LOS ANGELES —En los últimos meses, varios sindicatos han votado a favor de presionar al gobierno de Estados Unidos a que saque a Cuba de su lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo. En su convención del 16 y 17 de julio, la federación sindical AFL-CIO del estado de California, que cuenta con 2.3 millones de miembros, aprobó una resolución que insta a la AFL-CIO nacional a “informar al presidente Biden de la oposición de la AFL-CIO a la inclusión de Cuba en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo”.
La inclusión de Cuba en la lista de Washington “sigue infligiendo penurias y privaciones diarias al pueblo cubano, creando escasez de necesidades básicas como alimentos y medicinas, y restringiendo gravemente las oportunidades financieras y comerciales internacionales”, dice la resolución. “Impide que Cuba obtenga equipos y suministros médicos vitales, e incluso impide las respuestas de ayuda humanitaria a eventos catastróficos como el huracán Ian, que devastó tanto a Florida como a Cuba”.
Bill Camp, líder del grupo Building Relations With Cuban Labor, con sede en Sacramento, California, fue fundamental para ayudar a que se aprobara la resolución. Durante muchos años, Camp fue dirigente de la AFL-CIO del área de Sacramento. “Fue bastante fácil lograr que se aprobara la resolución”, dijo Camp al Militante en una entrevista telefónica el 29 de julio. “Fueron favorables. Nuestro próximo esfuerzo es lograr que la mayor cantidad posible de locales sindicales aprueben resoluciones similares”.
El 15 de julio, la Conferencia de California del sindicato de trabajadores mecánicos IAM aprobó una resolución similar. Resoluciones similares han sido adoptadas por el sindicato de estibadores (ILWU), el sindicato de electricistas (UEW), la AFL-CIO del Norte de Nevada, el sindicato de barqueros, la asociación de enfermeras de California (CNA), el sindicato de trabajadores de la salud (NUHCW), el consejo sindical del estado de Washington y varios consejos sindicales de condados y locales sindicales.
La designación de “Estados Patrocinadores del Terrorismo” por parte del gobierno de Estados Unidos añade sanciones perjudiciales adicionales a las que se han impuesto durante la brutal guerra económica de seis décadas de Washington contra Cuba, destinadas a aplastar la revolución socialista del país. También restringe la capacidad de los cubanos que viven en el extranjero de enviar dinero a sus familiares en la isla.
Cuba fue incluida originalmente en la lista en 1982 durante la administración de Ronald Reagan y ha sido respaldada por las administraciones demócratas y republicanas posteriores; luego fue eliminada brevemente por Barack Obama, quien buscó otras vías para intentar destruir la revolución. Donald Trump volvió a incluir a Cuba en la lista cerca del final de su presidencia y la administración de Joseph Biden la ha mantenido en vigor.
El Comité Manos Fuera de Cuba de Los Angeles, en colaboración con el Local 1484 del sindicato IAM en Wilmington, ha participado activamente en la promoción de resoluciones que instan a Washington a sacar a Cuba de la lista. “Durante el último año, el Local 1484 del IAM ha sido cada vez más vocal y enérgico en su apoyo a los esfuerzos para poner fin al bloqueo de Cuba y para sacar a Cuba de la lista de Washington de presuntas naciones terroristas”, dijo Mark Friedman, miembro del comité, al Militante. El Local 1484 presentó la resolución que aprobó contra la inclusión de Cuba en la lista en la conferencia estatal del IAM en julio.
Esta creciente oposición sindical a los ataques de Washington contra Cuba y su pueblo es un desarrollo importante que puede ser emulado.