Así lo veo

Casa Blanca prohíbe paro ferroviario nacional, impone junta de arbitraje

Por Joe Swanson
8 de agosto de 2022

LINCOLN, Nebraska — El 14 de julio, el sindicato de obreros ferroviario, transporte y metalúrgicos SMART-TD informó a sus miembros, los conductores y maquinistas que operan trenes de carga en los principales ferrocarriles de Estados Unidos, que más del 99 por ciento habían votado a favor de autorizar una huelga el 18 de julio.

Los ferrocarriles de carga recorren casi 140 mil millas de vía férreas en Estados Unidos.

Los convenios colectivos de los ferroviarios expiraron hace meses, para algunos en junio de 2021. La infame antiobrera Ley Laboral Ferroviaria, prohíbe que los sindicatos salgan en huelga y los obliga a someterse a una mediación obligatoria con los patrones. Al no llegar a un acuerdo, los patrones y los trabajadores fueron puestos en un “período de enfriamiento” de 30 días. A las pocas horas del fin de ese período, el presidente Joseph Biden anunció el 17 de julio el nombramiento de una Junta Presidencial de Emergencia para hacerse cargo de las negociaciones, con 30 días para escuchar a las dos partes y emitir una propuesta de resolución. Luego, son sometidos a otro período de “enfriamiento” de 30 días para que ambas partes consideren la oferta.

Los sindicatos de conductores y maquinistas se encuentran entre los 13 sindicatos ferroviarios involucrados en las negociaciones, entre ellos el sindicato de mantenimiento de caminos BMWED y de mecánicos del Sindicato de Comunicaciones de Transporte (TUC-BRC).

Colectivamente, estos sindicatos representan a unos 115 mil trabajadores ferroviarios cubiertos por varios convenios nacionales.

Desde la década de 1880, cada nueva lucha de obreros ferroviarios por mejores salarios y condiciones se ha enfrentado a los ataques de los patrones y medidas para privar “legalmente” a los trabajadores de poder irse a la huelga. Esto fue lo que condujo a la aprobación de la Ley Laboral Ferroviaria en 1926, que impone largas demoras al derecho de huelga y otorga al presidente el poder de ordenar el arbitraje.

 “Yo apoyo el derecho de los obreros ferroviarios de salir en huelga, el uso de nuestro poder colectivo es nuestra única herramienta contra los patrones ferroviarios y contra los abusos que enfrenta la clase trabajadora”, dijo Lance Anton, un conductor de SMART-TD que trabaja en Lincoln.

 “Los trabajadores sindicalizados necesitamos ver nuestro propio valor, algo que solo se puede hacer trabajando juntos, ya que los intereses de los trabajadores y los empleadores no son los mismos”, dijo. “Nuestros sindicatos deben luchar por un límite de no más de 50 vagones por tren, con una tripulación de dos en cada extremo del tren, porque los trenes de 2 o 3 millas de largo de hoy día están matando a personas que viven cerca de la propiedad de los ferrocarriles.

“Hace unas semanas, debido a que no había protección en un cruce de ferrocarril en Missouri, cuatro personas murieron y muchos pasajeros resultaron heridos cuando un tren de Amtrak chocó con un camión de basura y se descarriló”, dijo Anton.

¿Qué debemos hacer?

Greg Regan, presidente del Departamento de Gremios del Transporte de la AFL-CIO, que representa a 37 sindicatos, incluidos los 13 de obreros ferroviarios involucrados en las negociaciones, emitió un comunicado elogiando la orden de arbitraje de Biden. 

La cúpula de los 13 sindicatos ferroviarios están instando a los miembros a que se comuniquen con sus senadores y miembros de la Cámara de Representantes para pedirles una junta “favorable a los trabajadores” y, si es necesario, una legislación “favorable para los trabajadores” para llevar esta ronda de negociaciones a una conclusión exitosa.

Como miembro del sindicato de conductores durante seis décadas, mi pregunta es: ¿acaso esos políticos, Demócratas y Republicanos por igual, no han demostrado una y otra vez su oposición a los sindicatos eficaces, especialmente al derecho de los sindicatos ferroviarios a declararse en huelga?

Quiero instar a los trabajadores a que lean la serie de cuatro tomos de los Teamsters  de Farrell Dobbs. Él surgió de las filas del sindicato para convertirse en uno de los principales dirigentes de las huelgas de los Teamsters de Minneapolis en los años 30 y de la exitosa campaña en 11 estados para sindicalizar a los camioneros por carretera. Dobbs pasó luego a servir como secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores.

Los sindicatos deben ser transformados en mecanismos de acción independiente y militante de los trabajadores. Deben combatir enérgicamente las restricciones gubernamentales al derecho de huelga. Deben establecer una democracia sindical interna para que todas las cuestiones sean debatidas y decididas por los trabajadores mismos. Sólo entonces los trabadores organizados podrán ejercer todo su peso en las confrontaciones con los patrones.

Arbitraje amañado contra obreros

Los funcionarios sindicales aceptan rápidamente que se incluya compromisos de no hacer huelgas en los convenios colectivos y que las quejas sean sometidas a arbitraje, en vez de luchar en los centros de trabajo o en las líneas de piquetes. Los trabajadores pierden porque las juntas de arbitraje están amañadas en contra nuestra, siendo invariablemente “neutrales” a favor de los patrones.

 “El voto de un 99.5 por ciento a favor de la huelga en mi sindicato muestra el sentir de los trabajadores respecto a la huelga. La compañía está emitiendo notas disciplinarias contra todos y acosándonos. Un patrón te puede amonestar hasta por tomar el curso más seguro cuando conduces un vagón cisterna”, escribió al Militante  Travis Zuluaga, de 32 años, miembro del sindicato BLET en Albany, Nueva York. Ha trabajado 10 años como conductor y maquinista. “Tratan de hacerte sentir intimidado y amenazado diariamente.

“Nos preocupa la nueva política de asistencia que atenta contra los trabajadores y por la mucha confusión sobre la huelga. La última huelga fue hace 31 años”, dijo. Muy pocos de los actuales miembros han estado alguna vez en huelga.

Yo recuerdo la huelga ferroviaria de 1991. Deberíamos comenzar por tener reuniones periódicas de nuestros locales para que los miembros establezcan la política de la huelga, incluyendo dónde se realizarán las líneas de piquetes en las propiedades ferroviarias, para elegir líderes de piquetes para cada sitio y establecer un tono de disciplina —no alcohol, drogas o armas en las líneas de piquete o en la sede de huelga del sindicato. Para comenzar desde ahora a buscar aliados, otros sindicalistas en nuestra área, pequeños agricultores, estudiantes, familiares y amigos.

Prepararnos para informar diariamente a los miembros sobre el progreso de la huelga, para responder a las mentiras difundidas por los patrones, incluso en los medios de comunicación de los patrones, y organizar voluntarios para la preparación y distribución de alimentos.

Necesitamos educar, organizar y movilizar.