Las manifestaciones contra la brutalidad policial han continuado después de las amplias protestas de cientos de miles de personas por todo el mundo tras la muerte de George Floyd a manos de la policía de Minneapolis. El número de protestas y su tamaño han disminuido en las últimas semanas, pero las familias con seres queridos muertos por la policía han adquirido renovada confianza y siguen impulsando la lucha para que los policías responsables sean procesados.
Un resultado de esto es que se ha venido abajo el encubrimiento de la muerte de Elijah McClain a manos de la policía en agosto pasado en Aurora, Colorado. McClain, de 23 años, caminaba hacia su casa cuando tres policías lo detuvieron luego de recibir una queja sobre un joven negro que actuaba “sospechosamente”. McClain llevaba una máscara y agitaba los brazos, como solía hacerlo porque padecía de anemia y se enfriaba fácilmente.
Los policías lo esposaron y le pusieron en una llave de estrangulación. Una cámara de la policía lo grabó diciendo repetidamente: “no puedo respirar”. Le inyectaron ketamina, un poderoso sedante. Sufrió un paro cardíaco camino al hospital.
Miles protestaron en Aurora el 27 de junio (arriba) condenando el homicidio. Músicos de todas partes de Estados Unidos viajaron a Aurora para una vigilia con un concierto de violín en un parque de Aurora. McClain, un violinista, solía tocar para animales en refugios locales. También hubo vigilias con violines similares en Washington Square Park en Nueva York el 29 de junio, en Maplewood, Nueva Jersey, el 4 de julio y en otros lugares.