“Israel nació como un estado judío. Y esa fue la decisión del pueblo judío”, dijo a la prensa Mansour Abbas, dirigente de Ra’am —el partido de la Lista Árabe Unida— y miembro de la Knesset de Israel, el 21 de diciembre. “Así nació y así permanecerá”.
Sus comentarios desató una amplia discusión y debate en Israel y el Medio Oriente. Esta es la primer vez que un representante palestino dentro o fuera de Israel ha reconocido el derecho de Israel a existir como un estado judío.
“La cuestión no es sobre la identidad del estado, sino cuál será el estatus de los ciudadanos árabes en este”, agregó Abbas, durante una entrevista realizada en hebreo. Abbas hizo declaraciones similares en árabe el mes anterior, que fueron publicadas en el Kul al-Arab de Nazaret.
“Nosotros [los árabes] tenemos que decidir si queremos participar en campañas que tengan posibilidades de éxito, y entonces podremos desarrollarnos como sociedad y prosperar, y ser un sector influyente de la sociedad, o si queremos estar en una posición aislacionista y seguir hablando de todas estas cosas durante otros 100 años”, dijo Abbas.
Ra’am fue formado en 1996 por una coalición de la rama del sur del Movimiento Islámico en Israel y varios partidos beduinos, y ha ganado escaños en la Knesset en todas las elecciones desde entonces. En las elecciones de 2020 formó parte de la Lista Conjunta, una coalición electoral con otros tres partidos predominantemente árabes, que obtuvo 18 escaños. En las elecciones de 2021, Ra’am se separó de la Lista Conjunta y ganó cuatro escaños.
Ra’am hizo campaña sobre la resolución de problemas que afectan a los ciudadanos árabes de Israel, que representan el 20 por ciento de la población del país, para mejorar su calidad de vida, incluida la grave escasez de viviendas y la falta de escuelas.
Luego, en un acto que sorprendió a sus antiguos aliados, Ra’am acordó ser parte de la nueva coalición gobernante, junto a otros siete partidos burgueses, que eligió a Naftali Bennett como primer ministro. Esta es la primera vez en 50 años que un partido árabe en Israel ha sido parte de la coalición gobernante.
Después de que Ra’am se uniera al gobierno, un líder de Balad, uno de los partidos de la Lista Conjunta, dijo que Abbas era ahora un “marginado”. A pesar de los ataques de grupos de “izquierda” en la comunidad árabe de Israel y de los partidarios de Hamás, el rumbo del líder islamista es popular entre muchos palestinos.
Una nueva generación
“Hay una generación joven aquí”, dijo Mohammad Magadli, periodista del canal 12 de Israel, que “no está dispuesta a ser tratados como ciudadanos de segunda clase. Pero también es una generación que quiere integrarse en la sociedad, y por eso votan por Mansour Abbas”.
Las declaraciones de Abbas instando a la aceptación de Israel como estado judío continúan el avance que representó el establecimiento de relaciones diplomáticas por los gobiernos de los Emiratos Árabes Unidos, Sudán, Marruecos, Bahrein y Kosova con Israel en el último año de la administración de Donald Trump.
Estos desarrollos abren la puerta para que los trabajadores en Israel y todo el Medio Oriente encuentren formas de unirse para defender sus intereses de clase en contra de los ataques a sus derechos y niveles de vida por parte de todos los gobiernos capitalistas de la región.
Mejoras en la vidas de los trabajadores en Israel —y la posibilidad de los trabajadores de unirse y luchar por un gobierno de trabajadores y agricultores allí, independientemente de su nacionalidad o creencia religiosa— se resolverán en la lucha, tal como será en otros países capitalistas.
La existencia y la necesidad del estado de Israel como refugio para los judíos fue establecida por la espantosa historia del capitalismo y el odio antijudío en el siglo XX. Se volvió inevitable después de que los Nazis exterminaran a 6 millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Esto estuvo acompañado por el cierre de las fronteras por los gobiernos imperialistas de Estados Unidos, Reino Unido y otros países a los judíos que huían de la persecución, antes, durante y después de la guerra. Otro factor fue la ausencia de una dirección obrera en Palestina que pudiera unir a los trabajadores árabes y judíos en una lucha común. Israel se estableció en 1948.
En 2020, Abbas rindió tributo a las víctimas del Holocausto, el primer miembro árabe de la Knesset en hacerlo. “Siento empatía por el dolor y el sufrimiento de los sobrevivientes del Holocausto y las familias de los asesinados a lo largo de los años”, dijo en la Knesset. Dijo que negar la existencia del Holocausto es una “traición a los valores de la verdad y la justicia… un principio fundamental del Islam”.