Solidaridad llevó a Cuba a derrotar ébola en África

Por Sara Lobman
30 de marzo de 2020
Recuadro, evento en Nueva York, marzo 7, celebra libro sobre papel de Cuba en lucha contra el ébola en África. Arriba, desde la izq., Martín Koppel y Mary-Alice Waters, editores del libro, y Ana Silvia Rodríguez, embajadora de Cuba.
Fotos del Militante por Mike ShurRecuadro, evento en Nueva York, marzo 7, celebra libro sobre papel de Cuba en lucha contra el ébola en África. Arriba, desde la izq., Martín Koppel y Mary-Alice Waters, editores del libro, y Ana Silvia Rodríguez, embajadora de Cuba.

NUEVA YORK — “Un país que intenta construir una sociedad que es más solidaria”, eso es lo que representa la revolución socialista de Cuba, dijo Enrique Ubieta, autor de Zona Roja: Cuba y la batalla contra el ébola en África Occidental. A través de un video desde La Habana se dirigió a los asistentes a un evento para celebrar la publicación de nuevas ediciones en inglés y español de Zona Roja, realizado aquí el 7 de marzo.

Ubieta encabezó un equipo periodístico cubano a Guinea, Sierra Leona y Liberia a principios de 2015 durante la epidemia del ébola en esos países.

También hablaron en el evento, al que asistieron unas 100 personas, Ana Silvia Rodríguez, embajadora de Cuba ante Naciones Unidas; la profesora Asha Samad-Matias de la Universidad de la Ciudad de Nueva York; Martín Koppel, coeditor de las nuevas ediciones de la editorial Pathfinder; y Ike Nahem de la Coalición Cuba Sí de Nueva York y Nueva Jersey.

Layan Fuleihan, coordinadora de educación de The People’s Forum (El Foro del Pueblo), dio la bienvenida. Mary-Alice Waters, presidenta de Pathfinder y también coeditora del libro, y moderadora del evento, dijo que el libro es una “poderosa introducción a la Revolución Cubana”.

Waters y Koppel recientemente regresaron de la Feria Internacional del Libro de La Habana, donde los libros fueron lanzados en un evento organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP). (Ver edición del 2 de marzo del Militante).

Arma para defender la revolución

Washington está intensificando sus sanciones económicas contra Cuba, dijo Koppel. Esto tiene un gran impacto en la vida diaria. “Sin embargo, lo más impresionante fue la determinación y la serena confianza, especialmente entre los trabajadores, de que el pueblo cubano resistirá estas presiones imperialistas”, dijo.

“Nos dijeron: ‘Durante 60 años, y 12 administraciones norteamericanas, demócratas y republicanos por igual, han tratado de derrotarnos. No les irá mejor esta vez. Es cierto, enfrentamos escasez de bienes materiales, pero no hay escasez de creatividad humana. Nos aseguramos de que nadie quede abandonado’”.

Como parte de sus ataques a la Revolución Cubana, dijo Koppel, el gobierno de Estados Unidos “circula la mentira grotesca” de que los miles de médicos, enfermeras y técnicos voluntarios que ofrecen atención médica para salvar vidas en las partes del mundo donde son más necesitados, son “esclavos, incluso víctimas de tráfico humano”.

A través de entrevistas con el personal médico cubano que ayudó a dirigir los esfuerzos para terminar con la epidemia de ébola que devastó África Occidental en 2014–15, dijo Koppel, Zona Roja responde a las calumnias de Washington contra el ejército de batas blancas de Cuba. “Por eso este libro es un arma tan efectiva para defender la Revolución Cubana hoy”.

Los 256 trabajadores de la salud fueron elegidos entre unos 12 mil que se ofrecieron voluntariamente “para ir a un lugar donde podrían morir”, dijo Ubieta en el video. Sus comentarios fueron grabados especialmente por ICAP para este evento y para ser utilizados por los defensores de la Revolución Cubana en América del Norte y otras partes.

El ébola tuvo una alta tasa de mortalidad, dijo Ubieta. No había un tratamiento establecido. Liberia, Guinea y Sierra Leona habían sido “esquilmados por las metrópolis europeas, Estados Unidos…”. Como resultado, una epidemia como el ébola se desarrolla rápidamente, explicó.

Antes de que llegaran los médicos cubanos, los protocolos establecidos tenían como objetivo “proteger no al enfermo, [sino] al médico”, dijo Ubieta. “No tocar prácticamente al enfermo, no tocarlo, no usar la vía intravenosa”. Manteniendo las más altas normas de seguridad, los cubanos pusieron en práctica nuevos protocolos. “Trataron a sus pacientes como pacientes, no como clientes, jamás como clientes. Los tratan con un sentido de igualdad”. Solo un médico cubano contrajo el ébola. Se recuperó y regresó para completar su misión.

“El sistema internacional de salud está orientado más al enriquecimiento de unos pocos, y no a la salvaguarda de las vidas de los seres humanos”, dijo Ubieta. En contraste, las misiones médicas de Cuba muestran al mundo “lo que es posible hacer desde un país, desde un estado revolucionario”.

“Los cubanos que van a estas misiones llegan a Cuba siendo mejores personas”, dijo Ubieta. “La Revolución es el fortalecimiento de la dignidad de los hombres y las mujeres, sus capacidades de participación social”.

La embajadora Rodríguez señaló que la primera misión médica de Cuba fue a Argelia en 1963, solo unos años después de la Revolución Cubana. Cuba aún no tenía suficientes médicos, dijo, “pero siempre hemos compartido lo que tenemos, no lo que nos sobra”.

Desde entonces, más de 400 mil trabajadores médicos cubanos han servido en 164 países, atendiendo a más de 1.8 mil millones de personas. Hoy, casi 30 mil trabajadores de la salud están prestando servicios en 65 países.

“Nuestros médicos y enfermeras son todos voluntarios. A nadie se le obliga a ir. Sirven en áreas remotas afectadas por la pobreza donde un médico se considera un lujo, no una necesidad”, dijo.

La embajadora instó a todos a leer Zona Roja. “Es emocionante y conmovedor”, dijo. “Me hizo sentirme muy orgullosa de mi pueblo”. Basándose en su propia experiencia, habló sobre las relaciones de solidaridad humana que subyacen la forma en que la revolución organiza la atención médica, dentro del país y en el extranjero. (Ver recuadro adjunto)

No actúan ‘como doctores’

“Este libro ayudará a dar a conocer los hechos sobre las misiones médicas de Cuba”, dijo la profesora Samad-Matias. Recordó sus propias experiencias hablando con personas que habían sido tratadas por trabajadores de la salud cubanos en los países que ha visitado, incluyendo Tanzania, Granada, Guyana y Surinam.

En Granada, le dijeron cómo, a diferencia de la mayoría de los médicos privados que solo ven a pacientes que vienen a la capital, St. Georges, “los especialistas cubanos visitan las zonas rurales, te tratan allí si es posible u ofrecen transporte gratuito al hospital, si es necesario”.

“¡Los cubanos no actúan como doctores!” solían decirle los ex pacientes, dijo Samad-Matias, con una sonrisa. “Actúan como personas normales, no como si fueran superiores”.

Homenaje a Rafael Cancel Miranda

Waters inició el evento rindiendo tributo al revolucionario y luchador independentista puertorriqueño Rafael Cancel Miranda, quien murió el 2 de marzo. La última vez que lo escuchó hablar, dijo Waters, fue en un acto en 2012 en Washington, para exigir la libertad de los cinco revolucionarios cubanos que cumplían largas condenas en cárceles de Estados Unidos.

Al luchar por los Cinco Cubanos, “no les estamos haciendo un favor”, dijo Cancel Miranda. “Porque estamos luchando por nosotros mismos, por nuestra libertad”.

A los 82 años, “no he cambiado mi forma de pensar en absoluto”, dijo Cancel Miranda al terminar. “Excepto que tal vez hoy soy un poco más revolucionario, porque conozco mejor al enemigo”.

Koppel también rindió homenaje a Cancel Miranda. El revolucionario puertorriqueño fue uno de los defensores más efectivos de la Revolución Cubana, dijo.

Esa revolución “es un poderoso ejemplo vivo para nosotros aquí en Estados Unidos”, dijo Koppel, “donde no hay un sistema de atención médica, solo seguros médicos para el beneficio de los ricos”. A diferencia de Cuba, “sabemos que el gobierno y el establecimiento médico norteamericanos no van a responder al coronavirus de una manera que realmente proteja a la gente”.

“Cuba muestra el camino que la clase trabajadora debe tomar”, dijo. “Nuestros explotadores nos dicen que los valores brutales creados por el capitalismo —‘cada quien por su cuenta’— son parte de la naturaleza humana y no se pueden cambiar.

Zona Roja refuta esa mentira. Da una imagen vívida de cómo millones de personas en Cuba se han transformado a través de una revolución socialista profunda”.

Koppel dijo que esperaba que el exitoso evento de Nueva York impulsara programas similares en Estados Unidos, Canadá y otros lugares.

Un período de discusión siguió a las presentaciones. Y una recepción organizada por el Partido Socialista de los Trabajadores en su sede y centro de libros cercano atrajo a decenas de participantes para continuar el intercambio.