Unión: No prohíban el ‘Militante’ en las cárceles

Por Seth Galinsky
18 de noviembre de 2019

“Si bien se puede encarcelar a una persona, no se puede encarcelar a su mente”, dijo el presidente del Local 770 del sindicato de trabajadores de la alimentación UFCW, John Grant, a los funcionarios correccionales de Florida el 16 de octubre. “Les pedimos que hagan lo correcto y respeten los cimientos constitucionales de nuestro país y nuestra sociedad: dejen de censurar el Militante y a otras publicaciones”.

El sindicalista de Los Angeles dijo que los miembros de su local creen que las prohibiciones del semanario El Militante a principios de este año son “abominables” e “inaceptables”.

La carta advierte a los funcionarios de la prisión de que cualquier nueva medida para prohibir el semanario socialista confrontará una creciente protesta pública. Las autoridades de Florida revocaron la mayoría de las prohibiciones y no han incautado más números desde mediados de agosto. Catorce de los dieciséis números anteriores habían sido confiscados durante tres meses, un ataque serio a los derechos constitucionales tanto del Militante como de sus suscriptores tras las rejas.

Los funcionarios de la prisión afirmaron —sin ninguna base en los hechos— que artículos que informaban sobre las condiciones en otras cárceles de Estados Unidos, sobre campañas contra el régimen de aislamiento, e incluso artículos que informaban sobre la lucha del Militante para anular las prohibiciones por las prisiones eran una amenaza para la “seguridad, el buen orden o la disciplina” de las cárceles o que alentaban la “violencia física o los altercados por grupos de personas”.

El Militante ganó un amplio y creciente apoyo en la lucha contra la supresión del periódico.

Se enviaron más de 40 cartas de una amplia gama de personas y organizaciones, nacionales y locales, al Comité de Revisión de Literatura del sistema penitenciario de Florida instando a que se levantaran las prohibiciones. Como resultado, el comité revirtió la últimas seis prohibiciones penitenciarias, y no se ha incautado un solo número desde entonces.

Además del Local 770 del UFCW,  otros grupos que enviaron protestas incluyeron a Amnistía Internacional de Estados Unidos, PEN América, el Gremio Nacional de Abogados, la Unión Americana de Libertades Civiles de Florida, el Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa, la Coalición Nacional contra la Censura, la Asociación de Prensa de Florida, Libreros Estadounidenses para la Libre Expresión, el Clero para Prisiones de la Iglesia de Riverside, la Oficina de la Libertad Intelectual de la Asociación Americana de Bibliotecas, el Centro Sureño por los Derechos Humanos, entre otros.

Numerosos individuos enviaron cartas, incluidos sindicalistas, catedráticos, maestros y otros trabajadores escolares, más de 80 trabajadores de las tiendas Walmart en Florida, Illinois, Maryland, Quebec y Washington; y trabajadores de fábrica de Inglaterra.

Varios de los suscriptores del Militante tras las rejas en Florida presentaron quejas contra las incautaciones. Algunos de ellos escribieron al Militante para informar que ya están recibiendo el periódico de nuevo y para felicitarnos por nuestro victoria común.

“Esta es una gran victoria”, escribió un preso. “Gracias por su apoyo en esta lucha por nuestros derechos”.

“Los suscriptores de nuestro periódico saben que el Militante nunca renunciará a su defensa de los derechos de los trabajadores en ambos lados de los muros de la prisión”, dijo el director del Militante John Studer. “Como resultado de nuestra exitosa lucha, más presos se están suscribiendo y el Militante es mejor conocido.

“Y es un ejemplo que ayudará a todos aquellos que luchan para terminar con la supresión de otros libros y publicaciones en la prisión”, dijo.