En la mayor protesta contra la guerra desde que el presidente ruso Vladímir Putin invadió Ucrania hace casi dos años, unas 200 mil personas esperaron en filas que se extendían por cuadras en ciudades por todo el país en enero para firmar peticiones para poner a Boris Nadezhdin en la boleta electoral en Rusia para las elecciones presidenciales de marzo. Nadezhdin, político durante 30 años y miembro del consejo municipal de Dolgoprudny, un pueblo al norte de Moscú es un oponente de la guerra de Putin, caracterizándola como un “error fatal”.
“Boris Nadezhdin es nuestra manera colectiva de decir ‘No’, dijo Lyosha Popov, quien recolectó firmas en Yakutsk, al sur del Círculo Polar, al New York Times. “Estoy aquí recolectando firmas contra Putin, contra la acción militar”.
Alexander Rakityansky firmó una petición en San Petersburgo. Originario de Belgorod, una ciudad fronteriza con Ucrania que ha sido atrapada en la guerra, dijo que respalda a Nadezhdin para que su ciudad natal “no sea bombardeada y la gente no muera en las calles”.
Karen Danielyan, una joven de 20 años de Tver, al norte de Moscú, estaba decidida a dar su nombre y la información sobre su pasaporte según lo requerido para firmar la petición. “El temor de que esto siga así es mucho más fuerte y pesado que el temor de que me castiguen por trabajar como colectora de firmas”, dijo.
El 8 de febrero, la Comisión Electoral de Putin descalificó las peticiones de Nadezhdin, alegando que debido a “firmas inválidas” quedó justo por debajo de las 100 mil firmas requeridas. El es uno de los dos candidatos contra la guerra que han sido eliminados de la boleta. La ex periodista de televisión Yekaterina Duntsova fue descalificada el 23 de diciembre.
Nadezhdin denunció esa decision como política. La “afirmación oficial es que toda la sociedad está a favor de Putin”, dijo a Al Jazeera. “Pero no es así. La mayoría de las personas en Rusia quieren que el conflicto en Ucrania se termine”.
“El hecho de que se observaron agrupamientos de apoyo en las calles de las ciudades rusas fue una sorpresa desagradable para el Kremlin”, dijo una figura del régimen que se negó a dar su nombre al Moscow Times.
Dos días después, las autoridades confiscaron 400 mil de las plataformas de campaña de Nadezhdin.
Otros tres candidatos, todos de ellos partidarios de la guerra, se están postulando en las elecciones, ninguno de ellos competidores serios. Uno es Nikolai Kharitonow, el candidato del Partido Comunista, que alaba la colectivización forzada de la agricultura soviética por José Stalin en la década de 1930 que llevó a que millones de personas se murieran de hambre, una política que se llevó a cabo con especial brutalidad en Ucrania.
Putin asegurará que sea reelegido por una gran mayoría. Pero eso no pondrá fin a la creciente oposición a su guerra en Ucrania.