Esta declaración de Alyson Kennedy, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para gobernadora de Texas y candidata presidencial del partido en las elecciones presidenciales de 2020, fue emitida el 25 de junio.
El Partido Socialista de los Trabajadores está redoblando sus esfuerzos —nuestras campañas electorales y para extender el alcance del Militante, así como la actividad de los miembros del partido en los sindicatos— para defender a la clase trabajadora y a nuestras familias de la actual crisis capitalista, que incluye la lucha por la emancipación de la mujer que constituye un elemento esencial de esta batalla.
Los trabajadores y agricultores afrontamos la embestida de los patrones y su gobierno, que están resueltos a tratar de solucionar sus crisis a costa nuestra. La combinación del alza de precios y la caída de la producción, el comercio y el empleo se ha agravado por los efectos de los intentos de Moscú de aplastar la independencia del pueblo ucraniano.
Millones están sin trabajo, a la vez que los patrones imponen jornadas laborales cada vez más largas, salarios más bajos y condiciones más peligrosas para los que tienen empleo. La crisis del capitalismo recae con especial fuerza sobre la familia, con la carencia de viviendas asequibles, altos costos para el cuidado infantil y la creciente presión para el cuidado de los enfermos y ancianos. A muchos trabajadores jóvenes les resulta cada vez más difícil el iniciar una familia y el índice de la natalidad continúa cayendo. Las mujeres enfrentan decisiones cada vez más difíciles sobre si tener hijos, o cuándo y cuántos.
En 1973 el Militante aclamó como una victoria la decisión en el caso Roe v. Wade. Pero con el curso de los años quedó claro que el fallo obstaculizó la lucha por los derechos de la mujer y para derogar todas las leyes que criminalizan o restringen el aborto. Actualmente no hay centros para obtener un aborto en el 89% de los condados de Estados Unidos.
La Corte Suprema de Estados Unidos basó su decisión en Roe v. Wade en criterios políticos, no constitucionales. El fallo cortó el debate que venía creciendo para convencer a una mayoría de la clase trabajadora a reconocer que el derecho de la mujer a decidir si va a llevar su embarazo a término es una condición para la igualdad de la mujer.
Lucha por emancipación de la mujer
El punto de partida para el PST es que no puede haber un camino hacia la emancipación de la mujer sin lidiar con la crisis social más amplia que afecta a las familias de clase trabajadora, y sin abordar los retos y responsabilidades que recaen sobre las mujeres como portadoras de nueva vida.
La reciente decisión de la Corte Suprema de anular Roe v. Wade reabre un debate muy necesario. La opinión pública hoy en día sobre el derecho a elegir el aborto está más dividida y polarizada que nunca en líneas de clases. El reto es asumir este debate como parte de la defensa del pueblo trabajador y nuestras familias ante la creciente crisis capitalista.
La decisión reciente no hizo ilegal el aborto, sino que puso la decisión en manos de los gobiernos estatales y “el pueblo”.
Los demócratas, la izquierda de clase media y la prensa liberal alegan que la decisión resultará en el fin del matrimonio entre parejas del mismo sexo, la contracepción legal y otros derechos. Pero el fallo dice que “Para asegurarnos de que nuestra decisión no sea malentendida o mal caracterizada, enfatizamos que … nada en esta opinión debe ser entendido como algo que pone en cuestión precedentes que no conciernan al aborto”. En una opinión coincidente, el magistrado Brett Kavanaugh dijo que la decisión sobre Roe no significa una “derogación”, ni “amenaza o levanta dudas” sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La izquierda de la “cultura de la cancelación” ha dejado claro sus intenciones de hacer blanco de represalias a los magistrados de la Corte Suprema y a con quienes no estén de acuerdo e impedir todo debate. Desde que se filtró el 2 de mayo el borrador del fallo de la mayoría escrito por el juez Samuel Alito, han ocurrido unos 24 ataques violentos contra centros de embarazo. Un grupo denominado “La revancha de Jane”, que asumió responsabilidad de uno de los ataques, dijo que “Si el aborto no es seguro, ustedes tampoco lo estarán”. Sus amenazas hacen eco de los ataques mortales realizados en años anteriores por grupos derechistas contra médicos y clínicas.
Un individuo armado que fue arrestado fuera de la casa de Kavanaugh en junio declaró a la policía que planeaba asesinar al magistrado.
Un curso proletario
El suprimir el debate es lo contrario de lo que necesita el pueblo trabajador. Necesitamos discutir y debatir cómo podemos unirnos y proteger a nuestras familias, y por qué nuestros sindicatos deben liderar la lucha por empleos, mejores condiciones de trabajo, acceso a la adopción, cuidado infantil asequible y la planificación familiar, incluida la contracepción, así como el aborto seguro y sin peligros.
Para impulsar esta lucha es esencial responder a los que quieren restringir el acceso al aborto diciendo que son ellos los que están “a favor de la vida”. Ese estandarte le pertenece al partido que impulsa un curso hacia el poder obrero, el único camino para comenzar a poner fin a la opresión de la mujer y proteger todas las vidas humanas.
La Organización Nacional de la Mujer en Nueva York respondió a la decisión de la Corte Suprema redoblando su campaña para ganar votos para los demócratas. Los ataques contra los trabajadores, agricultores y los derechos de la mujer se han acelerado bajo sucesivas administraciones tanto demócratas como republicanas.
Los candidatos del PST en las elecciones de 2022 señalan la necesidad de que los trabajadores se unan y se organicen independientemente de los patrones y sus partidos. Necesitamos promover la solidaridad con toda lucha sindical y organizar un partido obrero que impulse un curso de lucha intransigente. Es mucho lo que está en juego. El pueblo trabajador debe ver la necesidad de tomar el poder político en nuestras propias manos.
Esto es tanto necesario como posible, como lo ha demostrado el pueblo trabajador en Cuba. Dirigidos por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio, derrocaron el dominio capitalista y tomaron el poder. Su gobierno revolucionario luchó para remover los obstáculos a la participación de la mujer en toda la actividad social y política. Ha combatido los prejuicios milenarios contra la mujer y liderado la fundación de la Federación de Mujeres Cubanas para impulsar esa lucha.
El centro de la lucha por la emancipación de la mujer hoy es la defensa de la familia de clase trabajadora. De hecho, esta lucha es el camino hacia la despenalización del aborto, dejando la decisión a la mujer. Es parte de un curso para impulsar la lucha de la clase trabajadora por el poder estatal para fundar una sociedad que use la riqueza que creamos para cubrir las necesidades de la mayoría, no solo para emancipar a la clase obrera sino también para poner fin a la opresión de la mujer.