Washington presiona a Ucrania para que no defienda su soberanía

Por Roy Landersen
11 de noviembre de 2024
Soldados ucranianos inspeccionan dron hecho en Irán caído. Moscú ha atacado Ucrania con 8 mil drones desde 2022. Aún con el 90% derribados, han causado miles de víctimas civiles.
Policía Nacional Ucraniana Soldados ucranianos inspeccionan dron hecho en Irán caído. Moscú ha atacado Ucrania con 8 mil drones desde 2022. Aún con el 90% derribados, han causado miles de víctimas civiles.

El pueblo trabajador ucraniano está al frente de la lucha contra el asalto de Moscú a su soberanía nacional. Pero también se enfrentan a los esfuerzos de Washington y sus aliados para presionar al gobierno ucraniano para que deje de combatir.

La invasión de Moscú ha generado la guerra más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Los gobernantes norteamericanos pretenden implantar la estabilidad con el fin de promover sus propios intereses en la región y afianzar su posición al frente del orden mundial imperialista que se está desintegrando.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, quiere que Washington y Berlín —los mayores proveedores de armas a Ucrania— levanten las restricciones que les impiden utilizar sus misiles de largo alcance para atacar objetivos militares en zonas más al interior de Rusia. Zelensky también propone que se invite a Kyiv a unirse a la OTAN, la alianza militar liderada por Washington.

El presidente Joseph Biden realizó una visita de un día a Berlín el 18 de octubre, donde habló con el canciller alemán Olaf Scholz sobre las propuestas de Zelensky. Se reunieron después con el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro del Reino Unido Keir Starmer. Scholz dice que su gobierno no suministrará a Ucrania los misiles crucero de largo alcance Taurus.

Una divergencia surgió en las reuniones. Biden y Scholz se oponen a que se le ofrezca a Ucrania la membresía en la OTAN por ahora, pero Macron y Starmer quieren usar la deseada futura membresía en la OTAN como incentivo para intentar empujar a Kyiv a que negocie con Moscú.

Una declaración de la Casa Blanca tras el encuentro solamente reconoció que los cuatro jefes de gobierno habían “discutido” las peticiones de Zelensky. La administración de Biden ha provisto a Ucrania con solo los armamentos mínimamente necesarios para evitar una derrota, pero no lo suficiente para repeler las fuerzas invasoras.

El pueblo trabajador de Rusia es el aliado clave de los trabajadores ucranianos. Ellos también enfrentan las mortales consecuencias de la guerra de Putin. Hay una creciente oposición a la guerra, tanto entre los soldados rusos y sus familias, como entre otros trabajadores.

Cumbre BRICS en Rusia

El presidente ruso Vladímir Putin fue anfitrión de una cumbre de jefes de gobierno de la alianza BRICS (fundada por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre.

Moscú y Beijing se encuentran en un conflicto cada vez más agudo con Washington, pero algunos otros gobiernos del grupo BRICS son neutrales o aliados de Estados Unidos.

Putin dice que la cumbre demuestra que su invasión de Ucrania no ha aislado a Moscú. El primer ministro indio, Narendra Modi, asistió, pero le dijo a Putin que estaba a favor de una “solución pacífica” al “problema entre Rusia y Ucrania”.

El restrictivo y lento ritmo de entrega de armas a Ucrania por parte de Washington y Berlín hace que Kyiv tenga que depender más de sus propios recursos para intentar frenar la invasión de Putin. Misiles de fabricación ucraniana están ahora alcanzando objetivos en Rusia a cientos de millas del frente.

A principios de octubre, los ataques con drones ucranianos alcanzaron depósitos de municiones y misiles en el suroeste de Rusia. Cientos de drones de ataque Shahed, de fabricación iraní, así como depósitos de bombas planeadoras y municiones suministradas por Corea del Norte, fueron destruidos.

Moscú lanzó 1,300 drones en ataques diarios contra ciudades en toda Ucrania en septiembre. Alrededor del 90% fueron derribados. En los tres meses hasta el 31 de agosto, casi 600 civiles ucranianos murieron en ataques de Moscú, y 2,700 resultaron heridos.

Copiosas bajas rusas

En septiembre, las fuerzas de Moscú sufrieron su mes más sangriento de la guerra hasta ahora, con 38 mil muertos o heridos graves. La guerra de desgaste de Putin usa a los soldados en ataques de “oleada de carne de cañón”, con gran número de bajas, tratando de abrumar las defensas ucranianas que se encuentran en una situación desfavorable en el frente de Donbás. Las bajas rusas han llegado a unos 115 mil muertos y 500 mil heridos desde el comienzo de la guerra.

Se calcula que más de 18 mil soldados rusos —más de la mitad de ellos reclutas— han desertado este año.

Moscú tiene dificultades para reclutar a pesar de haber cuadruplicado los incentivos financieros que ofrece a los soldados. Está reclutando a mercenarios desde Siria hasta África Central para cubrir vacíos en sus filas en el frente de batalla. Pero Putin sigue evitando una movilización a gran escala de hombres jóvenes. Teme que eso desencadene una oposición mayor entre los trabajadores y las nacionalidades oprimidas de la Federación Rusa.

Durante su visita a Moscú en julio, Modi le pidió a Putin que liberara a las decenas de ciudadanos indios que habían sido “engañados” con trabajos que no sean de combate en el ejército ruso. En realidad, fueron forzados a participar en los combates en Ucrania. Por lo menos cuatro soldados indios han muerto en el frente hasta ahora.

Putin cumplió, haciendo que 85 ciudadanos indios fueran liberados del ejército ruso a tiempo para la última visita de Modi.

La mitad de todos los proyectiles de artillería que Moscú utiliza para bombardear Ucrania son actualmente suministrados por el gobierno de Corea del Norte, que está preparando a miles de tropas para apoyar la guerra de Putin. En respuesta, el gobierno de Corea del Sur ha amenazado con levantar su prohibición a exportar ayuda militar a Ucrania.