CHICAGO—Los 150 mil miembros del sindicato automotriz UAW en las tres grandes empresas de autos (Ford, General Motors y Stellantis) votaron, en un 97%, a favor de realizar una huelga si los patrones no satisfacen sus demandas antes de que expire su contrato el 14 de septiembre. El UAW exige el fin de los salarios de dos niveles, un aumento salarial del 40% por hora y el restablecimiento de las cláusulas de ajuste por costo de vida (COLA) para compensar por la inflación.
Otras demandas incluyen salarios más altos y el restablecimiento de beneficios médicos para los jubilados, así como una pensión para todos los trabajadores, la cual fue cortada en 2009 cuando los patrones exigieron concesiones mientras el gobierno federal los rescataba de la bancarrota. También fue entonces cuando se eliminó COLA.
El UAW también exige más tiempo libre remunerado para que los trabajadores puedan estar con sus familias y participar en actividades políticas y sindicales.
Los patrones de las Tres Grandes obtuvieron en conjunto 21 mil millones de dólares de ganancias en solo los primeros seis meses de este año. Esto se suma a los 250 mil millones de dólares en ganancias que se embolsaron en Norteamérica durante la última década.
El sindicato está intensificando los preparativos para la huelga. En Chicago, cientos de personas asistieron a dos manifestaciones frente a la sede del UAW. Miembros del sindicato le dijeron al Militante que se están inscribiendo para recibir beneficios de huelga y servir como capitanes de piquetes.
Otro tema que se cierne sobre las negociaciones es qué pasará con los empleos después del cambio a la producción de vehículos eléctricos, cuya fabricación requiere menos trabajadores.
Los patrones insisten en que necesitan invertir sus ganancias, ciertamente altas, para hacer los cambios necesarios para poder realizar ese cambio. Afirman que enfrentarán una presión cada vez mayor de sus competidores si no lo hacen. Si el sindicato no cede, los patrones amenazan con trasladar las nuevas plantas al Sur, donde el movimiento laboral ha sido más débil.
Hasta ahora las empresas se han negado a ofrecer nada parecido a lo que exigen los trabajadores. La semana pasada, Stellantis, Ford y General Motors presentaron contrapropuestas al UAW. Stellantis ofreció un aumento salarial del 14.5% en cuatro años. “Eso no compensa la inflación”, respondió el sindicato, “y mucho menos compensa las pérdidas pasadas, y deja a los trabajadores aún más atrás”.
Ford exigió que el sindicato aceptara un aumento salarial del 9% y General Motors ofreció un 10% en cuatro años.
Las tres empresas insisten en que deben mantener los varios niveles salariales. Rechazaron las demandas sindicales de restablecer la protección del costo de vida, aumentar los salarios de los jubilados y restablecer la atención médica de los jubilados.
“Llevo 17 años trabajando para Ford”, dijo Eddie Jakes, jefe de equipo en el departamento de pintura de la planta de la empresa en Chicago. “En 2008-09 le dimos concesiones a Ford. Ahora es el momento de devolvernos el dinero. Ese cheque en blanco ha vencido”.
¡Esta batalla laboral afecta a todos los trabajadores! ¡Únase a la lucha y construya la solidaridad!
Ned Measel de Cincinnati contribuyó a este artículo.