Muere una joven panadera en el trabajo

Por Maggie Trowe
9 de mayo de 2022

CINCINNATI —La vida de Bibiana Arellano Delabra, de 22 años, fue terminada en su juventud el 16 de abril al morir aplastada mientras operaba una gran máquina mezcladora industrial en Automatic Rolls of North Carolina, una empresa no sindicalizada en Clayton, Carolina del Norte. Automatic Rolls es propiedad de Northeast Foods, una red de unas 10 fábricas de pan y 30 centros de distribución en la costa este de Estados Unidos.

Siete días a la semana, 24 horas al día, panaderías industriales como estas producen pan para los estantes de las tiendas y para las hamburguesas y perros calientes de cadenas gigantescas de comida rápida como McDonald’s, Burger King y Wendy’s.

Lotes inmensos de masa son mezclados en enormes cuencos de metal, troceados y enrollados para formar  bollos y pan, luego colocados en moldes enormes y transportados en una línea a través de hornos y enfriadores, para ser después embolsados, empaquetados y enviados por cientos de miles cada día. La producción es continua y la línea no se detiene. Si hay un problema con las máquinas empacadoras, el pan sigue saliendo, rápidamente puesto en bandejas, apilado y separado para volver a colocarlo en la línea cuando funcione nuevamente.

La muerte de Arellano no fue un “accidente”. Fue el resultado de cómo se organiza la producción bajo el sistema de ganancias capitalista, especialmente cuando no hay sindicato para que los trabajadores se protejan. El ritmo es intenso, y las horas extras y el trabajo de fin de semana son habituales, lo que genera fatiga que lo hace a uno responder menos rápido y confunde el juicio. Es peligroso para la seguridad. Yo lo he experimentado.

Trabajo aquí en una panadería industrial en esta ciudad donde, afortunadamente, tenemos un sindicato. La jornada de ocho horas con dos días de descanso a la semana, un logro de pasadas batallas de los trabajadores, hoy es casi inexistente.

Muchas de estas empresas productoras de alimentos contratan trabajadores “temporales” a través de agencias de empleo, para trabajos que no son temporales en absoluto. A menudo, los trabajadores de la agencia reciben incluso menos capacitación en seguridad que los empleados contratados directamente por la empresa y no se les permite afiliarse al sindicato, si lo hay. Los patrones animan a los trabajadores “permanentes” a despreciar a los “temps”.

Muchas panaderías como estas, así como las plantas de cereales y snacks y almacenes de granos, están organizados por el sindicato de Trabajadores de Panadería, Confitería, Tabaco y Molineros de Granos BCTGM. El año pasado, este sindicato llevó a cabo huelgas nacionales por aumentos salariales y mejores horarios y condiciones de trabajo contra Kellogg, Nabisco y Frito-Lay, y en el sur de California contra Jon Donaire Desserts, logrando disminuir algunos de los ataques de los patrones.

Mis compañeros de trabajo organizados por BCTGM expresaron su preocupación e ira cuando se enteraron de la muerte de Arellano. “La seguridad es muy importante y depende de que nosotros, los trabajadores, insistamos en ello. Ningún producto vale más que nuestra seguridad o nuestra vida”, me dijo la delegada sindical Monica Dunn el 22 de abril.

“Los sindicatos juegan un papel muy importante en la seguridad, pero hay que trabajar constantemente en ello en diferentes situaciones”, dijo Mark Lee, el más alto funcionario del Local 57 del BCTGM, en una conversación telefónica el 24 de abril.

En 2019, murieron en el trabajo 5,333 trabajadores —15 al día— en Estados Unidos, y unos 95 mil más murieron por enfermedades producto de las condiciones en las que trabajaban.

El movimiento obrero conmemora cada año el 28 de abril, el Workers Memorial Day, el precio que pagan los trabajadores por la producción capitalista.

Los capitalistas existen para explotar la fuerza de trabajo de los trabajadores para obtener ganancias. Cuanto más rápido sea el ritmo de producción, mayores serán sus ganancias. Cuando los sindicatos son fuertes, los trabajadores actúan juntos para luchar contra las condiciones de trabajo peligrosas y asegurarse de que los nuevos trabajadores estén capacitados para trabajar de manera segura y protegerse los unos a los otros.

Todo el trabajo se puede hacer de manera segura. Ningún trabajador, como Bibiana Arellano Delabra, tiene que morir en el trabajo. Pero para que esto sea una realidad, los trabajadores deben organizarse y usar nuestros sindicatos para tomar el control de todos los aspectos de la producción, incluido el ritmo de trabajo, el tamaño de la cuadrilla, los horarios y todo lo demás.