Al entrar en su tercer año, la invasión de Ucrania por parte de Moscú continúa devastando las vidas de los trabajadores allí, alimentando la oposición a la guerra del régimen del presidente Vladímir Putin en Rusia y perturbando la política mundial. Los trabajadores en Ucrania están al centro de la lucha para defender la soberanía del país.
Para defender el rumbo expansionista de su régimen capitalista, en una entrevista con el periodista norteamericano Tucker Carlson el 6 de febrero Putin repitió su negación de que Ucrania fuera una nación. “Ucrania es un estado artificial”, dijo Putin. Afirmó que “los ucranianos son parte de un único pueblo ruso”, cuando en realidad han existido como nacionalidad durante siglos, luchando contra invasores y ocupaciones extranjeras, incluidas las impuestas por los despóticos zares rusos.
El dominio zarista fue derrocado en 1917. Dirigida por V.I. Lenin y los bolcheviques, la clase trabajadora tomó el poder haciendo la primera revolución socialista del mundo. Posteriormente, los bolcheviques crearon Ucrania, alega Putin. Condenó las políticas bolcheviques “de promover las lenguas y culturas nacionales”.
“Por alguna razón inexplicable, Lenin, el fundador del estado soviético, insistió en que ellos [los ucranianos] tenían derecho a separarse de la URSS”, dijo Putin a Carlson.
De hecho la posición del nuevo estado obrero bajo la dirección de Lenin, es que este otorgara incondicionalmente el derecho a la autodeterminación a todas las naciones oprimidas bajo los zares, incluida Ucrania, llevándolas a unirse a una federación voluntaria de repúblicas soviéticas independientes, promoviendo la unidad del pueblo trabajador.
Después de unos años, estas conquistas fueron derrocadas por una contrarrevolución encabezada por José Stalin que expulsó a los trabajadores del poder y puso fin al rumbo proletario internacionalista por el que luchó Lenin. El restablecimiento de la dominación opresiva de Moscú sobre las repúblicas soviéticas aseguró la inevitable desintegración de la URSS a lo largo de líneas nacionales cuando los regímenes estalinistas se desmoronaron a finales de los años ochenta. Ucrania declaró su independencia de nuevo en 1991.
En su entrevista, Putin pasó por alto las derrotas iniciales de Moscú en su guerra y afirmó: “Retiramos nuestras tropas de Kyiv” en abril de 2022. La verdad es que su ejército invasor se vio obligado a retirarse. Moscú no había tenido en cuenta la determinación del pueblo trabajador de Ucrania para defender el país y luchar para repeler el intento de los gobernantes rusos de apoderarse de la capital.
Después de los logros iniciales ucranianos, las líneas del frente han permanecido estáticas a pesar de las grandes pérdidas por ambos lados. Moscú continúa bombardeando ciudades y pueblos de todo el país, maximizando las bajas civiles para intentar desmoralizar al pueblo ucraniano. Pero su determinación no ha hecho más que reafirmarse.
Putin está utilizando oleadas de reclutas sin entrenamiento y mal equipados para tratar de desgastar y hacer retroceder las líneas del frente ucranianas. Pero esto está provocando un agudo conflicto interno.
Kremlin enfrenta oposición
Una unidad rusa cerca de la ciudad de Novomykhailivka en el Donbás sufrió grandes pérdidas a principios de febrero. Al menos 12 vehículos blindados fueron destruidos, informó el Kyiv Post. La columna que avanzaba fue atacada repetidamente por drones ligeros ucranianos.
“¿Cuál es el objetivo de estos ataques? Para que [los jefes militares] puedan informar que están tomando medidas decisivas y para que puedan ganarse medallas desechando las vidas de su propia gente” escribió Maksim Kalashnikov, comentarista ruso y partidario de la guerra de Putin.
Están surgiendo divisiones entre las fuerzas rusas en el frente. Un soldado de la Quinta Brigada Separada de Fusileros Motorizados se quejó de los “bastardos con fantasías disparatadas” que lanzan tropas al combate “como carnaza, como carne de cañón”.
Los soldados ucranianos en la región de Jersón están disparando proyectiles con volantes instando a la rendición que explican a los soldados rusos cómo rendirse y acercarse a las posiciones ucranianas de manera segura. Más de 100 soldados rusos cerca de Avdiivka, escenario de intensos combates durante meses, se rindieron a las fuerzas ucranianas en diciembre y enero. Su baja moral se había visto exacerbada por la escasez de alimentos y agua, así como por congelamientos.
The Way Home, una organización de esposas y madres de soldados rusos, está exigiendo que sus seres queridos sean relevados de sus deberes en primera línea. Ha ido ganando apoyo desde su fundación en septiembre pasado, cuando el Kremlin incumplió una promesa de que los soldados movilizados 12 meses antes serían retirados de la zona de combate por rotación después de un año.
Miembros de The Way Home frecuentan la Tumba del Soldado Desconocido cerca de la Plaza Roja en Moscú para depositar flores regularmente los sábados. Decenas de mujeres, vestidas con pañuelos blancos, protestaron “500 días de infierno” frente al Kremlin el 3 de febrero. El grupo se opone a la convocatoria de una segunda movilización de tropas como medio para rotar las tropas y recuperar a sus familiares. “No queremos este destino para nadie”, dice el sitio web de The Way Home.
A diferencia de anteriores protestas públicas contra la guerra, hasta ahora el Kremlin se ha abstenido de reprimir con dureza estas acciones. La policía arrestó a periodistas y manifestantes varones el 3 de febrero, pero no a las mujeres. Cuando algunas mujeres intentaron bloquear una camioneta de la policía, los policías las echaron a un lado pero no las detuvieron. En una protesta similar en Yekaterinburg, cinco fueron arrestadas.
A mediados de enero estallaron protestas masivas en Bashkortostán, en los Montes Urales del sur de Rusia, contra la sentencia de Fayil Alsynov a cuatro años en una colonia penal. Alsynov es un opositor de la guerra y líder de la lucha de los bashkires por derechos étnicos. Las manifestaciones se contaron entre las más grandes en Rusia desde que comenzara la guerra. Los bashkires y otras nacionalidades oprimidas soportan una carga desproporcionada en los soldados en la guerra y entre los muertos en combate.