UNION CITY, Nueva Jersey — “Vean las fotos de decenas de miles de personas coreando consignas en el funeral del opositor ruso Alexei Navalny”, dijo John Studer, director del Militante, en un programa del Militant Labor Forum aquí el 2 de marzo. Esa es la respuesta “a cualquiera que piense que la muerte de Navalny destruiría la oposición a Putin y a su guerra contra la nación y el pueblo de Ucrania”.
“Hace una semana el pueblo de Ucrania marcó dos aniversarios”, dijo Studer, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores. “Hace diez años, meses de movilizaciones de trabajadores y jóvenes culminaron con el derrocamiento de Viktor Yanukovich, el presidente de Ucrania aliado de Moscú”. Studer formó parte de tres equipos de reporteros que fueron a Ucrania tras lo que se conoce como la revolución del Maidán.
El segundo aniversario es el inicio de la guerra del presidente ruso Vladímir Putin, hace dos años, “para conquistar Ucrania y subyugarla una vez más”, dijo. “La invasión de Moscú tenía como objetivo matar a los dirigentes de Ucrania, a quienes Putin pinta falsamente como nazis”, a la vez que niega que Ucrania es un verdadero país.
Una semana después del comienzo de la guerra, Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, emitió una declaración en nombre del Comité Nacional del partido al respecto.
“Sigue vigente”, dijo Studer. Explica por qué los trabajadores deben apoyar la independencia de Ucrania y exigir el retiro de las fuerzas de Moscú. La declaración está disponible en themilitant.com.
“La invasión de Putin es la primera gran guerra en suelo europeo desde la segunda guerra mundial imperialista”, dijo Studer.
“Fue un hito que marcó una serie de cambios en las alianzas entre las potencias capitalistas, un renovado rearme y la amenaza de más guerras. Dio otro paso gigante con el pogromo cometido por Hamás el 7 de octubre contra los judíos.
“Estos eventos ocurren después de la desintegración del régimen estalinista de la Unión Soviética en 1991, y el estallido de los cañonazos iniciales de la Tercera Guerra Mundial con la guerra de Iraq ese año”, dijo Studer. “Dan impulso a la tendencia del imperialismo hacia la competencia, el saqueo y la guerra más despiadados.
“El imperialismo norteamericano se ha debilitado en las últimas décadas, basta con mirar la guerra en Afganistán, pero conserva su posición en la cima del orden mundial imperialista. A medida que decae, arrastra consigo a todo el podrido sistema imperialista”.
La clase trabajadora no está viendo estos acontecimientos desde afuera. “Somos actores de la historia, capaces de transformar el mundo y a nosotros mismos. Esto ha sucedido dos veces en la época imperialista: en Rusia, bajo la dirección de V.I. Lenin y en Cuba en 1959 bajo el liderazgo de Fidel Castro”, dijo Studer.
“Con un liderazgo adecuado, los trabajadores tomaron el poder, sentando ejemplos a los que aspiramos hoy. El PST es su continuidad”.
Reportajes tras Maidán
Studer relató lo que los periodistas del Militante aprendieron durante sus viajes a Ucrania en 2014 y 2015.
“Vimos el impacto del levantamiento del Maidán en los trabajadores, vimos cómo fortaleció a la clase trabajadora, lo decididos que estaban todos los trabajadores que conocimos de asegurarse de que Moscú nunca volviera a poner sus manos en Ucrania”. También estaban “decididos a fortalecer sus sindicatos y mejorar la situación de la clase trabajadora”.
Los equipos periodísticos se reunieron con dirigentes centrales de los sindicatos de Ucrania, incluyendo a Mykhailo Volynets; dirigentes de los tártaros de Crimea, entre ellos Mustafa Dzhemilev; Joseph Zissels, dirigente nacional del movimiento judío de Ucrania y muchos más.
Es importante reconocer la firmeza de los trabajadores de Ucrania de resistir la invasión, a pesar de los verdaderos desafíos que enfrentan. Es lo opuesto al cuadro de desesperación que presenta gran parte de la prensa estadounidense, dijo Studer. A los gobernantes capitalistas aquí les gustaría que la guerra terminara rápidamente, sin importarles la pérdida de territorio de Ucrania y el potencial de un conflicto futuro.
Durante la discusión, un participante del foro describió haber hablado con un compañero de trabajo ucraniano, quien le dijo: “No confíes en los rusos, son todos iguales”.
Los aliados más importantes en la lucha para sacar a las fuerzas de Moscú de Ucrania son los trabajadores en Rusia, dijo Studer. “Es por eso que, desde la primera declaración del PST, el partido se opuso a las sanciones de Washington contra Rusia”, que afectan más duro a los trabajadores allí.
Para finales de los años 30 el régimen encabezado por José Stalin en la Unión Soviética había expulsado a los trabajadores de la política y asesinado a los dirigentes de la Revolución Bolchevique que llevó a la clase trabajadora al poder en 1917. La continuidad comunista se mantuvo viva por los correligionarios del PST en los campos de prisioneros de Stalin hasta los años 50.
Mediante las luchas contra los gobernantes capitalistas en Rusia y en colaboración con comunistas en Estados Unidos y otros lugares se reconstruirá un liderazgo obrero en Rusia. Se pueden ganar cuadros entre los trabajadores rusos aquí y en Europa.
Hoy, “el cataclismo de la guerra ha sacudido la conciencia de millones de personas”, dijo Studer. Hace que más trabajadores estén “abiertos a los ejemplos de las revoluciones rusa y cubana”.
“Cuando los trabajadores de Ucrania o Rusia hablan hoy con miembros del PST en las protestas aquí contra la guerra de Putin, se interesan”, dijo Studer. “Dicen, tu eres un socialista que apoya el derecho de Israel a existir como refugio para los judíos. Ustedes son comunistas pero apoyan una Ucrania soberana. Se desarrolla una conversación completamente nueva.
“En última instancia, el único camino para avanzar depende de que los trabajadores forjen el liderazgo que necesitamos”, concluyó Studer. “La toma del poder de la clase trabajadora en Estados Unidos será la sentencia de muerte para toda forma de opresión nacional, para el odio a los judíos, para la explotación capitalista y sus guerras y brutalidad en todo el mundo”.