SEATTLE, Washington — Los patrones de la empresa ferroviaria Burlington Northern and Santa Fe Railway (BNSF), la segunda más grande de Estados Unidos, anunciaron a principios de enero que a partir del 1 de febrero impondrán unilateralmente una nueva y complicada política de inasistencia, “Hi-Viz”, que limita drásticamente el tiempo que los trabajadores pueden ausentarse del trabajo.
Esto provocó indignación entre los trabajadores y los dos sindicatos ferroviarios más grandes —la División de Transporte del SMART-TD, y la Hermandad de Ingenieros BLE, respondieron preparándose para una huelga. Los dos sindicatos organizan a 17 mil ingenieros, conductores, guardagujas (cambiavías) y guardafrenos en la BNSF.
Los patrones acudieron a los tribunales para exigir una orden de restricción temporal que prohíba los paros, las huelgas de bajas médicas, trabajo a desgano, piquetes o cualquier tipo de protesta contra la onerosa política. El juez del Tribunal de Distrito Mark Pittman en Fort Worth, Texas, donde radica la sede de la empresa, aprobó las demandas de los patrones y más.
Descartó los argumentos de los sindicatos y dijo que la “BNSF sufriría un daño sustancial, inmediato e irreparable” por una huelga, mientras que el sindicato (y, supuestamente, sus miembros) “no sufrirían ningún daño”. Agregó que cualquier huelga “exacerbaría nuestra actual crisis de suministro, perjudicando al público en general, no solo a la BNSF”.
El juez también ordenó a los sindicatos ferroviarios tomar medidas para evitar que los trabajadores organicen cualquier tipo de protesta que pudiera interferir con las operaciones de BNSF.
Familiares de los trabajadores ferroviarios protestaron frente al tribunal, explicando el impacto que Hi-Viz tendría en la seguridad de los trabajadores y la vida familiar. Los sindicatos están apelando la decisión, que se extenderá hasta el 8 de febrero, argumentando que hay importantes problemas y derechos de los trabajadores involucrados y que una huelga es legal.
“Nuestros miembros simplemente están hartos del trato que están soportando por parte de la BNSF”, dijeron el presidente de SMART-TD, Jeremy Ferguson, y el de la BLE, Dennis Pierce, en una declaración conjunta después del fallo judicial.
Las condiciones a las que se enfrentan los trabajadores ferroviarios son abrumadoras. Se redujeron las tripulaciones, se aumentaron las horas y las condiciones de seguridad se han deteriorado. La mayoría de los trabajadores no tiene un horario habitual o el horario cambia con frecuencia.
Estos horarios no les permiten planificar tiempo libre con su familia, programar citas médicas, cuidar a familiares enfermos u otras necesidades. Muchos trabajan turnos de 12 horas y tienen derecho a solo 10 horas de descanso sin interrupciones desde el momento en que terminan un turno. La fatiga es un problema constante, y las tensiones del horario de trabajo afectan la vida de los trabajadores fuera del trabajo.
Anteriormente, los trabajadores de BNSF podían faltar cinco días de lunes a viernes y dos días de fin de semana al mes sin penalización, siempre que el día no fuera día feriado. La nueva política sanciona a los trabajadores por todas y cada una de las ausencias, con mayores penalidades por días feriados, viernes y fines de semana, y por tomarse un tiempo extra antes o después de los días de vacaciones y períodos de descanso legalmente establecidos.
Los patrones permitirán que los trabajadores “recuperen” puntos de asistencia, si están permanentemente disponibles para trabajar. Una inasistencia bajo licencia médica familiar o por asuntos sindicales anula cualquier tiempo que un trabajador haya “recuperado”, lo que penaliza a los representantes sindicales cuando tienen que tomar licencia para representar a los trabajadores acusados de violaciones de las normas de la empresa.
“Nunca he tenido problemas de asistencia en los siete años que he trabajado aquí. Muchas veces no tomo los siete días que me permitían cada mes”, dijo Matt Sabey, un conductor en el área de Seattle. “Pero bajo la nueva política de ausencias, aún así me pueden despedir en unos cuantos meses”.
Trabados por burocracia
El transporte ferroviario es fundamental para la economía, la política y actividades militares de Estados Unidos. Por su eficiencia en mover cantidades masivas de mercancías, los patrones de las industrias del carbón, petrolera, acero, agrícola, química y automotriz, entre otros, dependen de los ferrocarriles para transformar la labor de los trabajadores en sus ganancias.
Todas las luchas por salarios y condiciones de los trabajadores ferroviarios en los últimos 140 años se han enfrentado a la intervención directa del gobierno, especialmente desde que se aprobó la antisindical Ley Laboral Ferroviaria en 1926. La Administración Federal de Ferrocarriles admite que la ley está destinada a impedir que los trabajadores “tomen acciones en disputas laborales hasta que hayan completado un proceso complicado y lento que involucra negociaciones, conciliación por parte de la Junta Nacional de Mediación, posible revisión por una Junta Presidencial de Emergencia y períodos de reflexión”.
Cada lucha ferroviaria se ha enfrentado a los esfuerzos del gobierno federal de privar a los trabajadores del derecho a hacer una huelga. Pero los ataques de los patrones a las condiciones de trabajo obligan a los trabajadores ferroviarios a defenderse.
“La membresía sindical en este país solía ser tan alta como un tercio de todos los estadounidenses, y ahora en el sector privado solo tenemos como un 6%”, dijo Matt Weaver, director de organización interna de los trabajadores que mantienen los rieles y son parte del sindicato Teamsters, en una manifestación el 22 de enero en apoyo de los trabajadores siderúrgicos en huelga en la empresa Special Metals en Huntington, Virginia del Oeste. “Los ricos se están volviendo más ricos, y nosotros, en la clase obrera simplemente nos quedamos callados o seguimos empeorando”. Añadió: “Los sindicatos tienen que defenderse unos a otros”.
La lucha contra Hi-Viz “es un asunto que afecta a los trabajadores ferroviarios a nivel nacional”, dijo al Militante Joe Allen, un conductor con más de 16 años de experiencia en el ferrocarril CSX. “Los trabajadores ferroviarios de todo el mundo podrían unirse en torno a este problema común”.
Los patrones ferroviarios en Estados Unidos han estado exigiendo más concesiones, incluida una “tripulación” de una sola persona.
Deberíamos luchar para que no haya trenes de más de 50 vagones de largo, con tripulaciones de cuatro personas: dos ingenieros en la locomotora y dos trabajadores en la parte trasera del tren. Necesitamos suficientes trabajadores para poder tener control de nuestros horarios de trabajo y ejercer el derecho a tomar tiempo libre cuando sea necesario. Para contar con un lugar de trabajo seguro, necesitamos usar el poder sindical para luchar para que los trabajadores tengan el control de las condiciones de trabajo.
Henry Dennison trabaja como conductor de trenes para la BNSF en Seattle.