La bancarrota moral del sistema capitalista está siendo mostrada con gran nitidez en las prioridades de los patrones y su gobierno respecto a las consecuencias sociales que el brote del coronavirus está teniendo sobre la clase trabajadora. Se manifestó en la capital del juego y los casinos, Las Vegas. Los casinos están cerrados y desiertos, con miles de habitaciones cómodas vacías.
El 28 de marzo, Caridades Católicas del Sur de Nevada cerró su albergue en Las Vegas cuando un empleado y un residente desamparado dieron positivos a COVID-19.
¿Cuál fue la solución del gobierno para los más de 500 hombres que perdieron donde pasar la noche? ¡El estacionamiento al aire libre de Cashman Field Center! Sin paredes para protegerlos del viento ni techo para cubrirse de la lluvia. La gente tiene que arreglarse como pueda para dormir en un espacio pintado en el cemento, como en la foto.
El albergue Courtyard, a menos de una milla, esta repleto. “Aquí si te mueves, te das contra alguien. Pero tenemos colchonetas”, dijo Johnny Wingo, de 63 años, al Las Vegas Review-Journal.” Allá no hay carpa. ¿Y si llueve?”
A medida que decenas de millones de trabajadores pierdan sus empleos y sus salarios, los gobernantes capitalistas ofrecerán albergues similares para muchos de nosotros en el futuro. A menos que luchemos.