminó, compramos otro”.

“Les decimos a los nuevos trabajadores que hoy tienen tapones para los oídos, botas con puntas de acero, cascos y otros equipos de seguridad porque el sindicato luchó por esto”, agregó Raúl Romero. Cinco generaciones de su familia han trabajado en minas de Arizona o en fundiciones.

Envíe cartas de solidaridad o contribuciones para ayudar a la lucha al USW Local 915, P.O. Box 550, Kearny, AZ 85137.

Deborah Liatos es trabajadora ferroviaria y miembro del Local 1544 del sindicato (de ferrocarriles) Smart-TD.