Declaración emitida el 23 de febrero por Alyson Kennedy, directora de la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores en Texas, y Gerardo Sánchez, candidato del PST para el Consejo Municipal de Dallas por el Distrito 1.
Cortes de la energía eléctrica dejaron a millones de personas en todo el estado de Texas sin calefacción y electricidad, la mitad del estado con agua contaminada y a los trabajadores con elevadas facturas de los servicios públicos y costos para reparar tuberías y viviendas dañadas. En las tiendas no hay leche, pan y otros alimentos esenciales. En respuesta a esta catástrofe, la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores llama a los trabajadores a luchar por la nacionalización de la industria energética y para ponerla bajo el control de los trabajadores.
Las acusaciones entre los demócratas y los republicanos solo ocultan las verdaderas cuestiones que enfrenta el pueblo trabajador.
La causa de la catástrofe social que enfrentan los trabajadores y agricultores en Texas y en otras partes no es la tormenta, sino el rapaz sistema capitalista que prioriza las ganancias de unos pocos por encima de las necesidades humanas de millones.
El Partido Socialista de los Trabajadores explica que los trabajadores necesitan organizarse para luchar para tomar el control de todos los aspectos de la producción, desde las plantas y refinerías donde trabajamos hasta el control por parte de los trabajadores a nivel estatal y nacional.
Los trabajadores y nuestros sindicatos también deben luchar por un programa de obras públicas financiado por el gobierno federal para poner a trabajar con salarios a escala sindical a los millones de desempleados en la reparación de tuberías, casas y edificios de viviendas dañados y reemplazando los deteriorados sistemas de energía y otra infraestructura en Texas y en todo Estados Unidos.
No podemos depender de los demócratas y los republicanos, los dos partidos de los patrones. Necesitamos nuestro propio partido, un partido obrero basado en nuestros sindicatos, para defender y organizar una lucha por la nacionalización de la industria energética bajo control obrero. Esta lucha puede inspirar y dar confianza al pueblo trabajador de que somos capaces de construir un movimiento de millones de personas que pueda atraer a todos los explotados y oprimidos por el capital para reemplazar el dominio capitalista con un gobierno de trabajadores y agricultores.
Eso es lo que hizo el pueblo trabajador en Cuba en 1959. Derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista la cual contaba con el respaldo de Washington, y nacionalizaron la industria, los bancos, los servicios públicos y la tierra. Transformados por su lucha, los trabajadores y agricultores cubanos demostraron que eran capaces de tomar el control de su propio destino. Y durante 62 años han defendido su revolución contra los incesantes ataques de Washington y han extendido su mano solidaria a todo el mundo.