Editorial

Revolución socialista cubana es un ejemplo para trabajadores

30 de enero de 2023

Hace 64 años, el 1 de enero de 1959, los trabajadores y agricultores de Cuba derrocaron una de las tiranías más sangrientas de América, la dictadura de Fulgencio Batista, la cual contaba con el respaldo de Washington, abriendo la puerta a la realización de una revolución socialista. Bajo el liderazgo de Fidel Castro y el Ejército Rebelde, demostraron que los trabajadores son capaces de sustituir el dominio capitalista por algo mejor. Su revolución renovó el liderazgo comunista, en el Partido Socialista de los Trabajadores y en todo el mundo.

Durante 64 años los partidos gemelos del imperialismo norteamericano —los demócratas y los republicanos— han librado una implacable guerra económica, comercial y financiera, destinada a aplastar al pueblo cubano, derrocar su gobierno y enterrar para siempre el ejemplo que su revolución representa en todo el mundo.

Durante 64 años el pueblo trabajador en Cuba no ha vacilado en defender sus conquistas, a pesar del debilitante impacto de escaseces severas de medicina, combustible y otras necesidades vitales causadas por las sanciones de Washington. ¡Ayude a ganar a más trabajadores en este país a unirse a la lucha para poner fin a la guerra económica de Washington!

El asalto de los gobernantes norteamericanos contra la revolución socialista de Cuba es una extensión de su ofensiva contra el pueblo trabajador en este país. Los panaderos en huelga en Ingredion en Iowa, mineros en Warrior Met en Alabama, enfermeras en California y otros trabajadores por todo el país están luchando por empleos, protección contra la inflación, control sobre la seguridad y horarios de trabajo soportables, mientras que los patrones tratan de imponer las brutales consecuencias de su sistema plagado de crisis sobre nuestras espaldas. Nuestras luchas aquí se enfrentan al mismo enemigo de clase que está atacando al pueblo trabajador en Cuba.

El gobierno de trabajadores y agricultores que llegó al poder en Cuba, llevó a cabo nacionalizaciones de gran alcance de la industria y los servicios públicos. Garantizó la tierra a quienes quisieran cultivarla, aboliendo la esclavitud de las deudas impuesta a los trabajadores de la tierra. Millones de trabajadores se movilizaron, profundizando los avances contra la propiedad capitalista. Al hacerlo, llegaron a reconocer el carácter socialista de su revolución y el carácter marxista de su liderazgo.

Ilegalizaron la segregación racial. Se organizaron para erradicar el estatus de segunda clase de las mujeres, atrayendo por primera vez a millones de ellas a la vida social, económica y política. El pueblo trabajador volcó las relaciones sociales competitivas creadas por el capitalismo. Como dijo Che Guevara, comenzaron a transformarse en el “hombre nuevo”.

Desde el principio, el gobierno obrero y campesino de Cuba puso la revolución al servicio de la humanidad trabajadora. Unos 400 mil luchadores internacionalistas cubanos ayudaron a cambiar el curso de la historia, uniéndose a la lucha para derrotar la invasión de Angola de los gobernantes del apartheid en Sudáfrica. Extendieron ayuda a los pueblos en lucha desde Vietnam a Bolivia.

La contribución más importante que el pueblo trabajador en Estados Unidos puede hacer para poner fin a la guerra económica de Washington contra Cuba es construir un partido proletario aquí que dirija a millones a traer al poder un gobierno de trabajadores y agricultores y abrir un frente decisivo en la lucha mundial por el socialismo.