EAST PALESTINE, Ohio — Residentes de la comunidad y los sindicatos ferroviarios vinieron preparados para expresar su opinión en la audiencia de investigación realizada aquí el 22 y 23 de junio. Auspiciada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), buscaba las causas del descarrilamiento del tren de la Norfolk Southern el 3 de febrero, que provocó un desastre social en la zona.
Los patrones ferroviarios y los funcionarios del gobierno decidieron drenar y quemar más de 1 millón de libras de cloruro de vinilo, esparciendo químicos tóxicos en el aire, arroyos y el suelo.
La audiencia fue algo como una novedad, ya que la NTSB la celebró en East Palestine, y no en Washington. Y la junta se sintió obligada a celebrar una reunión comunitaria la noche anterior para dar a los residentes la oportunidad de hacer preguntas. La presidenta nacional de la NTSB, Jennifer Homendy, abrió la sesión.
El primer orador, escogido al azar, fue David Ferguson, miembro del sindicato de panaderos BCTGM y del Partido Socialista de los Trabajadores. “Para prevenir el próximo desastre, necesitamos cambiar el poder de las manos de las corporaciones como la Norfolk Southern —cuya única preocupación es obtener más ganancias— hacia las manos de los trabajadores, quienes en realidad están operando y manteniendo los ferrocarriles y hacia sus sindicatos”, dijo Ferguson. “Los trabajadores tienen interés en la seguridad para ellos y las comunidades en el camino. No podemos tener fe en el gobierno después de que ordenó el año pasado a los trabajadores ferroviarios a que regresaran a trabajar bajo un contrato que acababan de rechazar”.
“Estaba describiendo cómo los trabajadores deben tomar el control de la seguridad y las condiciones en el trabajo”, dijo Ferguson al Militante. “Tengo experiencia personal con esto como ex miembro del sindicato de mineros UMWA. Durante un tiempo, el sindicato logró tener el poder de detener la producción para lidiar con problemas de seguridad”.
La junta trató de limitar lo que la gente podía preguntar. No obstante, la presidenta de la NTSB recibió una lluvia de preguntas. “¿Quién autoriza las recomendaciones?” preguntó Zsuzsa Gyenes. Otro participante dijo: “Los reglamentos vigentes no ayudaron” y preguntó: “¿Cómo nos ayudarán los reglamentos futuros?”. Chrissy Reid preguntó: “¿Quién establece los límites de velocidad para los trenes que pasan por la ciudad?”
Misti Allison preguntó: “¿Fue justificado el drenaje del cloruro de vinilo?” Otro participante preguntó: “¿Son demasiado altos los límites para las ‘alertas críticas’?” refiriéndose a los detectores de vías que utilizan los ferrocarriles para identificar incendios y sobrecalentamiento en las ruedas del tren.
Sindicalistas en la audiencia
Cuando la audiencia de la junta comenzó a la mañana siguiente, estuvo marcada por la participación de los sindicatos ferroviarios.
Cuatro sindicatos ferroviarios son parte de la investigación: el sindicato de maquinistas BLET, el SMART-TD, el de trabajadores de señales BRS y el sindicato de comunicaciones de transporte TCU/IAM, que representa a los reparadores de vagones. Y por lo tanto, pudieron hacer preguntas a los testigos. Dos miembros de los sindicatos ferroviarios dieron testimonio.
Lisa Mahoney, una maestra, le dijo al Militante: “Lo que me asusta es lo que no nos dicen, lo que no sabemos. Es bueno ver a los sindicalistas diciendo la verdad sobre la Norfolk Southern. Estoy muy agradecida”.
Randy Fannon, presidente nacional del grupo de trabajo sobre la seguridad del sindicato de maquinistas BLET, dijo al Militante: “Necesitamos mejorar la seguridad de nuestros miembros, y lo que los afecta a ellos afecta a las comunidades aledañas a las vías al 100%. Es por eso que los sindicatos deben participar en lo que sucede aquí en East Palestine”.
Fannon explicó lo que significa “el transporte ferroviario de precisión (PSR)” para los obreros ferroviarios. Durante la audiencia, los testigos de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses y de la Norfolk Southern afirmaron que el PSR simplemente “significa ser más eficiente”.
“Cuando implementaron el PSR, los ferrocarriles de Clase 1 dieron de baja a miles de empleados. Ahorraron mucho dinero”, dijo Fannon. “Pero los empleados que quedaron tenían que hacer la misma cantidad de trabajo. Nada cambió en la cantidad de carga transportada, pero los trabajadores tuvieron que trabajar más horas.
“Cuando los trabajadores piden días libres, días a los que tienen derecho, la respuesta es ‘no’. No les importa que tu hijo se esté graduando de la secundaria ese día. Por supuesto, muchos trabajadores toman un día libre de todos modos y luego la compañía lo pone en su récord de disciplina de asistencia”.
Chris Hand, director de investigación del sindicato de trabajadores de señales, describió cómo las políticas de las empresas restringen la capacidad de los trabajadores de operar los ferrocarriles de forma más segura tanto para los trabajadores como para las comunidades. La importancia de los detectores al costado de las vías es socavada porque la Norfolk Southern “es responsable de determinar los protocolos y horarios de prueba”, dijo, “en lugar de que haya prácticas uniformes”.
Jason Cox, representante nacional de la división de trabajadores de vagones del TCU, dijo que el tiempo permitido para que los trabajadores realicen las inspecciones de trenes solía ser de tres minutos o más por vagón, ahora se espera que tomen solo 30 segundos por lado. “Denles el tiempo para hacer el trabajo”, argumentó.
Control obrero de las condiciones
Otros paneles en la audiencia abordaron la comunicación de riesgos y la respuesta inicial de emergencia, la decisión de drenar y quemar los cinco vagones de cloruro de vinilo y la seguridad de los vagones cisterna. La participación sindical trajo a la audiencia la importancia del factor humano, y que la tecnología tiene que estar en manos de los trabajadores. Las declaraciones y preguntas del sindicato también destacaron el impacto que la decisión de los patrones tiene sobre los trabajadores y la seguridad.
Otra forma en que los patrones han tratado de aumentar sus ganancias a expensas de la seguridad es operando trenes más largos y pesados. El problema que esto presenta se puso de manifiesto en una entrevista con el maquinista del tren que se descarriló en East Palestine.
Ese ingeniero explicó cómo manejó el tren de 151 vagones, 9.3 mil pies de largo y 18 mil toneladas: “Tomé el control [quitándoselo a la computadora que controlaba el tren] porque simplemente no le tuve confianza a la computadora dado el peso y el tonelaje, y en realidad yo lo estaba manejando, no la computadora. … Fue mi forma de tratar de ser cuidadoso”.
Jared Cassidy del sindicato SMART preguntó a los dos testigos sindicales en la audiencia ¿qué se puede hacer para mejorar la seguridad? Cox y Hand señalaron el impacto devastador de los recortes en la fuerza laboral. “Están poniendo más trabajo de lo necesario en manos de las personas”. Cox dijo que la tecnología es buena solo cuando a los trabajadores se les permite manejarla.
Todo esto destaca lo que los trabajadores y los sindicatos deben hacer bajo el sistema lucrativo del capitalismo: luchar por el control obrero de todos los aspectos de la producción y el transporte.