Unos 45 mil miembros de la Asociación Internacional de Estibadores ILA salieron en huelga el 1 de octubre, lo que provocó el cierre de tres decenas de puertos desde Maine hasta Houston. Es la primera huelga del sindicato desde 1977. Alrededor del 40% de las importaciones estadounidenses pasan por estos puertos.
Como decenas de miles de otros trabajadores, los obreros portuarios están luchando por un convenio que incluya aumentos que compensen por los altos precios, para defender la seguridad en el trabajo y proteger los empleos ante la amenaza de la creciente automatización.
La Alianza Marítima de Estados Unidos, el grupo patronal que representa a casi 200 empresas, se ha negado a negociar seriamente, atando sus esperanzas a la Casa Blanca y pidiendo que la administración invoque la Ley Taft Hartley. Esta ley antilaboral le permite al presidente obligar a los trabajadores a volver a su puestos durante un período de “reflexión” de 80 días. Hasta ahora no lo ha hecho.
Contrario a lo que dicen los grandes medios de que los trabajadores portuarios ya ganan enormes salarios, el salario inicial con el contrato actual es de 20 dólares por hora. Después de seis años, el salario puede subir a 39 dólares por hora, si acumulan suficientes horas para avanzar en la escala.
Si no trabajas suficientes horas, el salario no sube, sin importar cuánto tiempo hayas trabajado, dijo al Militante Mark Bass, presidente del Local 1410 del ILA y coordinador de la huelga en el puerto de Mobile. “Hay gente que ha trabajado hasta 12 años y aún no han alcanzado el salario máximo”.
Los estibadores a menudo no pasan tiempo con su familia debido a los horarios de trabajo y deben estar disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana. “Un barco puede llegar a media tarde y tenemos que trabajar hasta que se descargue, lo que puede durar muchas horas, incluso hasta el día siguiente”, dijo, “trabajando en todas las condiciones climáticas, con lluvia, aguanieve o nieve. Por otro lado, cuando los barcos no están en el puerto, no tenemos trabajo.
“La seguridad es una gran preocupación”, dijo. “La USMX está instalando cada vez más automatización, sin tener en cuenta los factores de seguridad, sin preocuparse por el ser humano que trabaja allí”.
Rick Johnson, miembro del sindicato Local 1351 del ILA, que organiza a los empleados administrativos y controladores que verifican la carga en el puerto de Barbours Cut en Texas, dijo al Militante que el número de empleados en las puertas ha sido reducido de 30 a 2. “Están utilizando escáneres automáticos y han eliminado estos puestos de trabajo”.
Jack Pennington, presidente del Local 28 del ILA, que trabaja como soldador, dijo al Militante que los trabajadores solían controlar las temperaturas de las unidades de refrigeración, pero que ahora lo hacen con un sistema remoto. Se suponía que una unidad con plasma debía mantenerse a 28°F bajo cero, dijo, pero la temperatura subió, no sonó ninguna alarma y el plasma tuvo que ser desechado.
Tim Harris, vicepresidente del Distrito de la Costa del Golfo Sur del ILA, dijo al Militante: “Estamos pidiendo más dinero, pero el dinero no cambia nada si no hay trabajo”.
En Miami, Eugene Dixon, presidente del Local 1416, destacó las luchas de los ferroviarios y la exitosa huelga de 17 mil miembros del sindicato de comunicaciones CWA en nueve estados del sureste. “Este es el momento adecuado para luchar”, dijo.
Una delegación del sindicato de trabajadores portuarios ILWU, que organiza a los estibadores y trabajadores de almacenes portuarios de la costa oeste, se unió a miles de miembros y partidarios del ILA en las líneas de piquetes de la Terminal Maher en Port Elizabeth, Nueva Jersey, el 1 de octubre.
Un número creciente de sindicatos han expresado su apoyo a la huelga. “Nosotros y nuestros hermanos y hermanas del ILA estamos librando la misma lucha”, dice un comunicado del sindicato ferroviario SMART-TD.
La declaración recuerda a los miembros que “no están obligados a cruzar una línea de piquetes”.
Los Teamsters emitieron una declaración de apoyo, y Sean O’Brien, el presidente del sindicato, se unió a la línea de piquetes del ILA en los muelles de Boston el 1 de octubre. “El gobierno de Estados Unidos debería quedarse f***king afuera de esta lucha”, dijeron los Teamsters, y agregaron: “No lo olviden: los Teamsters no cruzan las líneas de piquetes”.