“Nuestras experiencias en Estados Unidos confirman que ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador”, dijo Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en su informe sobre el proyecto de resolución política ante el congreso del partido en diciembre de 2022.
Esa conclusión y sus consecuencias para la actividad política, a la vez que continúan sucediendo grandes cambios en la política norteamericana y mundial, estará al centro de una Conferencia Internacional Educativa organizada por el PST a celebrarse en la universidad Oberlin College en Oberlin, Ohio, del 8 al 10 de junio.
Las presentaciones de dirigentes del partido, las clases y las discusiones formales e informales ofrecen una oportunidad para que los participantes profundicen su comprensión política de las ramificaciones explosivas que representan estos cambios para los trabajadores y agricultores. Los asistentes al encuentro tendrán la oportunidad de evaluar sus experiencias comunes y aumentar su eficacia para avanzar el curso político adoptado por la convención y presentado en la resolución del PST.
La resolución es el elemento central de un nuevo libro de la editorial Pathfinder, Ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador: El Partido Socialista de los Trabajadores mira hacia adelante por Barnes, Mary-Alice Waters y Steve Clark. El partido lo está utilizando como parte de su actividad para ganar nuevos suscriptores al Militante, así como en las campañas electorales del PST para cargos estatales y locales y las campañas de las Ligas Comunistas en Canadá y otros países. El libro fue distribuido en febrero en eventos en Cuba, incluida una conferencia de editores y escritores (vea la charla de Mary-Alice Waters en la edición del 13 de marzo).
Participarán en el encuentro miembros del PST y de sus partidos hermanos en otros países, así como trabajadores, sindicalistas, jóvenes y otros con los que han estado trabajando y luchando para resistir los ataques de los patrones y su gobierno.
Que han estado construyendo y fortaleciendo sindicatos a través de la solidaridad con huelgas y en otras formas. Que están trabajando con pequeños agricultores y ganaderos que enfrentan deudas aplastantes y devastación como resultado de la crisis capitalista.
Los miembros del PST participan junto con otros en acciones para defender los derechos de la mujer; en actividades de solidaridad con la defensa de la independencia nacional del pueblo ucraniano; en protestas contra actos de odio contra los judíos en Estados Unidos y otros países; en defensa de la revolución socialista de Cuba y en oposición a la guerra política y económica de Washington de décadas contra esa revolución; para apoyar las protestas de trabajadores en Irán; en protestas contra la brutalidad policial; y otras acciones sociales y políticas que sirven los intereses de la clase trabajadora.
En la conferencia de este verano también participarán partidarios que ayudan a organizar la producción, impresión y distribución de los libros de Pathfinder. Estos esfuerzos voluntarios son una parte esencial del trabajo para producir nuevos títulos y mantener impresos cientos de libros de líderes comunistas en Estados Unidos y en todo el mundo.
Estos incluyen las obras de Carlos Marx, Federico Engels, V.I. Lenin y León Trotsky; de dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores desde su fundación hasta hoy; y obras de líderes revolucionarios desde Malcolm X, Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, hasta Thomas Sankara, Vilma Espín y Maurice Bishop.
Oportunidades políticas
Estas oportunidades para organizar y actuar en base al curso comunista del PST marcan un cambio en el repliegue en que se ha encontrado la clase trabajadora y el movimiento sindical en Estados Unidos durante décadas.
En los últimos años ha aumentado el uso de los sindicatos y la actividad para construir sindicatos por parte de los trabajadores. Más trabajadores y sindicalistas están haciendo valer la solidaridad de clase necesaria para resistir eficazmente la intensificación del trabajo, jornadas laborales más largas, condiciones inseguras, sueldos azotados por la inflación, la falta de trabajo estable y la ruina social y moral producida por la crisis de producción y comercio del capitalismo norteamericano y mundial.
Como señala la resolución, “Los salarios reales, ajustados por inflación, se han estancado desde los años 70. La tasa de natalidad está cayendo. La expectativa de vida en Estados Unidos ha bajado a 76 años, el nivel más bajo en más de un cuarto de siglo. Los agricultores explotados se ven más endeudados y a veces hasta expulsados de sus tierras”. Todo esto representa un voto en contra del futuro mismo del capitalismo.
Los sindicatos de panaderías y otras industrias alimentarias, en las minas, ferrocarriles de carga, hospitales, astilleros y fábricas de implementos agrícolas, los camioneros y trabajadores de otros sectores han organizado una mayor resistencia, incluso con reñidas huelgas. Estas luchas refuerzan las luchas sociales de largo plazo para acabar con la discriminación racista contra los africano americanos, combatir el odio contra los judíos e impulsar la emancipación de la mujer.
El alcance y las formas de las luchas de los trabajadores y agricultores difieren de una parte del mundo imperialista a otra, pero la valoración hecha en la resolución de que ya superamos el punto más bajo de la resistencia se extiende mucho más allá de Norteamérica.
No se trata de hacer predicciones o profecías. Es un reconocimiento de que los trabajadores y otros productores explotados por todo el mundo necesitan, cada vez más, estar preparados políticamente —clase contra clase— para las crisis, guerras y batallas políticas actuales y cada vez más profundas.
Sin caminos separados
En la convención de diciembre, se presentaron tres informes para profundizar en la discusión del proyecto de resolución presentado por el Comité Nacional del PST. Barnes presentó el informe político de apertura. Mary-Alice Waters presentó un informe sobre “La erosión de la familia por el capitalismo y el camino proletario a la emancipación de la mujer”. Y Mary Martin, la directora del trabajo sindical del PST, abordó el trabajo de los miembros del partido en la construcción de los sindicatos y para avanzar un curso de lucha de clases para el movimiento sindical.
Un hilo programático central fue la conexión inseparable entre el programa proletario revolucionario del partido y su actividad para fortalecer los sindicatos y su participación en las luchas sociales. “La composición de clase del partido debe corresponder a su programa de clase”, escribió el dirigente comunista León Trotsky en 1940. Eso ha sido una piedra angular del partido desde sus orígenes en 1919, como parte de la recién formada Internacional Comunista dirigida por Lenin, Trotsky y otros líderes de la Revolución Bolchevique de 1917 en Rusia.
La resolución y los informes subrayaron que el pueblo trabajador en Estados Unidos y en otras partes podrá organizarse y luchar eficazmente contra las crecientes guerras y amenazas de guerra —desde Europa hasta el Pacífico y Asia, el Medio Oriente y otros lugares— solamente a través de la lucha para forjar un partido proletario que impulse la lucha por el poder obrero.
No existe un “camino hacia la paz” fuera de esta línea de marcha de la clase trabajadora para acabar con el dominio capitalista y abrir un futuro para la humanidad. Los trabajadores con conciencia de clase no tienen una política revolucionaria para tiempos de paz y una política de paz para tiempos de guerra, como siempre lo ha explicado el movimiento comunista.
Siguiendo este curso, el objetivo debe ser quitarle el poder de hacer la guerra al gobierno de los patrones y sus partidos gemelos, los republicanos y los demócratas.
No hay intereses comunes entre las clases trabajadoras y productoras por un lado, y los gobernantes capitalistas y sus partidos por el otro. No hay un “nosotros” que abarque a todas las clases, no hay un camino por encima de las clases para combatir la creciente inflación, las crisis de empleo y vivienda, y la intensificación del trabajo de los patrones y los ataques a la seguridad en el trabajo.
Tampoco hay algún “camino hacia la liberación de los negros o la emancipación de la mujer independiente y aparte de la lucha de la clase trabajadora para afrontar las crisis sociales del capitalismo que recaen sobre los trabajadores y sus familias”, señala la resolución. “A su vez, eso requiere una perspectiva de lucha de clases para abordar los desafíos y las responsabilidades que recaen principalmente sobre la mujer como gestadora y criadora de nueva vida”.
A este respecto, dijo Waters, no hay mejor guía que lo que Federico Engels, fundador con Carlos Marx del movimiento obrero comunista, escribió en 1885: “La verdadera igualdad entre el hombre y la mujer solo puede convertirse en realidad cuando la explotación de ambos por el capital haya sido abolida, y el trabajo privado en el hogar haya sido transformado en una industria pública”.
La batalla para acabar con la condición de segunda clase de la mujer está entrelazada con la transformación de todos los aspectos de las relaciones económicas y sociales opresivas perpetuadas por el capitalismo. Es parte integral de la lucha de la clase trabajadora para combatir el deterioro de las condiciones que enfrentan más y más familias, desde la falta de atención médica, vivienda y cuidado infantil asequibles; a los flagelos de la adicción a las drogas, los juegos de azar promovidos por el gobierno, la violencia doméstica y más. La oposición a las leyes federales, estatales o municipales que restringen el acceso al aborto médicamente seguro forma parte de esa lucha más amplia.
Solo a través de un curso revolucionario, arraigado en la moral proletaria basada en la solidaridad humana, se podrán transformar las relaciones sociales y reemplazar la moral burguesa a la que recurren las clases dominantes para justificar las brutalidades del dominio imperialista en todo el mundo.
Lucha proletaria contra la guerra
Desde el inicio del asalto de Moscú contra Ucrania hace más de un año —la primera guerra a gran escala en Europa desde la Segunda Guerra Mundial— el PST ha hecho campaña activamente para exigir la retirada inmediata e incondicional de las tropas de Moscú.
El régimen de Putin pretende borrar la existencia misma del pueblo ucraniano como nación independiente y soberana, encarcelándolo nuevamente en un resucitado “Gran Imperio Ruso”. Mientras los ucranianos resisten valientemente la invasión, Moscú ha intensificado los ataques genocidas con misiles y drones contra edificios de apartamentos y otros objetivos civiles, incluida la infraestructura de electricidad, calefacción, agua potable, saneamiento, transporte y otras necesidades para la vida civil.
El partido exige la retirada de todas las tropas norteamericanas y tanto las armas convencionales y nucleares como los sistemas de misiles de los países miembros de la OTAN y de otras partes de Europa. Exige el fin del amplio embargo impuesto a Rusia por las clases dominantes imperialistas de Estados Unidos, Europa y otros países. Tales sanciones económicas y financieras recaen primordialmente sobre el pueblo trabajador, que, junto con los soldados rusos, pueden ser ganados como aliados para repeler la invasión de Moscú.
Washington está fortaleciendo alianzas con gobiernos imperialistas y capitalistas en el Pacífico y Asia para defender sus ganancias y prerrogativas, mientras que los gobernantes capitalistas de Beijing propulsan su expansión económica y militar. Están creciendo las amenazas respecto a Taiwán, las reclamaciones encontradas por la soberanía de las cadenas de islas en el Mar de China Meridional y por la acumulación de fuerzas militares norteamericanas desde Corea del Sur hasta Filipinas y Australia.
En el Medio Oriente el impulso de Teherán para extender la contrarrevolución del régimen clerical burgués crea el peligro de una mayor conflagración. Teherán también está proporcionando drones letales y otra asistencia técnica para la campaña de ataques con misiles de Moscú contra la población civil de Ucrania.
Estos peligros se multiplican por el objetivo declarado de los gobernantes iraníes de destruir el estado de Israel, su promoción del creciente odio contra los judíos en todo el mundo y sus rápidos avances en el desarrollo de un arsenal nuclear estratégico y un sistema de lanzamiento de misiles balísticos.
El freno más importante a estos peligros es el pueblo trabajador de Irán —de origen persa, kurdo, azerbaiyano, baluchi y de otros orígenes nacionales— cuyas movilizaciones masivas desde fines de 2022 han superado en tamaño y alcance incluso a las de los últimos años.
Washington continúa su guerra económica, comercial, financiera y política contra el pueblo trabajador de Cuba, implementada por todas las administraciones demócratas y republicanas por 65 años desde la Revolución Cubana de 1959. Durante esas décadas, el PST ha luchado sin descanso por el fin inmediato e incondicional de estas políticas hostiles del gobierno norteamericano. Como dice la resolución del PST, “el mensaje sin tapujos que los acaudalados gobernantes norteamericanos envían a los trabajadores aquí y en todas partes es el siguiente: ‘Esto es lo que les va a pasar a ustedes si trabajan y luchan para emular la revolución socialista cubana’.
“Ya sea en las páginas del Militante, o en un discurso de la campaña del PST, en el umbral de una puerta o en una línea de piquetes, ya sea en la Feria Internacional del Libro de La Habana y otras actividades en Cuba”, dice la resolución, “lo que decimos y hacemos respecto a la Revolución Cubana no empieza con la pregunta: ‘¿Cómo le va a Cuba?’”. Más bien, la pregunta que planteamos y contestamos es: ‘¿Cómo nos va a nosotros?’
“Eso es lo que los revolucionarios cubanos quieren saber ante todo. ¿Cómo estamos avanzando como partido proletario por nuestro camino para emular los logros históricos del pueblo trabajador cubano?”
La clase trabajadora en Estados Unidos y otros países debe luchar por nuestros intereses de clase independientes, por los de nuestros aliados explotados, así como el uno por el otro, en el camino hacia la conquista revolucionaria del poder estatal: Un camino hacia la revolución socialista mundial. De lo contrario, los conflictos entre las clases dominantes nacionales rivales se volverán más explosivos y peligrosos para toda la humanidad.
Libertades constitucionales
El mismo curso obrero independiente es necesario para defender las libertades protegidas por la Constitución norteamericana, lucha que hoy está al centro de la lucha de clases en Estados Unidos, dice la resolución del PST.
Los derechos y libertades necesarios y utilizados por los trabajadores no nos fueron “otorgados” en la Constitución. Muchas libertades habían sido ganadas por el pueblo siglos antes de que Estados Unidos fuera establecido. Otras fueron conquistadas por granjeros, trabajadores y esclavos en el curso de la primera y segunda revolución de Estados Unidos (la Guerra de Independencia, la Guerra Civil y la Reconstrucción Radical), así como en las batallas de clases desde entonces.
El obligar a los gobernantes a poner estas libertades por escrito en la Constitución, incluidas las primeras 10 enmiendas y las enmiendas 13, 14 y 15 posteriores a la Guerra Civil, fue una conquista del pueblo trabajador. Al hacerlo, dice la resolución del PST, se introdujo “un grado de estado de derecho y límites por escrito a la autoridad de los gobernantes de pisotear los intereses populares y regionales, tanto rurales como urbanos, así como otras expresiones de diversidad social, cultural, religiosa, racial y nacional entre la mayoría trabajadora del vasto continente”.
“La posición del partido proletario de defender incondicionalmente la libertad constitucional de culto”, enfatiza la resolución, “es inseparable de su defensa de la libertad de expresión y asamblea”.
La clase obrera y sus generaciones
El programa del PST se basa en la confianza del partido en la clase trabajadora y sus nuevas y venideras generaciones.
“Esto es lo contrario de las fuerzas burgueses y de clase media que hacen campaña en torno a la ‘explosión demográfica’”, dice la resolución. Esa “demagogia antiobrera de ‘sobrepoblación’ todavía abunda entre los ‘ambientalistas’ burgueses y de clase media, los catastrofistas climáticos, los científicos y las organizaciones que dicen defender los derechos de la mujer. Ejemplo de esto es el ‘asesoramiento’ que ofrecen a las mujeres obreras y sus cónyuges, que a menudo presentan falsamente como planificación familiar, para que traigan menos hijos al mundo”.
Más de un siglo antes, el dirigente bolchevique ruso V.I. Lenin había denunciado “el carácter reaccionario y repugnante” de esa perspectiva. El dirigente comunista la contrastó con “la del ‘trabajador consciente’ que confía en ‘el movimiento obrero y sus objetivos’ y más bien dice: ‘Ya estamos sentando las bases de una nueva edificación y nuestros hijos terminarán la obra’”.
Y “¡sus hijos, y los hijos de sus hijos!” agrega la resolución del PST.
Ahí es donde miran los ojos de los trabajadores con conciencia de clase. Nuestros ojos están puestos en nuestra clase, en nuestra alianza combativa con los agricultores y otros productores explotados, aquí y en todo el mundo. Nuestros ojos están puestos en nuestras luchas, en nuestros sindicatos y en construir y fortalecer el movimiento obrero.
El PST se rehúsa a subordinar la solidaridad de clase contra clase, la independencia de la clase trabajadora y nuestro curso internacionalista proletario a una supuesta “elección” de si el régimen de Putin en Moscú o el relativamente más fuerte gobierno en Beijing tienen “más que ofrecer” en un supuesto mundo multipolar de potencias capitalistas rivales y las adineradas familias gobernantes que defienden.
Partido obrero basado en sindicatos
Durante una segunda ronda de votación en las elecciones para el senado en el estado de Georgia, los patrones y sus periódicos y cadenas de televisión que les sirven trataron de convencer al pueblo trabajador de que era muy importante para nosotros el resultado de la elección entre el candidato demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker (por primera vez en una elección para el senado, una contienda entre dos candidatos africano americanos).
Pero no había nada de interés para el pueblo trabajador en esas elecciones de diciembre de 2022 o en su resultado. No había un “mal menor” para la clase trabajadora y los sindicatos en esa contienda de Georgia, o en cualquier otra entre los partidos capitalistas en otras partes de Estados Unidos.
Lo que sí es importante para nosotros es forjar un partido que hable y actúe a favor de los intereses de la clase trabajadora y los oprimidos, independiente de cualquiera de los partidos políticos y candidatos de los patrones. Un partido que rechace la política de resentimiento, que es utilizada demagógicamente por ambos partidos de los explotadores para tratar de enfrentar entre sí a los trabajadores y a capas inseguras de la clase media.
Es por eso que el Partido Socialista de los Trabajadores defiende y explica a los trabajadores en Estados Unidos, a través del Militante, las campañas electorales del PST y a cualquiera que esté luchando al lado de sus miembros, la necesidad de un partido obrero basado en nuestros sindicatos.
Construyendo los sindicatos
La resolución adoptada por la convención de diciembre fue editada para su publicación en el nuevo libro a la luz de la discusión y las lecciones de la experiencia del partido en la lucha de clases. El fortalecimiento más sustancial fue en la sección final sobre la actividad de los miembros del partido junto con otros en los sindicatos para construir el movimiento obrero.
“Hacemos todo lo posible para actuar como sindicalistas activos, atentos, bien informados y competentes”, dice la resolución.
“Esa es nuestra tarea como miembros del partido y como miembros de nuestros sindicatos. Esa es nuestra orientación proletaria y continuidad marxista. Ha sido puesta a prueba y confirmada en la práctica por el liderazgo con perspectiva de lucha de clases en las batallas de los Teamsters de los años 30. Y también por nuestro trabajo sindical desde entonces, incluido durante el viraje a la industria realizado por el partido desde mediados de los años 70”.
Ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador: El Partido Socialista de los Trabajadores mira hacia adelante comienza con un artículo del Militante del año pasado que informa sobre la Conferencia Internacional Educativa de junio de 2022 en Ohio, organizada por el PST. Participaron unos 350 trabajadores de 11 países. Los lectores del Militante interesados en participar en la próxima conferencia de verano obtendrán una idea en ese artículo del tipo de discusiones y actividades organizadas en estas reuniones.
Las ramas del PST están comenzando un esfuerzo esta primavera para ganar nuevos suscriptores a este semanario proletario y para hacer que el nuevo libro llegue a manos de la mayor cantidad posible de trabajadores. La evaluación de los resultados y la preparación para ampliar el alcance del partido en el verano y el otoño será una pieza central de la Conferencia Educativa, incluidos los últimos cinco meses de actividad de las campañas electorales del PST para cargos estatales y locales, desde la campaña para el senado por el estado de Nueva Jersey, a las contiendas para alcalde en Chicago, Filadelfia y Fort Worth, Texas. Y las campañas de las Liga Comunistas en Australia, Canadá y el Reino Unido.
Si desea ser parte de los próximos pasos para construir y reclutar al Partido Socialista de los Trabajadores y al movimiento comunista mundial, comuníquese con una de las ramas del partido de las listadas en el directorio.