A continuación publicamos la declaración emitida el 17 de diciembre por Seth Galinsky, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para Defensor Público de Nueva York en 2019.
Instamos a todo el pueblo trabajador, sus sindicatos y otras organizaciones obreras a sumarse para condenar el odio antijudío y todos los actos de violencia antisemita. La lucha contra el odio a los judíos y el antisemitismo es una cuestión clave para la clase trabajadora.
El uso de los judíos como chivos expiatorios por los problemas económicos y sociales y la violencia que engendran es una amenaza mortal para los judíos, religiosos y seculares, independientemente de sus ámbitos sociales y puntos de vista.
Dos fanáticos intolerantes africano-americanos mataron a Leah Mindel Ferencz, Moshe Deutsch y Douglas Miguel Rodríguez e hirieron a otros en el ataque del 10 de diciembre en un mercado kosher en Jersey City. En la sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh en 2018, fue un supremacista blanco quien asesinó a sangre fría a 11 judíos.
Cada acto de odio contra los judíos debe ser respondido y combatido, independientemente de quien sea el autor.
El antisemitismo, el cual remonta su origen en el feudalismo, ha perdurado bajo el capitalismo, y aflora en tiempos de crisis económica y social, a medida que las tensiones de clase se agudizan. Hoy vemos la contradicción de que el antisemitismo entre los trabajadores está en un punto bajo mientras que los ataques individuales contra los judíos están aumentando.
El peligro mortal del odio contra los judíos dio muestra de sus horrores en el Holocausto durante la segunda guerra imperialista mundial. Pero los pogromos y el odio contra los judíos existieron antes del surgimiento de Hitler y continúan existiendo después. Forman parte del capitalismo, incluso de las “democracias” imperialistas en Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otras.
En las recientes elecciones en el Reino Unido, el Partido Laborista recibió una gran derrota no solo por no aceptar que la clase trabajadora apoya de manera abrumadora la salida del Reino Unido de la Unión Europea, sino también por que los trabajadores rechazaron el desvergonzado uso del antisemitismo de los dirigentes del partido.
Dirigentes del Partido Laborista como Jeremy Corbyn pensaron que su odio contra los judíos, no solo fustigando a Israel sino con declaraciones abiertamente antisemitas, tendría resonancia entre los trabajadores. Demostraron su desprecio por la clase trabajadora “deplorable” al creer que estos criterios reaccionarios y antisemitas serían populares. Pero los trabajadores abandonaron al Partido Laborista en masa, demostrando lo contrario.
En Estados Unidos, los liberales y los izquierdistas han puesto el grito al cielo tras la nueva orden ejecutiva de la administración de Donald Trump “para combatir el antisemitismo” diciendo que provocará ataques a la libertad de expresión. La orden no encaja en sus esquemas de Trump como un reaccionario y fascista. La orden tiene como fin hacer frente al hostigamiento y a veces amenazas de violencia de estudiantes judíos en recintos universitarios de todo el país.
Esto representa un problema para los defensores izquierdistas del Boicot, Desinversión y Sanción a Israel, que usan el lema del “antisionismo” como cobertura para el antisemitismo, y para atacar la libertad de expresión.
El odio contra los judíos tiene una función singular bajo el capitalismo. Cuando el control del poder por los gobernantes capitalistas se ve amenazado por un creciente movimiento obrero, la burguesía financiará y organizará fuerzas derechistas y tratará de convencer a los dueños de pequeños negocios al borde de la quiebra, a los trabajadores desmoralizados y otras capas de que sus problemas son causados por los rapaces capitalistas judíos. Su objetivo es proporcionar un chivo expiatorio para desviar nuestra atención del verdadero enemigo: el sistema capitalista.
Eso fue lo que llevó al asesinato de más de 6 millones de judíos en el Holocausto. Y es la razón por la que Fidel Castro insistió en explicar los peligros del odio contra los judíos. “No creo que nadie haya sido calumniado más que los judíos”, dijo en 2010. “Se les culpa y calumnia por todo”.
Abram Leon, escribió en The Jewish Question: A Marxist Interpretation (La cuestión judía: Una interpretación marxista), que “no hay solución para la cuestión judía bajo el capitalismo, así como tampoco hay solución para los otros problemas planteados para la humanidad —sin profundos levantamientos sociales”. Leon, cuyo libro está disponible a través de las ramas del Partido Socialista de los Trabajadores y de las Ligas Comunistas listadas en la página 8, fue un revolucionario belga que fue capturado por los nazis en 1944 y enviado a las cámaras de gas.
Hoy no estamos al borde de un movimiento fascista de masas. Pero se avecinan crisis y batallas de clase más grandes.
La única forma de acabar con el odio contra los judíos para siempre es eliminando el capitalismo. Eso solo puede hacerlo una clase trabajadora segura de sí misma, en alianza con los agricultores, para arrebatarle el poder a la clase capitalista.
Hoy decimos la verdad y nos pronunciamos en contra del odio anti judío en todas sus formas.