Gobierno Israelí dice: Hamás debe ser desmantelado y rehenes liberados

Por Seth Galinsky
24 de marzo de 2025
Matones de Hamás “protegen” camión con ayuda en Rafah, diciembre de 2023. Hamás se roba gran parte de la ayuda enviada a Gaza, la usa para reafirmar su régimen dictatorial y financiar nuevos pogromos. Israel insiste que Hamás debe ser destruido y los rehenes liberados.
Associated PressMatones de Hamás “protegen” camión con ayuda en Rafah, diciembre de 2023. Hamás se roba gran parte de la ayuda enviada a Gaza, la usa para reafirmar su régimen dictatorial y financiar nuevos pogromos. Israel insiste que Hamás debe ser destruido y los rehenes liberados.

Con el fin de la primera fase del alto el fuego entre Israel y Hamás, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha dejado en claro que Israel no aceptará ningún acuerdo que deje a Hamás en el poder en Gaza o con la capacidad de llevar a cabo pogromos antijudíos futuros, como lo hizo el 7 de octubre de 2023.

Israel también enfrenta el desafío de que el régimen de Irán, el más importante patrocinador de Hamás, está acelerando su curso hacia la fabricación y lanzamiento de armas nucleares, lo que amenaza la existencia misma de Israel.

Netanyahu anunció el 2 de marzo que Israel ha ofrecido extender el alto el fuego hasta el 20 de abril, después de la festividad musulmana de Ramadán, de un mes de duración, y de la pascua judía. Esto, dijo, depende de que Hamás libere a la mitad de los rehenes restantes.

Pero Hamás se ha negado a menos que Israel acepte retirar todas sus tropas de Gaza, incluido del Corredor de Filadelfia a lo largo de la frontera con Egipto, y acepte un alto el fuego permanente. Sólo entonces, dijo, liberará a los 59 rehenes restantes. A lo sumo 24 permanecen vivos, en cautiverio bajo pésimas condiciones.

El 4 de marzo el gobierno egipcio obtuvo el respaldo de una cumbre de la Liga Árabe a su alternativa a la propuesta del presidente Donald Trump de que los residentes de Gaza sean evacuados y el territorio entregado a empresas norteamericanas para que la reconstruyan, una medida destinada a ampliar el alcance de los gobernantes capitalistas norteamericanos en la región.

El Cairo dice que quiere reconstruir el territorio y ponerlo a cargo de un comité “tecnocrático”. Hamás le dio la bienvenida al plan. Pero Israel no está dispuesto a aceptar ningún acuerdo en el que Hamás siga siendo capaz de funcionar.

Hamás elogió a un hombre druso, cuya familia dice que era un enfermo mental, después de que apuñaló a cuatro personas en Haifa, Israel, el 3 de marzo, matando a Hassan Karim Dhamsheh, de 70 años. Dhamsheh, al igual que dos de las otras víctimas, es un ciudadano árabe de Israel.

En el plan de 91 páginas para Gaza de la Liga Árabe “no hay ni siquiera una condena a esta entidad terrorista asesina”, señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel.

Hamás es un obstáculo mortal para todos los trabajadores. No sólo tiene como objetivo la destrucción de Israel y de librarlo de todos los judíos, sino que apoya el asesinato de árabes que viven o trabajan con judíos o de cualquiera que se oponga al gobierno burgués reaccionario de Hamás, sin importar sus creencias religiosas o su nacionalidad.

El desmantelamiento de Hamás no resolvería los problemas que enfrentan los trabajadores en Gaza ni garantizaría la existencia de Israel, pero abriría espacio y ganaría tiempo en el Medio Oriente para que los trabajadores de todas las nacionalidades encuentren formas de unirse para defender sus intereses de clase.

¿Reinicio de la guerra en Gaza?

Hamás e Israel se están preparando para el posible reinicio de la guerra.

A pesar de los fuertes golpes que ha recibido durante los últimos 17 meses, el grupo reaccionario ha estado aprovechando el alto el fuego para reagruparse. Han comenzado a reparar algunos de sus túneles subterráneos y a utilizar bombas que no explotaron para fabricar nuevos dispositivos.

Cinco divisiones de las Fuerzas de Defensa de Israel —unos 50 mil soldados— están desplegadas alrededor de Gaza, listas para volver al combate. “Si Hamás no libera pronto a los rehenes”, dijo el Ministro de Defensa israelí, Israel Katz, “reanudaremos el combate, y Hamás se enfrentará a las FDI con una intensidad y de maneras que nunca antes ha visto”.

El debilitamiento de Hamás, la destrucción de gran parte de las fuerzas de su aliado Hezbolá en Líbano y la caída de la dictadura de al-Asad en Siria, respaldada por Teherán, han retrasado los objetivos expansionistas de los gobernantes iraníes, incluido el de destruir a Israel. Pero el régimen iraní sigue buscando formas para reconstruir a Hamás y a Hezbolá, y de producir armas nucleares.

La Agencia Internacional de Energía Atómica de la ONU ha advertido que Teherán tiene suficiente uranio de grado cercano al necesario para seis armas nucleares. Se cree que Teherán ha construido una instalación de enriquecimiento de uranio a cientos de metros bajo tierra en las Montañas de Zagros.

Según el Jewish News Service, Teherán podría construir un misil capaz de lanzar un arma nuclear rudimentaria en un año y medio o menos. Eso le daría a Teherán la capacidad de atacar ciudades israelíes y causar otro Holocausto.

“No tenemos mucho tiempo”, dijo el Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, a Politico en una entrevista publicada el 26 de febrero. No detener el programa nuclear de Irán sería una “catástrofe para la seguridad de Israel”.