El trabajo, la naturaleza y la evolución de la humanidad: La visión larga de la historia por Federico Engels, Carlos Marx, George Novack y Mary-Alice Waters; 190 páginas, Pathfinder Press, 2021.
El trabajo, la naturaleza y la evolución de la humanidad: La visión larga de la historia es una recopilación de escritos que abarcan el recorrido de la historia humana, desde la evolución de nuestros antepasados más remotos, pasando por el surgimiento de la sociedad de clases hasta el capitalismo actual.
¿Por qué es importante esta historia? Como dice la dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores Mary-Alice Waters en el primer capítulo del libro, sin ella somos “prisioneros del momento en que vivimos”, incapaces de ver más allá de la explotación capitalista que distorsiona todos los aspectos de nuestras vidas.
Este libro es una introducción al socialismo científico, presentado por primera vez a mediados del siglo diecinueve por Carlos Marx y Federico Engels, fundadores del movimiento obrero moderno. Eran estudiantes de la ciencia y la historia no por el conocimiento en sí, señala Waters, sino “porque esos conocimientos eran necesarios para organizar a la clase trabajadora y sus aliados y ayudarlos a encontrar el camino a la emancipación”.
Me interesé por primera vez en el marxismo a principios de la década de 1960 después de involucrarme en el movimiento por los derechos civiles y hacerme partidaria de la Revolución Cubana, donde los trabajadores y campesinos, liderados por Fidel Castro, habían tomado el poder.
Cuando le pregunté a mi profesora de historia qué pensaba del marxismo, ella lo descartó. “No se puede hacer ciencia de la historia” dijo ella. “Se trata de gente, no de objetos. Y cada persona es diferente. Es demasiado complicado”.
Afortunadamente, miembros del Partido Socialista de los Trabajadores pusieron en mis manos obras de Marx y Engels y un folleto con artículos del dirigente del partido George Novack con el título de The Long View of History (La visión larga de la historia). Ahora ese folleto es parte de este nuevo libro, que actualiza, amplía y refuerza el material en los artículos de Novack, brindando una poderosa herramienta para quienes buscan un camino para poner fin a la explotación capitalista.
Novack indica los momentos cruciales cuando se produjeron cambios revolucionarios, desde la evolución de los mamíferos, pasando por las primeras sociedades de la Edad de Piedra, el surgimiento de la civilización hasta hoy.
Aprendemos que si bien la historia humana es compleja, hay leyes de desarrollo que se pueden ver y que señalan el camino a seguir desde una perspectiva de lucha de clases.
Nos meten en la cabeza que la naturaleza humana no se puede cambiar. Sin embargo, como lo ilustra Novack, la historia de la tierra y la humanidad, es una historia de cambio constante.
Marx y Engels vieron que los avances en cómo los seres humanos obtenían alimentos, vivienda y otras necesidades materiales eran la fuerza motriz de los cambios en las sociedades humanas. Este libro incluye el ensayo de Engels “El papel del trabajo en el tránsito del simio al hombre”, que describe cómo el trabajo colectivo que transformaba la naturaleza fue crucial en la evolución de los primeros seres humanos.
Durante la mayoría de la historia de la humanidad la producción se basó en la caza y la recolección. Estas sociedades no tenían ninguna clase gobernante ni propiedad privada. Esto cambió decisivamente hace unos miles de años a partir de los avances en la producción agrícola. Por primera vez los seres humanos pudieron producir un excedente por encima de lo necesario para sobrevivir. Esto condujo al surgimiento del trabajo esclavo y una clase gobernante que vivía de dicho excedente, así como de ejércitos para defender la propiedad de la minoría dominante.
Evolución de la lucha de clases
Novack describe la evolución después del surgimiento de la sociedad de clases, de la esclavitud al feudalismo y después el capitalismo. En cada etapa los avances en la productividad del trabajo llevaron al surgimiento de nuevas relaciones de propiedad y nuevas clases gobernantes que desafiaron y reemplazaron sistemas sociales anticuados.
“Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana”, dijo Engels en un homenaje a Marx reimpreso en el libro. El grado de desarrollo económico en una época determinada es “la base a partir de la cual han evolucionado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas y hasta las ideas religiosas de ese pueblo”.
A medida que el capitalismo se extendió por el mundo, una clase trabajadora moderna fue creada, con el poder social y la capacidad de poner fin a la explotación y opresión de clase.
“La historia de toda la sociedad hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”, escribieron Marx y Engels al comienzo del Manifiesto Comunista. Tal entendimiento, señala Waters, es el polo opuesto de las perspectivas “woke” que se difunden hoy entre capas de clase media privilegiadas en las universidades, los medios y el Partido Demócrata.
Apuntando al Proyecto 1619 patrocinado por el New York Times, Waters dice que su autora, Nikole Hannah-Jones, “se suma al coro de los que argumentan que la fuerza motriz de toda la historia del ‘Mundo Occidental’, incluido Estados Unidos hasta el presente, ha sido el dominio de personas de piel blanca que actúan creyendo que son una ‘raza’ superior con derecho a privilegios y poder”.
“Esta revisión de la historia es falsa”, dice Waters. “No son actitudes racistas, ni ‘mecanismos psicológicos’, ni ideas —de hecho, no se trata de ideas de ningún tipo— las que impulsan las relaciones sociales humanas. Son nuestras condiciones materiales de vida las que dan forma a nuestras ideas”.
¿Cuál ha sido la fuerza central que impulsa las relaciones sociales en Estados Unidos? Es el capitalismo. La esclavitud en el continente americano fue un producto del mercado capitalista. Cuando se convirtió en una traba para el capitalismo el sistema esclavista fue destruido en la Guerra Civil, la Segunda Revolución de Estados Unidos. La opresión racista continúa porque beneficia a los capitalistas. Se necesitará la lucha del pueblo trabajador unido sin depender de raza, nacionalidad o sexo para cambiarlo.
El Manifiesto Comunista explica que “el movimiento proletario es el movimiento independiente de la inmensa mayoría en interés de la inmensa mayoría”.
Esto se ha comprobado una y otra vez desde que dichas palabras fueron escritas in 1848, sobre todo por la Revolución Rusa de 1917 dirigida por los bolcheviques en los años antes de que fuera sofocada por la contrarrevolución estalinista, y por la Revolución Cubana. Ambas revoluciones reemplazaron el dominio capitalista con el poder de los trabajadores, produciendo logros no solo para los trabajadores, sino para los campesinos, mujeres y nacionalidades oprimidas.
Este libro será de inestimable valor para los trabajadores involucrados en luchas sindicales para defender los salarios y las condiciones de trabajo hoy día, para quienes buscan cómo poner fin a guerras asesinas como el asalto de Moscú contra Ucrania y cómo prevenir la destrucción de los recursos naturales de la tierra por parte de los patrones.
Los luchadores de todo el mundo necesitan una visión larga de la historia para prepararnos para las nuevas oportunidades que se desarrollarán para desafiar el dominio capitalista a medida que la crisis de su sistema se profundiza y aumentan las luchas de clase.
El trabajo, la naturaleza y la evolución de la humanidad: La visión larga de la historia, es un buen lugar para comenzar.