KENOSHA, Wisconsin — Las protestas estallaron en esta ciudad después que policías dispararon siete balazos a quemarropa en la espalda de Jacob Blake Jr., de 29 años, mientras intentaba entrar a su auto el 23 de agosto. Blake estaba desarmado. Sus tres hijos se encontraban en el auto.
“Le dispararon a mi hijo en la espalda, como si él no importara”, dijo Jacob Blake, su padre, en una conferencia el 25 de agosto. “Pero mi hijo sí importa. Es un ser humano y él importa”. Blake padre agradeció a todos por las muestras de apoyo para su hijo. Blake Jr. está paralizado de la cintura para abajo, y sufrió múltiples lesiones. Cientos marcharon al edificio del tribunal del condado de Kenosha después del incidente. El día siguiente hubo una segunda marcha.
Sin embargo, anarquistas oportunistas y otros se dedicaron a la destrucción, incluyendo la quema de varios negocios en Uptown y barrios obreros y negros. La familia Blake se ha pronunciado firmemente a favor de las protestas y en contra de la destrucción y el saqueo. “Observé mucho daño que no refleja a mi hijo ni a mi familia” dijo Julia Jackson, la madre de Blake, en la rueda de prensa (arriba). “Si Jacob supiera lo que está pasando al respecto, la violencia y la destrucción, él estaría muy inconforme”.