EAST PALESTINE, Ohio — Para los trabajadores ferroviarios, “East Palestine no fue una sorpresa”, dijo Jared Cassity, director de seguridad del sindicato ferroviario SMART-TD, en una videoconferencia de dirigentes sindicales ferroviarios el 3 de febrero, dos días antes del primer aniversario del descarrilamiento de un tren tóxico en esta ciudad. “La próxima East Palestine, por lo menos cómo va todo, es inminente”.
En East Palestine y Columbiana, la sede del condado, residentes y partidarios se congregaron para expresar su firmeza de seguir luchando para que los patrones ferroviarios de Norfolk Southern y las agencias gubernamentales tomen medidas para garantizar la salud y el bienestar de los afectados por el desastre.
El 3 de febrero de 2023, el eje de una rueda del tren 32N de Norfolk Southern, de casi 2 millas de largo con 150 vagones, falló y el tren se descarriló, arrojando 50 vagones al suelo, inclusive 11 con productos químicos peligrosos. Siguió un gran incendio, que forzó la evacuación del centro de la ciudad. Tres días después los funcionarios de Norfolk Southern presionaron a las autoridades gubernamentales para que les permitieran drenar cinco vagones cisterna que contenían cloruro de vinilo y quemar 115 mil galones del producto químico.
La llamada quema controlada provocó una nube nociva que hizo llover polvo tóxico a millas de distancia. La contaminación de los arroyos del área, mató a miles de peces en aguas al sur del accidente. Se detectaron sustancias químicas peligrosas en el río Ohio, a 16 millas de distancia.
Un día después de la quema, los patrones ferroviarios hicieron que cuadrillas reconstruyeran vías sobre lastre y tierra contaminados, y la compañía comenzó a operar trenes de nuevo. “Estos trabajadores no recibieron ningún equipo de protección, estuvieron expuestos a estos productos químicos”, dijo en la videoconferencia Tony Cardwell, presidente de la Hermandad de Mantenimiento de Vías. “Algunos todavía sufren dolores de cabeza por ello”.
Dos días después de la quema las autoridades dijeron a los residentes que era seguro regresar a sus hogares. Muchos de los que lo hicieron, o simplemente fueron a ver sus hogares, han reportado problemas de salud.
Solo después de una reunión pública en la que los residentes del área excoriaron a los patrones de Norfolk Southern y a los funcionarios gubernamentales el ferrocarril se vio obligado a destruir las vías recién colocadas y remover la tierra contaminada debajo. Eso tardó meses.
“No creo que haya cambiado mucho en un año”, dijo al Militante Zsuzsa Gyenes. “Mi hijo y yo todavía vivimos en un hotel. No hacen pruebas de las casas”.
Gyenes participó en varias acciones el 3 de febrero de este año. “Hubo una protesta cerca del lugar del accidente con un gran cartel: ‘No queremos morir’. Fue controversial”, dijo. “No todos quieren llamar más la atención a las consecuencias actuales del desastre”.
Creo que nos ignoran, pero la protesta fue bastante fortalecedora”, añadió. “Espero que los eventos organizados ese día ayuden a revitalizar nuestra lucha”.
La Casa Blanca anunció que el presidente Joseph Biden visitará East Palestine el 16 de febrero, la primera vez que está cediendo a la presión para hacer una visita.
“Espero que no sea solo para propaganda”, dijo Gyenes. “Espero que por fin venga a traernos más ayuda”. Los residentes han exigido que Biden declare el descarrilamiento de East Palestine como un desastre nacional, lo que abriría la posibilidad de recibir financiación federal. El gobernador de Ohio, Mike DeWine, solicitó la declaración de desastre en julio pasado.
Control obrero de los ferrocarriles
La videoconferencia de los sindicatos ferroviarios del 1 de febrero se centró en la Ley de Seguridad Ferroviaria que ahora está estancada en el Congreso. Los patrones ferroviarios se oponen a la ley, especialmente al requisito de que haya una tripulación de dos personas en todos los trenes. Eddie Hall, presidente de la Hermandad de Ingenieros de Locomotoras y Ferrocarriles, explicó los peligros de viajes de larga distancia con solo un maquinista.
Andrew Sandberg, en nombre del sindicato de trabajadores mecánicos AIM, dijo que desde que la introducción de los programas de precisión en los ferrocarriles en 2017, para aumentar las ganancias, ahora hay 3 mil menos mecánicos en esos ferrocarriles. Para reducir los costos operativos, los patrones ferroviarios han recortado el número de conductores, ingenieros, trabajadores de vía y mantenimiento, así como de locomotoras. “Y cuando despiden trabajadores, el mismo día obligan a los que quedan a trabajar horas extras”, dijo Sandberg. “Eso es peligroso.”
“La cultura de seguridad no ha cambiado”, dijo Brian DeLucia de la División Ferroviaria del Sindicato de Trabajadores del Transporte. “Representamos a los inspectores de vagones. Todavía hay localidades donde las inspecciones a trenes de 3 millas de largo se hacen por una persona sentada en su camión mirándolo pasar. Espero que no ocurra otra East Palestine, pero desafortunadamente temo que así será”.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ha anunciado nuevas audiencias públicas en East Palestine en junio para preparar un informe final sobre las causas del descarrilamiento. En las audiencias de la Junta aquí el verano pasado los representantes sindicales expusieron los peligros que las medidas con fines de lucro de los patrones ferroviarios han planteado tanto para los trabajadores ferroviarios como para la gente que vive cerca de las vías.
Ved Dookhun, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores al Senado de Estados Unidos por Pensilvania, se unió a las protestas aquí el 3 de febrero. Dookhun es conductor de ferrocarriles de carga y miembro del sindicato ferroviario SMART.
“Yo saludo la continua resistencia del pueblo trabajador en esta área y su exigencia de que Norfolk Southern y las agencias gubernamentales digan la verdad y aborden el impacto real del total desprecio patronal por la seguridad de los trabajadores ferroviarios y de los residentes por igual en su salud y bienestar”, dijo. “Mi partido explica que ya hemos superado el punto más bajo de la resistencia obrera, que el pueblo trabajador viene manifestándose y utilizando sus sindicatos para luchar contra los ataques de los patrones y su gobierno. La respuesta del pueblo trabajador aquí es una prueba más de eso”.
“El pueblo trabajador en East Palestine ha demostrado que ni los patrones ferroviarios ni el gobierno y sus diversas agencias actúan a favor de nuestros intereses”, dijo Dookhun.
“Más leyes y regulaciones gubernamentales no son la solución. Son los trabajadores ferroviarios y nuestros sindicatos los que deben actuar ahora. Podemos luchar por el control obrero de todas las operaciones ferroviarias, desde el tamaño de la tripulación hasta los horarios, para garantizar la seguridad en el trabajo y en la comunidad.
“Decimos que los sindicatos ferroviarios deben ejercer el poder sindical, para obligar a los patrones a contratar más trabajadores, mantener e inspeccionar el equipo y las vías. En cada tren debe haber una tripulación de cuatro personas, dos en la locomotora y dos en la parte trasera, y los trenes no deben tener más de 50 vagones”.