California: Desastre por incendio es producto del capitalismo

Por Jeff Powers
30 de agosto de 2021

PARADISE, California — Los fuertes vientos y la extrema sequedad de la vegetación están alimentando el incendio Dixie que ha quemado más de 450 mil acres, el doble del tamaño de la ciudad de Nueva York y el segundo incendio más grande en la historia de California. El pueblo de Greenville fue completamente arrasado y otras ciudades están en riesgo. El humo del fuego ha contaminado el aire en lugares tan lejanos como Filadelfia.

“PG&E es culpable”, dijo al Militante  Julie Whited, residente del cercano pueblo de Live Oak, por teléfono el 7 de agosto. Los funcionarios de servicios públicos han admitido que las chispas de su equipo prendieron fuego a un árbol, la causa más probable del incendio.

En 2018, Whited perdió todas sus pertenencias cuando su casa en Paradise, junto con la mayor parte de la ciudad, fue reducida a cenizas en el incendio Camp, el más mortífero en la historia de California. Ese incendio causó la muerte de al menos 85 personas, destruyó cerca de 19 mil estructuras e incineró 150 mil acres.

En 2020, los patrones de Pacific Gas & Electric se declararon culpables de 84 cargos de homicidio involuntario, reconociendo que su equipo, una línea eléctrica de 100 años de antigüedad, fue responsable de las muertes y la destrucción.

El afán por ganancias que caracteriza al sistema capitalista es lo que define los valores morales y las prácticas de los patrones de los servicios públicos, y de todos los patrones, y políticos que les sirven. 

El 7 de agosto, partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores de Oakland regresaron a Paradise y llamaron a las puertas de un recién construido complejo de apartamentos. Presentaron la campaña del PST de Dennis Richter para gobernador de California en las elecciones revocatorias del 14 de septiembre.

El día que llegamos, el aire estaba lleno de humo por el incendio Dixie, que había comenzado a 10 millas de distancia. Si el viento hubiera soplado en una dirección diferente, es probable que aquí no hubiera quedado nada. Muy poco de Paradise ha sido reconstruido. Unas 26 mil personas residían ahí antes de que fuera destruido en 2018.

 “Perdí todo lo que valoraba en el incendio Camp”, nos dijo Richard Reed, un cajero de la tienda de comestibles local Save Mart.

Reed es miembro del sindicato de trabajadores de la alimentación UFCW. Después del incendio, el sindicato le ayudó a conseguir un trabajo en el Save Mart en Chico. Ante la escasez de viviendas, se mudó a Sacramento. “El sindicato también me encontró trabajo allí y me dio 1,500 dólares para ayudarme”, dijo.

“PG&E paga multas y luego aumenta las tarifas”, agregó Reed. “Mi hija vive en Yuba City y paga un alquiler de 1,200 dólares al mes. Su factura mensual de PG&E es de 600 dólares”.

 “Nuestros sindicatos deben liderar una lucha para nacionalizar a PG&E y administrarla bajo el control de los trabajadores. Deberíamos exigir que se abran los libros de contabilidad de todas las transacciones de los servicios públicos”, dijo Joel Britton, candidato del PST para el Distrito 18 de la asamblea estatal. “Esa es la única forma en que los trabajadores pueden hacer cumplir la seguridad en el trabajo y unirse a otros para defender nuestras comunidades y evitar que PG&E cause más desastres”.

A unos pocos apartamentos de distancia, los miembros del equipo conocieron a Blaine Gibson, supervisor de la tienda de artículos deportivos Big 5. Gibson regresó a Paradise después de que el incendio Camp destruyera la casa que alquilaba. “Hay una sensación de comunidad aquí que extrañamos después de que nos vimos obligados a irnos”, dijo.

“Es asombrosa la cantidad de solidaridad humana que vimos después del incendio Camp”, dijo la partidaria del PST Carole Lesnick. “La gente donó tiendas de campaña y sacos de dormir y los llevó al estacionamiento de Walmart donde la gente de Paradise terminó quedándose. Se instalaron casetas para distribuir alimentos y ropa.

“Esto demuestra que millones de nosotros tenemos que organizarnos para quitarle el poder a las familias capitalistas gobernantes”, dijo, “y reemplazarlas con un gobierno de trabajadores y agricultores para que podamos administrar las cosas nosotros mismos a favor de los intereses de la gran mayoría. Eso es por lo que está luchando el Partido Socialista de los Trabajadores”.