CHICAGO — Más de 34 mil trabajadores inmigrantes en busca de asilo han llegado a esta ciudad desde agosto de 2022, enviados en autobús o avión por el gobernador de Texas, Greg Abbott. La mayoría son de Venezuela y otros países de América Latina. Unos 15 mil de ellos están alojados actualmente en refugios gestionados por la ciudad.
Durante meses, miles de ellos estuvieron acampados dentro y fuera de las comisarías de la policía y en los aeropuertos de la ciudad. Es cada vez más común ver a mujeres con niños pequeños, o familias enteras, mendigando o vendiendo dulces en la calle, y hombres buscando trabajo para el día fuera de las tiendas de Home Depot.
Ha habido protestas contra las medidas del gobierno de la ciudad para utilizar los parques como refugios temporales, desplazando programas recreativos que ya son escasos.
También se han denunciado en numerosos informes las condiciones inseguras e insalubres en los refugios. A los periodistas no se les permite entrar. Los miembros del concejo municipal tienen que avisar con 48 horas de antelación si quieren realizar una visita.
El otoño pasado, los funcionarios establecieron un límite de 60 días para que los inmigrantes permanecieran en los refugios. Los primeros desalojos estaban previstos para enero, el mes más frío del año. El alcalde Brandon Johnson extendió el plazo y los desalojos comenzarán ahora en marzo.
El gobierno del estado de Illinois ha ofrecido a algunos de los solicitantes de asilo asistencia para el alquiler durante unos meses. Pero entonces los residentes tienen que pagar precios del mercado. Se supone que existe un proceso para que algunos inmigrantes soliciten permisos de trabajo del gobierno federal, pero hasta ahora sólo unos mil los han recibido.
Chicago es una autoproclamada “Ciudad Santuario”. El sitio web del gobierno de la ciudad dice: “La ciudad no le preguntará sobre su estatus migratorio, no revelará esa información a las autoridades ni, lo que es más importante, le negará los servicios de la ciudad basándose en su estatus migratorio”.
Construir sindicatos, unir clase obrera
Los partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores aquí han estado haciendo campaña con una declaración de Naomi Craine, candidata del PST al Congreso titulada “¡Amnistía para todos los trabajadores indocumentados! ¡Luche por empleos para todos los trabajadores! ¡Construya los sindicatos para unir a la clase trabajadora!
“Los inmigrantes recién llegados son enfrentados a los trabajadores que ya enfrentan la falta de empleos, viviendas asequibles, escuelas decentes y otras necesidades”, señala Craine. “La lucha por el empleo y la unidad entre los trabajadores para superar estas divisiones es una cuestión de vida o muerte para los sindicatos.
“El Partido Socialista de los Trabajadores hace campaña para que los sindicatos lideren una lucha por la amnistía para todos los trabajadores que están aquí, para ponernos en una posición más fuerte para luchar juntos”, dice. “Los sindicatos deben liderar una lucha para exigir un programa de obras públicas financiado por el gobierno para poner a trabajar a los desempleados en la construcción de viviendas, escuelas, clínicas y otras instalaciones que los trabajadores necesitan”.
“Estoy de acuerdo en que necesitamos amnistía para los inmigrantes y empleos para ellos, pero están llegando demasiados a Chicago”, dijo Vickie Gilmore, trabajadora discapacitada, a este corresponsal obrero del Militante en la puerta de su casa en el distrito sur de Chicago. “Necesitan distribuirlos más allá de la ciudad”.
Esto se ha convertido en un punto de discordia entre el alcalde Johnson y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, ambos demócratas, con el alcalde exigiendo que el estado financie más refugios fuera de Chicago.
El gobierno de la ciudad ahora está imponiendo sanciones a los operadores de autobuses que dejen a pasajeros fuera de los horarios designados. Así es que los autobuses procedentes de Texas empezaron a dejar a los inmigrantes en las estaciones de trenes de las afueras de la ciudad, donde se les proporcionaba un billete para ir a la ciudad. Desde entonces, algunos gobiernos de estos municipios han aprobado ordenanzas que imponen restricciones sobre cuándo pueden llegar los autobuses a esos lugares.
“Veo los dos lados. La gente tiene hambre, está desesperada. Entiendo por qué vienen”, dijo a Craine, Delilah Campos, que trabaja como asistente de salud, fuera de su apartamento en el barrio mayoritariamente latino de Little Village el 3 de febrero. “Pero ahora no es un buen momento. Todo está muy caro, especialmente la vivienda”.
Tanto en 2021 como en 2022, los aumentos de los alquileres alcanzaron dos digitos en Chicago, y en noviembre de 2023 los alquileres volvieron a subir un 5.3 por ciento. Los desalojos por parte de la oficina del sheriff del condado de Cook están aumentando.
“Los patrones utilizan la inmigración para aumentar la competencia por empleos y reducir los salarios de todos los trabajadores”, dijo Craine. “Esa es una de las razones por las que no apoyamos los llamados a ‘abrir la frontera’. Pero nuestro problema no son nuestros hermanos, los trabajadores de otros países: son los patrones y su búsqueda de ganancias.
“Es por eso que necesitamos exigir la amnistía para los trabajadores indocumentados, para que estemos en una posición más fuerte para construir sindicatos juntos y luchar por empleos para todos los trabajadores. Y necesitamos organizar nuestro propio partido, un partido obrero, basado en los sindicatos, en lugar de mirar hacia los partidos Demócrata y Republicano de los capitalistas”, dijo Craine. “Necesitamos organizarnos como clase trabajadora para defender nuestros intereses.
“Eso es lo opuesto a buscar caridad o dádivas gubernamentales. Ese es el camino para llegar a ser lo suficientemente fuerte como clase para reemplazar esta dictadura del capital con un gobierno de trabajadores”.
Campos dijo que no había pensado las cosas de esa manera y se suscribió al Militante para conocer más.