NUEVA YORK — “Un año después del pogromo del 7 de octubre en Israel, no hay cambio en los objetivos reaccionarios perseguidos desde hace décadas por el régimen de Teherán y las organizaciones que dirige, Hamás, Hezbolá, los hutíes y otros”, dijo Dave Prince, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores. Prince estaba hablando sobre la creciente confrontación en el Medio Oriente en un evento del Militant Labor Forum el 19 de octubre en esta ciudad.
El pogromo anunció otro Holocausto, dijo Prince. Enarboló la bandera ensangrentada de que Palestina “será libre”, libre de judíos. Esto incluye la amenaza del régimen capitalista iraní de utilizar armas nucleares para alcanzar ese objetivo, con consecuencias horrendas para millones de judíos, palestinos y árabes en esa región, así como para millones de trabajadores por todo el mundo.
Foros similares han sido celebrados en ciudades por todo Estados Unidos, así como en Australia, Canadá y el Reino Unido.
El pogromo fue realizado por “escuadrones de la muerte entrenados”, recordó Prince a los 40 participantes del foro. “No se les puede definir de otra manera. Hamás tiene raíces históricas en el partido Nazi de Hitler” y comparte su objetivo de la “Solución Final”.
“Durante el pogromo, los escuadrones de la muerte masacraron a 1,200 hombres, mujeres y niños, sin importar edad, nacionalidad o sexo. Fueron especialmente brutales contra las mujeres, infligiendo violaciones y abusos sexuales”, dijo Prince. “Y abusos contra los hombres”.
“¿Por qué? Por ser judíos”.
Los escuadrones de la muerte de Hamás masacraron también a decenas de ciudadanos árabes de Israel, trabajadores inmigrantes y otras personas no judías. “Fueron perseguidos deliberadamente por asociarse con judíos”.
“Hamás tomó 250 rehenes”, dijo. “Más de 100 han sido liberados, otros han sido asesinados. Todos los rehenes deben ser liberados. No hay necesidad de un alto el fuego para que Hamás libere a los rehenes”.
“Tras el pogromo del 7 de octubre”, dijo Prince, “el Partido Socialista de los Trabajadores se puso sin vacilaciones en defensa del derecho de Israel a defender la seguridad de un refugio para los judíos.
“El PST no es neutral”, dijo. “Hemos hecho una amplia campaña a favor de la derrota de la capacidad de Hamás y Hezbolá, liderados por Teherán, de llevar a cabo pogromos cada vez más grandes. El partido ve esto, como todas otras cuestiones, en términos de clase: ¿Qué está a favor de los intereses de la clase trabajadora?”.
Prince describió la profunda oposición y aborrecimiento que siente la clase trabajadora de Estados Unidos hacia el pogromo. Esa es la respuesta de la gran mayoría de los sindicalistas en luchas sindicales o en luchas más amplias, en las comunidades obreras y entre los productores explotados de todo el mundo.
Millones de trabajadores están entrando en la política hoy en día, señaló Prince. Quieren saber: ¿Cuál es el origen de los pogromos y del odio a los judíos? ¿Se dirige el mundo hacia la Tercera Guerra Mundial?
La centralidad de luchar contra el odio antijudío no es una cuestión del Medio Oriente, sino una cuestión internacional, una cuestión de clase. A medida que se profundicen las crisis irresolubles del sistema de explotación capitalista, sectores de la clase gobernante buscarán como desviar la ira de capas de clase media inseguras o arruinadas, así como de un pequeño número de trabajadores desanimados, hacia afuera del capitalismo como la fuente de sus problemas.
“El odio antijudío y los pogromos son la bandera enarbolada por las fuerzas reaccionarias de todo el mundo contra todos los trabajadores”, dijo Prince. “Esto se planteará cada vez con mayor claridad a medida que se profundice la lucha de clases. La ilusión más grande es que la ‘democracia’ imperialista de Washington fue, es o puede ser una protección contra la reacción fascista”.
Intereses imperialistas de EEUU
“Washington nunca ha actuado en el Medio Oriente para luchar contra el odio antijudío”, dijo Prince. “Washington actúa en base de solo una cosa: los intereses económicos, militares y políticos de las familias capitalistas gobernantes de Estados Unidos en el Medio Oriente. Actúa en base de su determinación de seguir siendo la potencia imperialista dominante”.
En el período de discusión el dirigente del PST, Steve Clark, señaló que cuando cinco regímenes árabes reaccionarios lanzaron una guerra contra el recién creado estado de Israel en 1948, Washington impuso un férreo embargo de armas contra Israel. “Si no hubiera sido por el breve período en que el régimen estalinista de Moscú consideró útil permitirle al gobierno de Checoslovaquia vender armas a Israel”, el estado judío no hubiera tenido armas para defenderse.
Hoy existen divisiones tácticas dentro de la clase dominante norteamericana. Pero el gobierno de Joseph Biden ha presionado a Israel para que ponga fin a la guerra contra Hamás, acepte un alto el fuego en Gaza y deje de asestar golpes a Hezbolá. Al hacerlo, Biden está siguiendo los pasos del gobierno de Barack Obama, que trató de apaciguar a Teherán con el fin de promover los intereses de Washington.
Si el gobierno israelí hubiera seguido el curso impulsado por Washington, esto hubiera terminado en un desastre. Hamás, respaldado por Teherán, ha dicho una y otra vez que nunca descansará hasta que Israel y todos los judíos allí hallan sido eliminados.
Hoy en día hay dos grandes centros de población judía en el mundo, señaló Prince. Hay unos 7 millones de judíos en Israel, 7 millones en Estados Unidos y otros 2 millones en el resto del mundo. En su punto más largo, Israel se extiende por 260 millas, señaló Prince, “y en su punto más ancho alrededor de 70 millas, reduciéndose a 10 millas en el más angosto”.
Estos hechos muestran que Israel puede perder una guerra de desgaste prolongada.
Un gran porcentaje de la población de Israel vive en sus tres ciudades más grandes: Tel Aviv, Jerusalén y Haifa. Un ataque nuclear desde Teherán sería desastroso y aniquilaría por igual a palestinos, árabes y judíos. Alrededor del 20% de la población de Israel es árabe.
Israel es capitalista, divido en clases
En respuesta a una pregunta sobre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Prince respondió que es un político capitalista que “quiere y necesita el apoyo del imperialismo norteamericano. Lo que lo distingue, sin embargo, es que entiende que Israel debe actuar —y actúa— para defenderse, a pesar del ‘consejo’ de los gobernantes norteamericanos, porque sabe que puede haber un mundo sin Israel y sin judíos”. Esa lección del Holocausto no se puede olvidar.
Netanyahu sabe que los gobernantes norteamericanos, durante la Segunda Guerra Mundial y desde entonces, han actuado sin tener en cuenta las consecuencias para los judíos o Israel. Otro Holocausto sería un revés devastador no solo para los judíos, sino para el pueblo trabajador del Medio Oriente y de todo el mundo.
“Tengo un mensaje para ustedes”, dijo Netanyahu en un llamado de apoyo en la Asamblea General de la ONU el 27 de septiembre. “Israel ganará esta batalla. Ganaremos esta batalla porque no tenemos otra opción”.
El Partido Socialista de los Trabaja-dores se mantiene firme en la lucha por defender la seguridad de un refugio para los judíos, dijo Prince.
Pero esa lucha, añadió, se ve debilitada por el hecho de que Israel es un estado capitalista. El odio a los judíos es intrínseco a la época imperialista y seguirá alzando su horrible cabeza a menos que la clase trabajadora tome el poder político, en Israel y Palestina, en todo el Medio Oriente, en Estados Unidos y en todo el mundo.
En Israel se necesita lo mismo que en Estados Unidos y en todo el mundo. Se deben construir partidos revolucionarios arraigados en la clase trabajadora que puedan unir a los trabajadores, sean cuales sean sus creencias religiosas u origen nacional, para arrebatar el poder político de las manos de los explotadores capitalistas. En ese camino, se construirá la solidaridad que puede resolver los aparentemente insolubles conflictos entre pueblos de diferentes orígenes nacionales y raciales.
En respuesta a una pregunta sobre los derechos nacionales de los palestinos, Prince señaló que “Hamás no tiene nada que ver con las aspiraciones del pueblo palestino.
“Hamás ha situado sus operaciones militares en medio de centros de población, escuelas y hospitales. Yahya Sinwar era conocido por su brutalidad hacia los palestinos.
“El destino de los palestinos está ligado al destino de los judíos”, dijo Prince. “Será en la lucha contra el capital y el imperialismo, en la lucha para determinar qué clase gobierna, donde los trabajadores encontrarán el camino a seguir, incluida la solución de las cuestiones nacionales”.
¿Adónde iban a ir los judíos?
“Un Israel capitalista se volvió inevitable después de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto”, dijo Prince. “Esa historia es central para entender lo que está sucediendo hoy.
“La guerra de independencia de Israel de 1948”, dijo, “no surgió del sionismo, un movimiento burgués que data de hace 125 años organizado para crear una patria religiosa-nacional judía. Israel emergió del resultado de la segunda matanza imperialista y las traiciones del estalinismo a los acontecimientos revolucionarios desde fines de los años 20 a los años de la guerra y la posguerra, incluso en Francia, Alemania, España, Grecia y otros lugares, donde los trabajadores perdieron la oportunidad de tomar el poder.
“Los estalinistas traicionaron los prometedores avances en la construcción de partidos comunistas por judíos y árabes en la región. Esto incluyó el apoyo a ataques sangrientos contra los judíos por regímenes árabes reaccionarios. Los estalinistas también traicionaron los prometedores avances del movimiento obrero en Estados Unidos”.
Si los trabajadores hubieran tomado el poder en cualquiera de esos casos, “esto hubiera detenido o cambiado en gran medida el curso de la Segunda Guerra Mundial y sus resultados”, dijo Prince.
Al mismo tiempo, los gobernantes imperialistas de Estados Unidos y sus aliados en Canadá, el Reino Unido, Australia y otros lugares cerraron sus puertas a los judíos antes, durante y después del Holocausto nazi. Israel es el único país en la tierra que ofrece refugio incondicional a los judíos y los defiende con las armas en la mano.
“¿Adónde iban a ir los judíos?”, preguntó Prince.
“El azote del odio antijudío y los pogromos en la época imperialista”, dijo Prince, “solo puede resolverse si los trabajadores de todas las religiones y orígenes étnicos se unen en luchas revolucionarias para hacer una revolución socialista”.
En respuesta a una pregunta sobre la resistencia política al régimen en Irán, Prince dijo: “Teherán actúa según sus objetivos expansionistas de dominar la región política y económicamente. Esto ha tenido un gran costo para los trabajadores de la región y del interior de Irán”.
El régimen iraní es cada vez más odiado en el país, y sus aventuras militares en el extranjero y sus ataques a las condiciones de vida de los trabajadores estimulan la resistencia de los trabajadores petroleros, enfermeras, maestros, conductores de autobús, agricultores y otros trabajadores.
Muchos participantes del foro se quedaron después para una recepción y continuar la animada conversación.