El carácter crecientemente inestable del alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza quedó claro el 10 de febrero cuando Hamás anunció que aplazaría la liberación de tres rehenes israelíes prevista para el 15 de febrero “hasta nuevo aviso”. Esto demuestra por qué Israel debe desmantelar por completo al grupo reaccionario.
Al día siguiente el gabinete israelí votó unánimemente que “si Hamás no entrega a nuestros rehenes antes del sábado al mediodía, el alto el fuego terminará y las IDF [Fuerzas de Defensa de Israel] reanudarán el combate intenso hasta que Hamás sea totalmente derrotado”.
Dos días después, Hamás se retractó diciendo que proseguirá con la liberación de los rehenes.
Bajo el acuerdo de cese del fuego, Hamás aceptó liberar a 33 rehenes en los primeros 42 días. Los restantes 65, de los cuales al menos 35 están muertos, supuestamente serán liberados durante la segunda etapa del acuerdo.
Pero es muy sencillo, todos los rehenes deberían ser liberados inmediatamente, con o sin alto el fuego.
La segunda gran amenaza para la existencia de Israel y los judíos son los incesantes intentos de Teherán de crear armas nucleares y los medios para lanzarlas.
El líder supremo de Irán, Alí Jamenei, llama a Israel “un tumor canceroso” que debe ser “extirpado y destruido”.
Un nuevo Holocausto constituiría una derrota histórica tanto para los judíos como para el pueblo trabajador de todo el mundo.
Hamás torturó a los rehenes
Las condiciones cadavéricas de Eli Sharavi, Or Levy y Ohad Ben Ami, los rehenes liberados por Hamás el 8 de febrero, hizo recordar las fotos de hambrientos judíos sobrevivientes de los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Cada uno de los tres perdió alrededor del 30% de su peso durante los 16 meses de cautiverio.
Sharabi y Ben Ami fueron secuestrados del kibutz Beeri, cerca de la frontera con Gaza. La esposa y las dos hijas de Sharabi fueron asesinadas ese mismo día por los escuadrones de la muerte de Hamás.
Levy y su esposa se escondieron en un refugio antibombas luego de que Hamás atacara el festival de música Supernova. Los matones lanzaron granadas en el refugio. Levy fue capturado; su esposa Eynav fue asesinada.
Hamás está utilizando el alto el fuego para intentar reconstruir sus maltrechas fuerzas, reafirmar su control dictatorial sobre los palestinos en Gaza y preparar más pogromos contra los judíos y acciones destinadas a destruir a Israel. A cambio de los 16 rehenes liberados hasta ahora, Israel ha liberado a 670 palestinos, incluidos notorios terroristas.
Propaganda de Hamás
Un equipo de filmación de Hamás realizó una degradante “entrevista” con los tres rehenes como parte de la escenificada ceremonia de liberación. Se vieron obligados a agradecer a sus captores por “alimentarlos”, mantenerlos “a salvo” y “cuidarlos”.
Una vez de regreso en Israel pudieron decir la verdad. Dijeron que a menudo solo les daban una pita podrida cada tanto y les negaban agua durante días.
También informaron que habían sido torturados: colgados boca abajo del techo, quemados con un objeto caliente y amordazados con un paño hasta casi la asfixia.
Hamás tiene mucha experiencia en el uso de la tortura, una de las armas que ha utilizado contra los palestinos de Gaza desde que llegó al poder en 2006.
Israel existe como consecuencia de derrotas determinantes de la historia que sufrió el pueblo trabajador en los años 1930 y 1940. Poderosos movimientos revolucionarios en Alemania, España, Italia y Grecia fueron traicionados por los Partidos Comunistas estalinizados que se negaron a organizar a los trabajadores para derrotar a las fuerzas fascistas y tomar el poder en sus propias manos.
En Alemania el partido estalinista permitió que Adolf Hitler y los nazis llegaran al poder sin una lucha. Los nazis comenzaron a expulsar y luego a masacrar a los judíos. Cuando terminó la guerra, los nazis y sus cómplices habían asesinado al 40% de los judíos del mundo; dos de cada tres judíos de Europa.
Las potencias imperialistas “democráticas”, desde Washington hasta Londres, rechazaron a decenas de miles de judíos, condenando a muchos de ellos a la muerte. Y siguieron rechazándolos después de la guerra.
¿Adónde más podían ir los judíos? Israel se convirtió en el único refugio en el mundo para ellos.
Antes de regresar a Israel tras un viaje de una semana a Estados Unidos y de reunirse con el presidente Donald Trump, Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, dio una entrevista a Mark Levin en Fox News el 8 de febrero. Levin le preguntó sobre las demandas de que Israel acepte un estado palestino en su frontera, planteadas por algunos dentro de Israel y por gobiernos imperialistas “democráticos” en todo el mundo.
Israel tiene solo 263 millas de largo, 72 millas de ancho en su punto más ancho y solo 9 millas en su punto más angosto. Si Israel va a existir, no puede permitir en su frontera “una organización que está decidida a destruirnos”, dijo Netanyahu.
Él destacó el terrible precio que pagó el pueblo de Gaza porque Hamás lo utiliza como escudo humano.
A pesar de que la política de Hamás ha dejado a la mayor parte de Gaza en ruinas y a decenas de miles de personas muertas, el grupo afirma haber obtenido una gran victoria.
Incluso algunos de los terroristas liberados por Israel en virtud del acuerdo se horrorizan por la destrucción provocada por Hamás. Entre ellos se encuentra Muhammad Al-Tous, miembro de Fatah condenado a cadena perpetua por su papel en varios ataques terroristas. Miles de personas murieron en Gaza, dijo a Al-Mashhad TV, “¿para qué?”. Dijo estarles diciendo a sus hijos y nietos que no se unan a las operaciones militares contra Israel.
Una derrota decisiva de Hamás abriría espacio a nuevas fuerzas políticas y a luchas de clases más amplias que podrían unir a los trabajadores de todas las nacionalidades y religiones de la región en acciones conjuntas .
Washington busca ganancias
Netanyahu, un político capitalista, busca apoyo del imperialismo norteamericano, pero también sabe que Israel debe depender de sí mismo.
La anterior administración de Joseph Biden congeló la entrega de armas cruciales a Israel para presionarlo a poner fin a la guerra, con Hamás aún intacto. Algunos miembros del gobierno de coalición de Netanyahu y altos funcionarios del ejército querían ceder a esa presión.
Netanyahu dice que le dijo a su gabinete que incluso sin armas norteamericanas, “lucharemos con lo que tenemos. Pero si nos convertimos en un estado vasallo, no sobreviviremos”.
Bajo la administración Trump, Netanyahu espera que Washington no impida que Israel haga todo lo necesario para defender su existencia. La administración Trump ahora ha permitido el envío de algunas armas, incluidas bombas de 2 mil libras, que la administración Biden había congelado.
Netanyahu dejó en claro que Israel no está buscando una intervención militar norteamericana. “Hamás nos atacó. Nosotros nos ocuparemos de ellos”, le dijo a Levin.
Como toda administración norteamericana, el objetivo de la Casa Blanca de Trump no es la defensa del pueblo judío, sino impulsar la dominación y explotación de los recursos, la tierra y la mano de obra del Medio Oriente para beneficio de los capitalistas de Estados Unidos.
Trump ha dicho que quiere llegar a un acuerdo con el régimen de Irán para detener su programa de desarrollo de armas nucleares.
Para presionar por un acuerdo, le volvió a imponer duras sanciones económicas. Pero esas sanciones aumentan las dificultades para el pueblo trabajador en Irán, que ya enfrenta precios altísimos y condiciones de vida cada vez peores. Los trabajadores de Irán han salido a la calle en los últimos años para expresar su oposición al régimen y su aventurismo militar. Son el mayor aliado del pueblo trabajador de Israel.