SPRING HILL, Tennessee —Alrededor de 49 mil miembros del sindicato automotriz UAW han regresado al trabajo en General Motors después de que un 57 por ciento aprobara un contrato de cuatro años. Pero continúa la discusión entre los trabajadores sobre lo que se logró en la huelga de 40 días y la necesidad de luchar para eliminar las múltiples escalas salariales que dividen a los trabajadores, igualar los salarios y prestaciones para los trabajadores en las plantas de ensamblaje, repuestos y centros de distribución, y fortalecer el sindicato.
Los trabajadores de GM se declararon en huelga el 16 de septiembre en 33 fábricas y 22 almacenes de piezas de repuestos. Esperaban recuperar el terreno perdido en la última década cuando GM se declaró en bancarrota para imponer salarios más bajos para los nuevos empleados, deshacerse de plantas “no rentables” y establecer diferentes divisiones para rebajar los salarios.
La huelga obtuvo el apoyo generalizado de otros trabajadores y propietarios de pequeñas empresas que donaron alimentos y suministros.
Según el antiguo contrato, los llamados trabajadores legado, aquellos contratados en las plantas de ensamblaje antes de 2008, ganaban el salario más alto, alrededor de 30 dólares por hora. Los trabajadores contratados desde 2007 comenzaban ganando aproximadamente la mitad y tardaban ocho años en alcanzar el salario máximo, que se acerca, pero no llega, al que obtuvieron los trabajadores legado.
El nuevo contrato incluye dos aumentos salariales y dos pagos adicionales que ocurrirán una sola vez y no cambian el salario base, así como un bono por aceptar el contrato.
En el nuevo acuerdo, el salario máximo para unos 3 mil trabajadores de GMHC, la subsidiaria de fabricación de piezas de GM, solo llegará a los 22.50 dólares la hora. Y hay otro conjunto de niveles salariales en lo que GM llama CCA, sus almacenes de piezas de repuesto.
Además de todo esto, más del 7 por ciento de los trabajadores de la línea de montaje de GM son temporales, con salarios más bajos y menos prestaciones.
‘¡Salario igual por trabajo igual!’
Los huelguistas dejaron en claro su deseo de deshacerse de las divisiones. “No más niveles”, decían los letreros que muchos llevaban en las líneas de piquetes. “¡Salario igual por trabajo igual! Las vidas de los temporales importan”, era una consigna popular en las camisetas.
Algunas de estas divisiones se redujeron en el nuevo contrato. Se supone que los trabajadores temporales en las plantas de ensamblaje se convertirán en trabajadores permanentes después de tres años. Los trabajadores permanentes en estas fábricas alcanzarán el salario máximo en cuatro años, en lugar de ocho.
Varios trabajadores dijeron que estar en las líneas de piquetes les dio más confianza en su capacidad de luchar juntos. “Me contrataron como temporal”, dijo Bill Mulligan, un trabajador de la planta Corvette de GM en Bowling Green, al Daily News de esa ciudad. “Todo lo que van a hacer es despedirlos antes de que se acabe su tiempo, y luego tendrán que comenzar de nuevo”.
“Obtuvimos todo lo que pudimos con esta pelea”, dijo al Detroit News David Parnell Jr., que trabaja en la planta de ensamblaje de GM en Flint, Michigan, “y en 2023 [cuando expira el contrato] será una lucha diferente”.