Endorse campaña del Partido Socialista de los Trabajadores

La clase trabajadora necesita su partido, un partido obrero

Por GABRIELLE PROSSER
12 de agosto de 2024
Kevin Dwire (izq.), candidato del PST para el Senado y trabajador de panadería Tyler Hurtgen, en picnic para celebrar el 90 aniversario de huelgas de los Teamsters en Minneapolis en 1934. Rafael Espinoza, dirigente de campaña de sindicalización en Dakota Premium en 2001, firma petición para poner a candidata presidencial del partido, Rachele Fruit, en la boleta electoral.
Militante/Betsy FarleyKevin Dwire (izq.), candidato del PST para el Senado y trabajador de panadería Tyler Hurtgen, en picnic para celebrar el 90 aniversario de huelgas de los Teamsters en Minneapolis en 1934. Rafael Espinoza, dirigente de campaña de sindicalización en Dakota Premium en 2001, firma petición para poner a candidata presidencial del partido, Rachele Fruit, en la boleta electoral.

MINNEAPOLIS — Miles de trabajadores en el estado de Minnesota están conociendo al Partido Socialista de los Trabajadores y sus candidatos, Rachele Fruit para presidente de Estados Unidos y Dennis Richter para vicepresidente, a través de la campaña del partido para aparecer en la boleta electoral del estado.

Los partidarios del PST están conociendo a trabajadores por todo el estado que están tratando de entender la crisis del capitalismo y encontrar formas de defenderse. Están interesados en el llamado del partido a romper con el Partido Demócrata, el Republicano y otros partidos capitalistas y de la necesidad de forjar un partido obrero. Los partidarios tienen previsto sobrepasar las 2 mil firmas requeridas para incluir la fórmula del PST en la boleta. Hasta el 29 de julio, unas 1,305 personas habían firmado las peticiones.

“Muchos latinos apoyan a Trump porque la economía estaba mejor cuando él era presidente”, dijo el trabajador agrícola José Merrieza a Naomi Craine mientras hacía campaña en un estacionamiento de Walmart el 24 de julio.

“Quienquiera que esté en la Casa Blanca tiene muy poco efecto en la economía”, dijo Craine. “Lo que los patrones llaman una ‘economía fuerte’ se refiere a sus tasas de ganancia. No significa que las cosas estén mejorando para los trabajadores. Para nosotros, la tendencia es hacia más explotación, precios altos y más competencia por los puestos de trabajo.

“Solo un gobierno de trabajadores puede poner los recursos de la sociedad a la disposición de todos. Eso es lo que hicieron en Cuba cuando tomaron el poder político en sus propias manos”, añadió Craine.

“Si un rico entregara todo su dinero a los pobres, después de un tiempo volvería a ser rico”, dijo Merrieza.

“La solución no es la redistribución del dinero”, respondió Craine. “Sino acabar con el sistema de explotación. Tenemos que transformar la forma en que está organizada la sociedad, y solo la clase trabajadora puede liderar eso”. La revolución socialista de Cuba demuestra que eso es posible, dijo. Merrieza compró el libro Ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador: El Partido Socialista de los Trabajadores mira hacia adelante por los dirigentes del PST Jack Barnes, Mary-Alice Waters y Steve Clark para obtener más información.

“Socialistas que se oponen al odio a los judíos, tengo que firmar eso”, dijo una mujer en Buffalo, al noroeste de Minneapolis, a los partidarios del PST el 29 de julio. El partido insta a los trabajadores y a los sindicatos a actuar contra todo intento de difamar, convertir en chivos expiatorios o atacar a los judíos. Defiende el derecho de Israel a existir como refugio para el pueblo judío.

Un equipo de partidarios del PST pasó el 25 y 26 de julio en el Mesabi Iron Range, una cadena de pueblos en una franja de 110 millas de largo en el norte de Minnesota. El sustento de decenas de miles de personas allí depende de la extracción de taconita, un mineral de hierro de baja calidad que se utiliza para fabricar acero.

“Heredé una granja de heno, pero como la mayoría de los agricultores los ingresos no me permitieron mantenerla”, dijo Robert Ansell a Ilona Gersh, del PST, en un estacionamiento de Walmart en Virginia. “El precio de las semillas y el equipo es demasiado alto. Así que vendí la granja y me hice obrero de la construcción.

“Ahora estoy jubilado. La idea de un partido obrero suena bien, pero ¿dónde deja eso a los jubilados y desempleados?”

Un partido obrero organizaría a todos los trabajadores, con o sin trabajo, sindicalizados o no, para luchar juntos, dijo Gersh. Señaló el ejemplo dado por los dirigentes de los Teamsters de Minneapolis durante su histórica huelga de 1934. “El sindicato reclutó a trabajadores sin empleo en una sección de desempleados y los ayudó a luchar por asistencia pública y para impedir que las empresas de transporte los utilizaran como rompehuelgas. El sindicato organizó un grupo auxiliar de mujeres y se puso en contacto con los agricultores”. Ansell firmó la petición y compró un ejemplar del Militante.

Del Halling, un obrero de la construcción en Pengilly, firmó la petición y compró una suscripción al periódico. “He perdido la esperanza en los partidos Demócrata y Republicano”, dijo. “Y ya ni siquiera voto”.

“El Partido Socialista de los Trabajadores insta a votar por lo que estás a favor, no por quién estás en contra”, respondió Gersh. “Los trabajadores necesitan un partido obrero que ayude a organizar a nuestra clase para luchar por lo que necesitamos, como ajustes de salarios por el costo de vida en los contratos para que cuando suban los precios, los salarios suban automáticamente, y por una semana laboral más corta sin recortes en salarios para evitar despidos.

“¿Pero por qué el socialismo es la solución?” preguntó Halling.

“La clase trabajadora crea la riqueza del mundo”, respondió Gersh. “Y nuestra clase es la única que puede dirigir la sociedad teniendo en cuenta los intereses de la mayoría. Los trabajadores prosperan gracias a la solidaridad y la unidad. Los gobernantes capitalistas prosperan explotándonos y creando divisiones que debilitan nuestra capacidad de luchar juntos. Los trabajadores deben luchar por el poder político”.

“Ojalá me hubiera encontrado con ustedes mucho antes”, dijo Halling. Los partidarios del PST han estado promoviendo apoyo para los trabajadores de parques en Minneapolis que recientemente ganaron un contrato provisional tras una huelga de tres semanas.

Además de recolectar las firmas, los partidarios del PST también han logrado que 14 personas endorsen la campaña y han vendido 16 suscripciones al Militante y 19 libros de dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores y otros revolucionarios.