LINCOLN, Nebraska — A mediados de septiembre, el sindicato de estibadores ILWU, con 22 mil miembros, se pronunció a favor de la lucha de los obreros ferroviarios.
Doce sindicatos ferroviarios están en negociaciones por contratos con las cinco empresas de ferrocarriles de Clase 1 y varias líneas más pequeñas. Los 115 mil trabajadores están enfrascados en trámites y períodos obligatorios de “enfriamiento” bajo la Ley Laboral Ferroviaria.
Dado que dos de los sindicatos votaron en contra del acuerdo propuesto, los patrones ferroviarios, las asociaciones navieras y los medios capitalistas están advirtiendo sobre la posibilidad de un paro. La clase patronal quiere que la Casa Blanca y el Congreso intervengan para bloquear una huelga e imponer un acuerdo.
“Sin fines de semana libres, sin días festivos, ser despedidos por enfermarse o asistir a funerales, tres muertes de trabajadores en 10 días: nadie debería verse obligado a aceptar condiciones de trabajo intolerables en 2022”, dijo el presidente del ILWU, Willie Adams, al describir las condiciones que enfrentan los trabajadores ferroviarios.
“El ILWU apoya a los trabajadores que luchan no solo por sus propias condiciones laborales, sino también contra la erosión de los derechos de todos los trabajadores en todo el país”, agregó Bobby Olvera Jr., vicepresidente del sindicato.
Los trabajadores portuarios en la costa oeste también han estado enfrascados en negociaciones desde mayo y están cada vez más indignados por la falta de un acuerdo aceptable.