Millones siguen desempleados un año después que los cierres impuestos por el gobierno por la pandemia redujeron drásticamente los puestos en fábricas, restaurantes, hoteles, tiendas minoristas, escuelas y otros centros. Grandes cantidades de trabajadores fueron desplazados de la clase trabajadora y forzados al aislamiento en sus hogares.
Los patrones y su gobierno no han dejado pasar esta oportunidad para apuntalar sus ganancias a costa de nuestros empleos, salarios y condiciones laborales. Esto es evidente en el cierre patronal de la empresa Marathon contra obreros de refinerías en Minnesota y las demandas por concesiones de la empresa ATI Steel en Pensilvania.
Si bien algunos de las medidas han sido relajadas recientemente, la lucha por empleos sigue siendo vital para la clase trabajadora.
La ley de “estímulo” impulsada por los demócratas no contiene nada para revertir el desempleo, ciertamente no el tipo de programa de obras públicas financiado por el gobierno que podría proporcionar millones de empleos a escala sindical para construir y reparar la infraestructura, los hospitales, escuelas, transporte público y otras cosas que el pueblo trabajador necesita hoy. En cambio, contiene un cheque único equivalente a una limosna y miles de millones de dólares en subsidios para una amplia variedad de patrones y gobiernos locales.
Actualmente hay 9.5 millones de trabajadores desempleados más de los que había hace un año. En 15 estados, la relación empleo-población, el porcentaje de personas en edad de trabajar que tiene trabajo, descendió el año pasado a los niveles más bajos antes registrados.
Los trabajadores desempleados han sido abandonados a enfrentar por si solos la inestabilidad y la incertidumbre, condiciones que con el tiempo generan desmoralización. Solo en el trabajo podemos unirnos, enfrentarnos a los patrones y ejercer nuestro poder como clase. Mediante las luchas laborales descubrimos lo que somos capaces de hacer y crece nuestra confianza en nosotros mismos y nuestra conciencia de clase.
Incluso durante los mejores tiempos, el desempleo es parte integral del funcionamiento de la explotación capitalista. Le proporciona a los patrones un ejército de mano de obra de reserva, listo para ser empleado cuando les resulta rentable y expulsarlo de la fuerza laboral cuando no lo es. Usan el desempleo para enfrentar a los trabajadores entre sí y para aumentar las ganancias recortando salarios y beneficios, acelerando nuestro trabajo e ignorando nuestra seguridad y salud.
Los trabajadores están buscando formas de hacer frente a estos ataques. En Bessemer, Alabama, los trabajadores de Amazon están realizando una votación por un sindicato, una lucha que trabajadores por todo el país están siguiendo y que merece la solidaridad de todos los trabajadores, agricultores y nuestros sindicatos.
“La necesidad de que más trabajadores regresemos a trabajar es fundamental para poder fortalecer las luchas obreras actuales”, dijo al Militante Joe Swanson, obrero ferroviario jubilado y candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para el concejo municipal de Lincoln, Nebraska. “La campaña del PST hace un llamado a los sindicatos a que movilicen a los trabajadores para que luchen por una semana laboral más corta sin recortes salariales, para compartir el trabajo disponible”.
El gobierno dice que hoy no hay problema de inflación, y tal vez eso sea cierto para las cosas que compra la clase patronal. Pero el pueblo trabajador se ve afectado por el aumento de los precios de nuestras necesidades básicas. La inflación en los alimentos aumentó un 3.9 por ciento en 2020, su mayor aumento en nueve años. Los precios de la carne se dispararon un 5.5 por ciento.
“Los trabajadores deben luchar por cláusulas de costo de vida en todos los contratos sindicales, que obliguen a los patrones a aumentar nuestros salarios y pagos de jubilación cada vez que suban los precios, independientemente del efecto de esto en sus ganancias”, dijo Swanson.
Mucho antes de la pandemia, millones de trabajadores ya enfrentaban grandes dificultades con sus gastos mensuales de alquiler, seguro médico y servicios públicos. La Oficina del Censo informó que hay tres veces más personas atrasadas en sus pagos de alquiler.
Durante décadas, las tasas de ganancias de las familias capitalistas gobernantes han tendido a bajar. Como consecuencia, han evitado invertir en nuevas fábricas y equipo para expandir su capacidad, los cuales proporcionarían trabajos. En cambio, se han involucrado en una orgía continua de inversión especulativa en bonos, acciones, Bitcoin, derivados y todo tipo de papeles. En algún momento esta burbuja estallará con consecuencias devastadoras para el pueblo trabajador.
“Si los esfuerzos para controlar la pandemia avanzan y la economía capitalista mejora”, dijo Swanson, “las oportunidades de trabajo que sean creadas darán a nuestra clase más confianza para luchar.
“A cada cuestión que enfrentamos hoy debemos responder desde el punto de vista de los intereses del pueblo trabajador”, dijo Swanson. “Los demócratas y republicanos hacen todo lo posible por ocultar esa realidad, al afirmar que hablan por ‘todos los norteamericanos’. Pero eso es una mentira. Los trabajadores necesitamos construir nuestro propio partido, un partido obrero”.