NUEVA YORK — “¡Luchar por empleos para todos los trabajadores! ¡Construir los sindicatos! Una respuesta de la clase trabajadora a la ‘crisis de inmigración’” fue el tema de una animada discusión en el Militant Labor Forum aquí el 16 de septiembre. Sara Lobman, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el Concejo Municipal por el Distrito 8, presentó el foro.
Tras la llegada de más de 110 mil inmigrantes a esta ciudad desde la primavera de 2022, han habido protestas en algunos barrios que se oponen a que el gobierno municipal les brinde albergue y atención médica, dijo Lobman. El alcalde demócrata Eric Adams afirma demagógicamente que “este asunto destruirá la ciudad de Nueva York” y trata de poner a unos trabajadores contra los otros diciendo que la afluencia de inmigrantes resultará en fuertes recortes presupuestarios que afectarán a los servicios.
“Recientemente visité una comunidad en Staten Island donde ocurrió una de las protestas”, dijo Lobman, “y descubrí que los trabajadores estaban dispuestos a conversar sobre el tema. Un hombre de Polonia explicó que no está en contra de la inmigración: “Después de todo, yo también soy un inmigrante”.
Hoy en día hay menos sentimiento antiinmigrante entre los trabajadores en Estados Unidos, ya que los trabajadores inmigrantes y los nacidos en Estados Unidos trabajan en las mismas fábricas y talleres y viven en las mismas comunidades. Ante una mayor competencia por empleos, los patrones utilizan a los inmigrantes como chivos expiatorios para dividir a los trabajadores y reducir los salarios de todos. Buscan fortalecer su posición desviando la atención del hecho de que la crisis que enfrentan los trabajadores hoy es el resultado del funcionamiento del capitalismo.
El número de personas sin hogar está por las nubes, está aumentando la delincuencia y los alquileres son altísimos. Pero los trabajadores inmigrantes no son la causa de esto, afirmó Lobman. La cada vez más profunda crisis del capitalismo y su sistema de ganancias son los responsables.
“Los patrones quieren que peleemos entre nosotros por recursos ‘limitados’”, dijo, “pero los trabajadores crean toda la riqueza, la mayor parte de la cual va a los bolsillos de la clase dominante en forma de ganancias”.
“Lo que se necesita”, dijo la candidata socialista, “es un programa para unir a todos los trabajadores. El PST exige empleos con salarios a escala sindical, con horarios que nos permitan pasar tiempo con la familia y participar en actividades sindicales y políticas. Todos los contratos sindicales, el Seguro Social y otros beneficios sociales deben incluir cláusulas para que a medida que aumente la inflación también aumenten los salarios.
“Necesitamos un programa masivo de obras públicas financiado por el gobierno federal que brinde empleos decentes a millones de personas, construyendo guarderías y viviendas, y reparando carreteras, el transporte público y otras cosas que los trabajadores necesitan”, dijo.
“Mientras utilizamos nuestros sindicatos para luchar por mejores salarios y prestaciones sociales, necesitamos exigir ingresos suplementarios para ayudar a cubrir la diferencia entre lo que los trabajadores y sus familias necesitan y los salarios que recibimos”.
Lobman dijo que para lograr estos objetivos es fundamental fortalecer los sindicatos.
Por ejemplo, históricamente la industria de la construcción ha sido una de las más sindicalizadas y mejor pagadas en la ciudad de Nueva York. Pero en los últimos años los patrones han contratado a decenas de miles de trabajadores sin documentos “oficiales”. Los sindicatos están disminuyendo, mientras que a los trabajadores inmigrantes se les paga menos y las condiciones laborales son cada vez más peligrosas.
Para unir a clase obrera
“Lo que se necesita es que los sindicatos recluten a todos en el lugar de trabajo, independientemente de los papeles que tengan o no tengan. Esto es crucial para unir a todos los trabajadores de la construcción y organizar una lucha para reconstruir los sindicatos”, dijo Lobman.
El PST exige amnistía para los 11 millones de trabajadores indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos y que se ponga fin a las deportaciones. “Esta es una cuestión de vida o muerte para el movimiento obrero y toda la clase trabajadora, para poder luchar como iguales contra los patrones y su gobierno”, dijo.
Más de un millón de inmigrantes llegan a Estados Unidos cada año, la mayoría con “documentos”, muchos sin ellos. La necesidad de mano de obra de los patrones es lo que determina cuántos entran, no si hay o no un muro en la frontera.
“De hecho, hoy en día no hay una ‘crisis de inmigración’, como afirman los políticos capitalistas de todo tipo”, dijo Lobman. “Los patrones quieren más trabajadores y quieren recortar los salarios”.
El número de visas H-2A otorgadas a trabajadores agrícolas temporales se ha disparado. En el año fiscal 2022 subió a 298 mil, de 77 mil hace una década. Con poca representación sindical y pocos derechos, estos trabajadores enfrentan bajos salarios y condiciones muy duras.
La integración de los inmigrantes en la clase trabajadora estadounidense ha fortalecido a nuestra clase, dijo Lobman. Eso no significa que el llamamiento de algunos radicales de clase media a favor de “abrir las fronteras” favorezca los intereses de los trabajadores. Conduciría a una crisis para los trabajadores a ambos lados de la frontera,
Los inmigrantes que tratan de obtener permisos de trabajo tienen que enfrentar a un laberinto de procedimientos burocráticos. Los solicitantes de asilo tienen que esperar casi seis meses para poder solicitar un permiso de trabajo. Y tienen que pagar 500 dólares solo para presentar los formularios.
En el período de discusión del foro dos mujeres de México hablaron sobre sus experiencias. Para trabajadores como yo, que somos indocumentados, dijo una, “el gobierno dice que les dará permisos de trabajo, pero muchos no los han obtenido desde hace años. La mayoría trabaja sin permiso”.
“Gano 17 dólares la hora como asistente de atención domiciliaria”, dijo otra, “pero lo que la empresa cobra por el trabajo que hago es 45 dólares la hora. Esto es un escándalo. Esto tiene que cambiar, pero los políticos no hacen nada. Yo digo que los demócratas y los republicanos son lo mismo”.
“Todos los que vivimos en Estados Unidos deberíamos poder vivir y luchar juntos aquí como iguales”, dijo Lobman. “Para librar esta lucha de la manera más efectiva, los trabajadores debemos romper con los dos partidos de los patrones y forjar nuestro propio partido, un partido obrero basado en los sindicatos. Tal partido ayudaría a liderar la lucha por la amnistía, la lucha por empleos y para reconstruir el movimiento sindical sobre una base política mucho más amplia”.