Ante guerra económica de EEUU, vecinos en La Habana organizan cultivos y limpieza

Por Jonathan Silberman
y Martín Koppel
24 de marzo de 2025
Voluntarios en proyecto comunitario en Atabey, La Habana. Reciclan basura, producen compost y cultivan vegetales. Ana Morales (izq.), habla con el grupo. Al centro, Jover Araújo, director del proyecto. Derecha, Víctor Dreke, combatiente revolucionario de larga trayectoria.
Militante/Martín KoppelVoluntarios en proyecto comunitario en Atabey, La Habana. Reciclan basura, producen compost y cultivan vegetales. Ana Morales (izq.), habla con el grupo. Al centro, Jover Araújo, director del proyecto. Derecha, Víctor Dreke, combatiente revolucionario de larga trayectoria.

LA HABANA — Los residentes del reparto Atabey en esta ciudad capitalina están tomando iniciativas para cultivar alimentos y, al mismo tiempo, recoger y reciclar basura que se ha ido acumulando en su comunidad. Los desafíos que ellos están abordando —y que enfrentan los cubanos en toda la isla— son mayormente el resultado de la implacable campaña de Washington, por más de seis décadas, para asfixiar al pueblo trabajador cubano y su revolución socialista.

Durante un viaje reciente a Cuba, unos trabajadores socialistas de Estados Unidos y el Reino Unido fuimos invitados a conocer la experiencia de Atabey, un barrio en el oeste de La Habana.

“Iniciamos este trabajo hace más de un año”, nos dijo Jover Araújo Gutiérrez. “Unos vecinos prestaron un terreno que no usaban y ahí comenzamos a producir compost. En otro terreno cercano que estaba ocioso, estamos usando el abono para un organopónico”, un huerto urbano orgánico.

Los vecinos lo ven como su aporte a los esfuerzos para enfrentar la escasez de fertilizantes importados, provocada por las sanciones económicas de Washington contra Cuba.

“Estamos solo en las primeras etapas, pero en los últimos meses hemos tenido buenos resultados cultivando vegetales: pepino, lechuga, brócoli, ajo, perejil”, dijo Araújo, director del proyecto. “Entregamos los vegetales, sin cobrar, a escuelas, a personas mayores y hogares económicamente vulnerables”.

Araújo, un carpintero por cuenta propia que antes trabajó muchos años en fábricas, brinda su tiempo como voluntario junto con otros residentes cuando no está haciendo su empleo habitual.

Un domingo por la tarde, encontramos a una decena de vecinos trabajando allí. Algunos llenaban bolsitas con tierra enriquecida de abono para sembrar gandules, una buena fuente de proteínas. José Jerónimo Estévez, un maestro jubilado, nos indicó un cantero donde pronto se cultivarán plantas medicinales. Estévez es representante electo de uno de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), organización nacional que involucra a la población a nivel del barrio.

Roxana Hernández Quintana, de 24 años, empleada de la universidad tecnológica de La Habana, nos dijo que ella forma parte de un grupo de una veintena de jóvenes, llamado “Futuro de Atabey”, que trabajan como voluntarios los domingos en este proyecto.

Ana Morales Valera, delegada electa en Atabey al gobierno local, conocido como la asamblea municipal del Poder Popular, ha sido una fuerza motriz de esta iniciativa. El proyecto es producto de muchas discusiones y trabajo por parte de los residentes, entre ellos dirigentes del Partido Comunista de Cuba, los CDR y otras organizaciones de masas.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Fundación Climática IRIS, un grupo cubano sin fines de lucro, y recibe fondos del ministerio de ciencia, tecnología y medio ambiente de Cuba.

Araújo explicó que los voluntarios preparan el compost triturando ramas y hojas de árbol y combinando eso con estiércol, tierra y agua, a lo que añaden lombrices.

Recogida, reciclaje de basura

Al ir involucrando a la comunidad en el cultivo de verduras, explicaron Araújo y Morales, también han comenzado a abordar otro reto: las pilas de basura sin recoger que se han acumulado en los últimos dos años.

Este problema ha afectado a barrios residenciales en toda la ciudad. La mayoría de los camiones recolectores de basura en La Habana han quedado paralizados por la falta de combustible importado y de piezas de repuesto, causadas por la guerra económica de Washington contra Cuba. A pesar de estas escaseces, el gobierno cubano ha dedicado recursos para mejorar la recogida de basura, y en algunas zonas de La Habana como Vedado y Miramar se han eliminado algunos de los vertederos que habían proliferado en muchas cuadras.

Los residentes de Atabey decidieron rescatar la mayor cantidad posible de la basura. “Una buena parte no es basura: la llamamos materia prima”, dijo Araújo. Los desechos orgánicos se separan para usarlos en la producción del compost. Las ramas y troncos más grandes serán llevados a pequeños talleres industriales para servir de combustible.

Ellos también separan y clasifican artículos inorgánicos para venderlos a diferentes fábricas de reciclaje en La Habana. “Estos plásticos se pueden convertir en bidones de gasolina. Aquellos sirven para hacer botellas de agua y de jugos”, dijo Araújo, señalando dos pilas. Un vecino ofreció un espacio en su patio delantero para almacenar temporalmente estos materiales. “Miembros de los CDR ayudan a recoger materia prima como aluminio, vidrio y plástico”, dijo Estévez, el representante del CDR.

Este reciclaje ha facilitado enormemente el trabajo de los empleados estatales que pasan regularmente a podar ramas, cortar maleza y recoger basura. Las pilas insalubres y antiestéticas de basura en Atabey prácticamente han desaparecido. Y los residentes sienten un orgullo al contribuir a la limpieza de su comunidad. “Nuestro proyecto se llama ‘Atabey: Un jardín sin vertederos’”, dijo Morales.

“Cuando ves que tu vecindario no está limpio, sin solución a la vista, puede desanimar”, dijo Araújo. “Pero cuando trabajamos juntos, entonces podemos encontrar soluciones. Muestra que ‘Sí se puede’. Y también nos sentimos motivados porque tenemos el pleno respaldo de nuestro gobierno”.

Morales, la delegada municipal del Poder Popular, ha estado compartiendo las experiencias de Atabey con delegados y residentes de otras zonas cercanas. “Lo que estamos haciendo aquí muestra lo que es posible hacer”, dijo. “De eso se trata la Revolución Cubana”.