Así lo veo

¿Qué lecciones brinda la lucha por un sindicato en Amazon?

Por Susan Lamont
31 de mayo de 2021
Rally in Philadelphia Feb. 20 backs Amazon workers’ fight to win a union in Bessemer, Alabama. Key is to rely on the strength of the workers themselves, backed by working-class solidarity.
Militante/Osborne HartManifestación en Filadelfia el 20 de feb. respalda lucha de trabajadores en Amazon por un sindicato en Bessemer, Alabama. La clave es la fuerza de los trabajadores y la solidaridad obrera.

El 9 de abril la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) publicó los resultados de las elecciones sindicales en el almacén de Amazon en Bessemer, Alabama, donde el año pasado tomó lugar una campaña de sindicalización.

De los 5,876 trabajadores elegibles para votar, 738 votaron a favor de afiliarse al sindicato de trabajadores de comercios minoristas, mayoristas y grandes almacenes RWDSU, 1,798 votaron en contra y 2,759 no participaron. El sindicato ha impugnado los resultados, afirmando que la empresa intimidó a los trabajadores e interfirió con el voto. La NLRB ha aceptado escuchar los argumentos.

Los trabajadores en el área de Birmingham-Bessemer habían seguido con interés la campaña de sindicalización. Hay un largo historial de luchas sindicales en las minas de carbón, el acero y otras industrias de la zona. Aún con la severa reducción de estas industrias en las últimas décadas, los lazos sindicales siguen siendo más fuertes que en muchos otros lugares.

Partidarios de la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores fueron de puerta en puerta en las áreas obreras de Bessemer y Hueytown en los meses previos a la votación. Hablamos con trabajadores de todo tipo, desde mineros del carbón hasta trabajadores de comida rápida, otros trabajadores de almacenes y más, que tenían la esperanza que hubiera una victoria para el sindicato.

Trabajadores de Amazon y otros  que conocimos —algunos de los cuales habían trabajado en Amazon pero renunciaron— confirmaron las difíciles condiciones laborales, las largas jornadas, el salario inadecuado y la falta de respeto por parte de los patrones, que llevaron a la campaña de sindicalización.

Otros trabajadores no estaban tan seguros de que un sindicato ayudaría y expresaron su preocupación de que Amazon iba a cerrar si ganaba el sindicato. Algunos, especialmente los trabajadores más jóvenes, no sabían realmente qué era un sindicato. En Bessemer, como en muchas otras ciudades, ha habido un alto desempleo durante mucho tiempo, por lo que, cuando Amazon abrió en marzo de 2020, la oferta de la compañía de un salario de 15 dólares la hora con seguro médico atrajo a trabajadores de todas partes.

Un grupo de trabajadores del almacén de Bessemer se reunieron pocos meses después de su apertura, decididos a luchar por un sindicato, y obtuvieron una respuesta positiva del RWDSU. Durante los meses siguientes lograron que varios miles de trabajadores firmaran tarjetas sindicales pidiendo a la NLRB que autorizara una votación, una señal de que el esfuerzo sindical había tocado una fibra sensible.

La decisión de tratar de organizar un sindicato fue audaz. Se estaban enfrentando a una de las corporaciones más grandes de Estados Unidos, cuyos patrones habían luchado tenazmente para mantener a los sindicatos fuera de todas sus instalaciones en Estados Unidos.

Una victoria sindical en Bessemer daría un empuje a los trabajadores que están organizándose en otras instalaciones de Amazon, así como a los trabajadores de Walmart, donde yo trabajo. Afectaría a Target y a todas las empresas donde los trabajadores enfrentan similares condiciones extenuantes e inseguras y salarios inadecuados, lo cual es cada vez más la norma.

¿Cuál es el camino a seguir?

Desde la votación, ha habido artículos en los medios capitalistas sobre las razones por las qué perdió el sindicato. Algunos ‘expertos’ dicen que la votación fue una “gran derrota” para la construcción del movimiento sindical. Los trabajadores que están discutiendo lo que sucedió y están sacando lecciones para el futuro deben rechazar esta opinión.

La campaña sindical en Bessemer demostró que cientos de trabajadores estaban listos y dispuestos a hacer frente a la campaña antisindical de los patrones, sus mentiras, amenazas e intimidación, y también listos y dispuestos a luchar para cambiar las condiciones ahí.

No fueron derrotados porque los salarios y las condiciones de trabajo bajo el capitalismo hoy día son estupendos. Más bien se debe a que la cúpula sindical frecuentemente olvida lo que se tuvo que hacer para organizar los sindicatos industriales del CIO en la década de 1930.

Por décadas el movimiento sindical ha estado en declive. En la actualidad, solo el 6 por ciento de los trabajadores de la industria privada están afiliados a sindicatos.

Los funcionarios sindicales están cada vez más atados al colaboracionismo de clases que depende de los “intereses comunes” con los patrones y la ayuda de “los amigos de los trabajadores” en el Partido Demócrata. Hoy elogian al presidente Joseph Biden y la Ley de Protección del Derecho a la Sindicalización que él está promoviendo, la cual ataría la sindicalización a regulaciones gubernamentales, y no a las capacidades de lucha de los trabajadores. Los funcionarios pretenden depender cada vez menos de los trabajadores como fuente del poder sindical.

No hubo ningún esfuerzo serio para que los trabajadores de Amazon ayudaran a dirigir el esfuerzo para ganar apoyo en la planta, o para organizar a los trabajadores de Alabama y de todo el país en un movimiento social suficientemente fuerte para ganar.

La dependencia en las “redes sociales”, el apoyo de “celebridades”, y de un puñado de políticos del Partido Demócrata a la campaña sindical, no pudieron sustituir por eso.

Los trabajadores y nuestros sindicatos aprenderemos de nuestras luchas a depender de nosotros mismos, no del gobierno capitalista, sus partidos y más burocracia y legislación laboral. Podremos utilizar nuestros sindicatos para organizarnos y luchar eficazmente de nuevo.

Hoy hay un indicio de luchas en la clase trabajadora, huelgas o luchas contra cierres patronales en las minas de carbón de Warrior Met en Alabama, en ATI Steel, Marathon Petroleum en Minnesota y otros.

Para cualquier trabajador que busque aprender de las experiencias de las movilizaciones masivas de la clase trabajadora que organizaron el CIO en la década de 1930, no hay mejor lugar que Rebelión Teamster por Farrell Dobbs, un partícipe y dirigente de esas luchas. Este libro “no es un ‘manual’ o una guía”, escribe Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en la introducción del libro. “Es la historia que documenta una experiencia concreta en la lucha de clases, la cual puede ser estudiada y asimilada por trabajadores y agricultores con conciencia de clase que se encuentran en medio de otras luchas, en otros épocas, bajo otras condiciones”.

Experiencias como la de Bessemer muestran ese potencial, y se puede aprovechar para seguir avanzando.