Independencia de Puerto Rico debatida en comité de la ONU

Por Seth Galinsky
17 de julio de 2023
Protest in San Juan against U.S. colo- nial rule in Puerto Rico, Nov. 27, 2022.
Latino Rebels/Carlos Edill Berríos PolancoProtest in San Juan against U.S. colo- nial rule in Puerto Rico, Nov. 27, 2022.

NACIONES UNIDAS — “El modelo político, económico y social del colonialismo en Puerto Rico no solo ha fracasado estrepitosamente, sino que cada día es rechazado por más puertorriqueños”, dijo Adrián González, secretario de organización del Partido Independentista Puertorriqueño, al Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas el 22 de junio.

González fue una de las 50 personas que dieron testimonio sobre el estatus de Puerto Rico, una colonia estadounidense durante 125 años. Al igual que la abrumadora mayoría de los oradores, González pidió el fin del dominio colonial norteamericano.

En 1953 los gobernantes capitalistas norteamericanos lograron sacar a Puerto Rico de la lista mantenida por la ONU de colonias, afirmando falsamente que era una “mancomunidad” autónoma. Pero pocas personas en Puerto Rico creen eso.

Manuel Natal Albelo, un dirigente del partido Movimiento Victoria Ciudadana, dijo que “el espejismo de soberanía se esfumó con la aprobación de la Ley PROMESA en 2016” que creó la Junta de Control y Administración Financiera en Puerto Rico. Conocida en la isla como la Junta, tiene poder de veto sobre todas las decisiones financieras del gobierno colonial en San Juan.

El nombramiento de una junta no electa por el entonces presidente Barack Obama, con apoyo bipartidista de demócratas y republicanos, es prueba de que “Puerto Rico no se gobierna a sí mismo”, dijo Mariana Nogales Molinelli del Movimiento Victoria Ciudadana y miembro de la Cámara de Representantes de Puerto Rico. “No tenemos control sobre el presupuesto. La Junta lo impone”.

Numerosos oradores describieron las medidas que la Junta ha impuesto en Puerto Rico con el fin de garantizar el pago de miles de millones de dólares a los adinerados tenedores de bonos. Esto significa tener menos fondos para medidas sociales, empeorando las ya deterioradas condiciones económicas y sociales en la isla.

El dominio colonial de Washington “no es una abstracción para el pueblo de Puerto Rico”, dijo Ángel Rodríguez León, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano. Se ve en los altos niveles de pobreza, “en el saqueo de nuestros recursos; en la emigración de miles de compatriotas a Estados Unidos y en la imposibilidad de tomar las medidas necesarias para solucionar nuestros problemas” desde la salud a la vivienda.

Varios oradores señalaron la venta de la empresa anteriormente pública de generación y distribución de la electricidad en la isla, a empresas norteamericanas y canadienses. Anularon los contratos con el sindicato de trabajadores eléctricos y obtuvieron súper ganancias.

Con decenas de miles de puertorriqueños yéndose cada año, principalmente a Estados Unidos, y la caída de la tasa de natalidad, que ahora es más baja que la de mortalidad, la población se está reduciendo. Hay unos 5.8 millones de puertorriqueños en Estados Unidos, más de los 3.2 millones en la isla.

Es por eso que “los puertorriqueños en la diáspora jugarán un papel importante y determinante” en la lucha por la independencia de Puerto Rico, dijo al comité Ana López, en representación del Frente Independentista Boricua, con sede en Nueva York. Señaló la orgullosa historia de resistencia de los puertorriqueños, tanto en la isla como en Estados Unidos, al oponerse al dominio colonial de Washington.

Myrna Pagán, de Vidas Viequenses Valen de la isla de Vieques, que es parte del archipiélago puertorriqueño, señaló: “Estamos celebrando el vigésimo año libre de bombardeos y experimentos militares de la Marina de Estados Unidos con uranio empobrecido, Agente Naranja y napalm”.

Después de décadas de protestas de los residentes, pescadores y personas por todo Puerto Rico, la Marina finalmente se vio obligada a dejar de usar Vieques como campo de pruebas de bombas en 2003. Pero, señaló, el gobierno norteamericano aún no ha limpiado el sitio.

Estadidad versus independencia

No todos los ponentes en la audiencia respaldaron las luchas de los trabajadores y agricultores en Puerto Rico y la lucha para poner fin a la explotación de su colonia por el imperialismo norteamericano.

Aproximadamente una decena de partidarios de la estadidad hablaron, incluidos miembros del gobierno colonial del gobernador Pedro Pierluisi y su Partido Nuevo Progresista. Afirmaron que el mayor problema es que los residentes de Puerto Rico son ciudadanos estadounidenses “pero no se les permite votar por el comandante en jefe” — el presidente de Estados Unidos.

Dicen que la solución es convertir a Puerto Rico en el estado número 51 de Estados Unidos. José Enrique Meléndez, legislador del PNP, dijo que los independentistas son una pequeña minoría en Puerto Rico. La independencia está siendo promovida por Cuba —principal autor de la resolución ante el Comité de Descolonización que llama a la autodeterminación de Puerto Rico— porque “es hostil a Estados Unidos” y quiere “debilitar la influencia estadounidense en el Caribe y América Latina”.

Yuri Gala, el representante de Cuba en la audiencia, interrumpió a Meléndez. “Cuba no es hostil a Estados Unidos”, dijo. “Es Estados Unidos el que es hostil a Cuba”.

Por razones partidistas, los demócratas en Estados Unidos respaldan la estadidad de Puerto Rico, así como la de Washington, con la esperanza de así ganar una mayoría permanente en el Senado.

Algunos defensores de la estadidad argumentaron que el pueblo puertorriqueño ha votado abrumadoramente en referéndums “democráticos” a favor de su postura.

Gabriela Malespín de Resistencia Boricua de Nueva York respondió que en 2017, la mayoría de los puertorriqueños boicotearon el referéndum no vinculante sobre el estatus, y que solo el 23 por ciento de los votantes elegibles participaron. En 2020 solo participó el 55 por ciento de los votantes. Los resultados oficiales del 52 por ciento para la estadidad “distan mucho de ser una mayoría” de los votantes, señaló.

“La verdadera descolonización solo puede ocurrir desde el pueblo de Puerto Rico”, dijo Malespín. “Requiere abolir la junta de control fiscal y que cancelemos la deuda en su totalidad”.

“Los trabajadores, en Puerto Rico, Estados Unidos y en todo el mundo, tienen intereses comunes y una lucha común”, dijo Rachele Fruit, hablando por el Partido Socialista de los Trabajadores. “El ejemplo revolucionario de Cuba muestra el camino hacia la verdadera libertad e independencia de Puerto Rico, que nunca se otorgará, se debe tomar”.

Al concluir la audiencia, el Comité de Descolonización aprobó la resolución llamando al gobierno de Estados Unidos a “permitir que el pueblo puertorriqueño ejerza plenamente su derecho inalienable a la autodeterminación y la independencia”.