NUEVA YORK — El presidente cubano Miguel Díaz-Canel habló durante una visita al Centro Educativo y Memorial Malcolm X y Dra. Betty Shabazz aquí el 18 de septiembre, sobre el impacto que tuvo Malcolm X en una generación de jóvenes y revolucionarios en Cuba. El centro está ubicado en el antiguo Audubon Ballroom, donde frecuentemente hablaba Malcolm X y donde fue asesinado en febrero de 1965.
Díaz-Canel dijo a los presentes que cuando cursaba el décimo grado de secundaria, se publicó en Cuba una edición en español de la Autobiografía de Malcolm X. “Los que éramos jóvenes en Cuba en esos tiempos corrimos a las librerías para obtener el libro. Se convirtió en libro de cabecera para los jóvenes en esas edades de rebeldía”.
Al evento en el Centro Malcolm X asistieron unas 120 personas. Aproximadamente la mitad eran del cuerpo diplomático cubano y reporteros que estaban cubriendo las ponencias de Díaz-Canel ante la Asamblea General de la ONU y reuniones relacionadas, y la otra mitad estaba compuesta de miembros de varias organizaciones políticas de Estados Unidos, grupos opuestos a la guerra económica de Washington contra Cuba y participantes en las luchas de los negros.
Representantes del Centro le dieron la bienvenida al presidente, quien después fue presentado por Rosemari Mealy, autora de un libro sobre el encuentro entre el líder revolucionario cubano Fidel Castro y Malcolm el 19 de septiembre de 1960.
Díaz-Canel dijo que los revolucionarios en Cuba “no olvidarán jamás su papel en la invitación al líder rebelde y su delegación para hospedarlos en el Hotel Theresa en el corazón del barrio negro de Harlem”. El Hotel Midtown donde se habían alojado inicialmente les dio dificultades, afirmó el presidente cubano. Añadió que el 19 de septiembre se cumpliría el 63 aniversario del encuentro entre Castro y Malcolm X.
Miles de residentes de Harlem y cubanos residentes en Nueva York se reunieron frente al Hotel Theresa para recibir a Castro. Escucharon a Fidel por la radio. El corresponsal del Militante Harry Ring informó que cuando los partidarios cubanos de la revolución comenzaron a corear “Venceremos”, los residentes de Harlem preguntaron “¿Qué quiere decir eso?” Y cuando les explicaron, la multitud de Harlem respondió coreando: “¡Venceremos!”
Después del encuentro, Malcolm X dijo a la prensa: “El Primer Ministro Castro se ha manifestado en contra de los linchamientos, que es más de lo que ha hecho el Presidente Eisenhower. Castro también ha adoptado una postura más abierta a favor de los derechos civiles de los cubanos negros”.
La relación entre Fidel y Malcolm X estuvo “basada en la solidaridad”, añadió Díaz-Canel. “Y nuestra lucha común hoy, tratando de romper el bloqueo injusto que el gobierno de los Estados Unidos ha impuesto a Cuba es también una lucha para dar continuidad a esa solidaridad”.
También habló Ilyasah Shabazz, una de las seis hijas de Malcolm. “Mi padre fue un gran admirador de Fidel Castro”, dijo. Admiraba cómo Castro llevó al pueblo cubano a liberarse del yugo del imperialismo, a sólo 90 millas de Estados Unidos, añadió Shabazz.
La estancia de Castro en el Hotel Theresa dijo, fue un acto de solidaridad con la lucha contra el racismo en Estados Unidos. Rememorando su visita a Harlem, “Castro dijo ‘siempre hemos sido solidarios con la lucha del pueblo negro, los marginados y los pobres en Estados Unidos. Siempre hemos sido solidarios con ellos y ellos han sido solidarios con nosotros”.
En 1960 Malcolm X era un dirigente de la Nación del Islam. En marzo de 1964 se separó de la Nación, la cual impedía que sus miembros participaran en actividades políticas. Viajó a África y se reunió con revolucionarios en Argelia y otros lugares. Malcolm hablaba cada vez más como un dirigente revolucionario de la clase trabajadora.
“En esa actividad de Malcolm X con luchadores por los derechos del pueblo afroamericano y de los pueblos de África, su desarrollo como revolucionario y su conducta”, dijo Díaz-Canel, “lo llevaron a comprender en la etapa madura de su activismo, que el problema a resolver no es solo racial o religioso sino especialmente clasista derivado de un sistema político y económico injusto y exclusivista”.