FILADELFIA — “El futuro de la humanidad depende de que la clase trabajadora de Estados Unidos le quite el poder a los gobernantes capitalistas e inicie el camino hacia una revolución socialista”, dijo Rachele Fruit, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos, en un mitin de la campaña celebrado aquí en su ciudad natal el 25 de mayo.
Washington y las otras potencias capitalistas se ven impelidas a prepararse para más guerras y para guerras más mortíferas, mientras compiten por mercados, esferas de influencia y ganancias. “Nos oponemos al desplazamiento de tropas, bases y armamentos de Washington en cualquier parte del mundo. Nos oponemos a sus pactos militares y comerciales, todos los cuales les ayudan a explotar a los trabajadores del mundo y prepararse para futuras guerras. Esto nunca acabará hasta que la clase trabajadora tome el poder político”.
“El Partido Demócrata está a la cabeza de los ataques contra nuestros derechos constitucionales. Hoy su blanco partidista es Donald Trump, pero a largo plazo fijan sus miras en el pueblo trabajador, a los que Hillary Clinton llamó ‘deplorables’ y que hoy la administración Biden llama ‘semifascistas’ y ‘republicanos MAGA’. El pueblo trabajador es el que está pagando el precio de la crisis del capitalismo, el que se resiste a que le digan cómo pensar y vivir, y para quienes ni los demócratas ni los republicanos tienen soluciones”.
Los ataques también provienen de políticos del Partido Republicano, afirmó. En Florida, donde ella vive, “hemos visto prohibiciones de libros, ataques contra los sindicatos, un mayor uso de la pena de muerte, intentos de prohibir el aborto y más, así como una ley recién aprobada que exige que se le enseñe a los niños de guardería sobre los ‘males del comunismo’”.
“Nuestra campaña defenderá ante todo al pueblo judío”, declaró Fruit. “La masacre del 7 de octubre en Israel fue el mayor pogromo antijudío desde el Holocausto nazi y ha desatado una tormenta de odio antijudío por parte de la burguesía y la clase media en todo el mundo.
“El pueblo israelí tiene el derecho absoluto de tomar todas las medidas necesarias para defender la existencia de Israel como refugio para los judíos.
“Al mismo tiempo, nos oponemos a la profundización de las sanciones contra Irán propuestas por Washington y otras potencias imperialistas. Son los trabajadores de Irán —persas, kurdos, azerbaiyanos, árabes y baluchis— los más importantes aliados potenciales de los trabajadores de Israel en la lucha contra Hamás. La lucha de clases en Irán es fundamental para ayudar a superar las divisiones nacionales y unir a todos los trabajadores del Medio Oriente.
Si logran conseguir el espacio político que necesitan, “las clases trabajadoras de Israel, Palestina, Irán y toda la región pueden encontrar soluciones para sus intereses comunes”.
La revolución socialista cubana
“Nos pronunciamos en defensa de la Revolución Cubana. Nuestro deber es no ceder ni un centímetro, ni siquiera la punta de un dedo, a la incesante guerra económica de los gobernantes norteamericanos contra la soberanía de Cuba y la revolución socialista que los trabajadores y campesinos hicieron allí. Vivimos en un período histórico de transición iniciado por la Revolución Rusa liderada por los bolcheviques en 1917. La lucha por el poder obrero se reabrió en América con la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro en 1959. En ambos casos, con un liderazgo adecuado, el pueblo trabajador desafió a la fuerzas más poderosas del mundo, y venció”.
Fruit describió el papel que jugó el estalinismo en frenar las luchas revolucionarias antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
“Por orden de José Stalin, Moscú obstruyó los esfuerzos de los trabajadores judíos y árabes para construir partidos comunistas que pudieran unir a los trabajadores y agricultores del Medio Oriente y luchar por sus intereses de clase comunes. Más bien, Moscú respaldó a algunos de los gobernantes árabes más reaccionarios, incluidos aquellos aliados con el régimen de Hitler en Alemania, en nombre del nacionalismo árabe.
“La negativa de los estalinistas a formar un frente unido con la socialdemocracia en Alemania y organizar el poder de la clase trabajadora para luchar para impedir el ascenso de Hitler al poder —y luego el cambio repentino que hicieron para respaldar a los regímenes imperialistas ‘democráticos’ en Estados Unidos y en otros lugares— impidió que los trabajadores con tendencia revolucionaria en Europa tomaran el poder.
Como resultado, decenas de millones de trabajadores fueron enviados a combatir y morir en defensa de los intereses de las alianzas capitalistas contrincantes, dijo Fruit. “Por encima de los 20 millones que murieron defendiendo a la Unión Soviética y el 40% de la población judía del mundo que fue masacrada en el Holocausto”.
Defender independencia de Ucrania
“Putin dice que se vio obligado a invadir Ucrania porque la OTAN estaba demasiado cerca para sentirse cómodo, pero tras dos años de muerte y destrucción, son los ‘vecinos cercanos’ de Rusia los que se sienten amenazados.
“Actualmente en Moscú hay una cartelera gigante que dice: ‘Las fronteras de Rusia no terminan en ninguna parte’”.
“El resultado es que los gobiernos capitalistas de Polonia, Bulgaria, Rumania y Finlandia están reforzando su ejército y tratando de cimentar vínculos más fuertes con los gobernantes imperialistas de Estados Unidos y Europa”, dijo Fruit. “Rumania está construyendo una nueva base aérea para 10 mil soldados de la OTAN y sus familias.
“No somos pacifistas burgueses. Nuestro programa no es la coexistencia pacífica. Estamos a favor de organizar a la clase trabajadora para luchar por nuestros intereses de clase. Como los bolcheviques. Como lo hizo Fidel en Cuba”, dijo Fruit. “Estamos a favor de que el pueblo ucraniano derrote al régimen de Putin. Estamos a favor de que los israelíes derroten a Hamás”.
Estos dos enfrentamientos históricos —en Ucrania e Israel— marcan hoy un momento decisivo. Reflejan las debilidades y el desmoronamiento del orden imperialista, y el peligro de que se extiendan las guerras y el uso de armas nucleares bajo presión extrema.
“No hacemos llamados a favor de tratados de no proliferación de armas ni de desarme porque el único desarme que puede evitar o acabar con la guerra”, dijo, “es el desarme de los gobernantes capitalistas por parte de los trabajadores”.
Fruit instó a todos los presentes en el evento a que endorsen la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores y ayuden a difundir su programa obrero.
“¿Qué pasa si Estados Unidos corta el suministro de municiones a Israel, quién se las suministrará?” preguntó una participante en la discusión.
“No pedimos a Washington ni a ninguna potencia imperialista que proporcione armas a nadie. Los gobernantes norteamericanos tienen sus propios intereses depredadores. Al mismo tiempo, apoyamos el derecho de Israel a conseguir armas dondequiera que pueda. Respaldamos su lucha para derrotar a Hamás”.
Se recaudaron más de 600 dólares para la campaña. Al día siguiente, los partidarios de la campaña organizaron una parrillada, donde continuó la discusión política con la candidata socialista.