Fruit: ‘Dos huelgas en la primera fila de la lucha’
UNION CITY, Nueva Jersey — “Los precios del combustible son tan altos que los camioneros están recibiendo pocos ingresos y los agricultores están ganando aún menos de los productos que producen”, dijo Paul de Leon, un camionero en Elizabeth, a Rachele Fruit, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos, mientras hacía campaña en una parada de camiones en Nueva Jersey el 27 de septiembre. Tiene que haber una manera de ganarse la vida, dijo.
“Esto seguirá siendo así hasta que los trabajadores dirijan el país y somos capaces de hacerlo”, dijo Fruit. “Los trabajadores están luchando y hay que promover la solidaridad con estas luchas”.
“¿Cuales son sus ideas para unir a los trabajadores?”, preguntó De Leon. “No veo cómo se puede cruzar ese puente”.
“Necesitamos un movimiento de la clase trabajadora que defienda nuestros intereses”, dijo Fruit. “Los demócratas y los republicanos nunca defenderán los intereses de la clase trabajadora. Son los partidos de los patrones. El cambio empieza en la línea de piquetes. Cuando vemos a 33 mil obreros en huelga en Boeing, podemos sentir el poder que tiene nuestra clase. La solidaridad es clave”.
Para aprender más sobre las perspectivas del partido, De León compró un ejemplar de Ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador: El Partido Socialista de los Trabajadores mira hacia adelante, escrito por los dirigentes del PST Jack Barnes, Mary-Alice Waters y Steve Clark.
El día siguiente Fruit habló en un evento de campaña aquí. “En los últimos seis meses hemos estado hablando de que septiembre era el mes en que expirarían los contratos de 45 mil miembros de la Asociación Internacional de Estibadores ILA, 33 mil obreros mecanometalúrgicos de Boeing y 200 mil trabajadores postales. Y ahora, hemos llegado aquí”.
“A medida que los trabajadores participan en estas luchas, ganan experiencia y confianza para luchar más fuerte por lo que se necesita”, dijo.
“Lo que se necesita es un partido político que movilice y una a los trabajadores de forma independiente de los partidos de los patrones”, dijo Fruit. “Debe ser un partido basado en los sindicatos, que pueda organizar a toda la clase trabajadora para luchar para reemplazar el poder político capitalista por un gobierno obrero.
“Es una lucha que se puede ganar”, afirmó Fruit. “Esa es la lección más importante de la Revolución Cubana”.
Crisis capitalista, no la naturaleza
“En las últimas 48 horas hemos visto la devastación causada por el paso del huracán Helene por el Golfo de México, Florida, Georgia, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee y otros lugares”, dijo Fruit. Señaló la gran cantidad de muertos y los 4 millones de personas que se quedaron sin electricidad.
“Acontecimientos como este afectan a nuestra clase en todo el mundo, pero solo hay un país donde la clase trabajadora se moviliza y se organiza para evitar la pérdida de vidas en desastres como este. Y eso es en Cuba revolucionaria, donde la clase trabajadora está en el poder”, dijo. El gobierno se asegura de que nadie quede abandonado durante los huracanes, en marcado contraste con la conducta de los gobernantes estadounidenses cuando las tormentas azotan el país.
“Los trabajadores cubanos —ante condiciones adversas y el embargo imperialista— han demostrado al mundo lo que se puede lograr, cómo pueden cambiarse las relaciones sociales, cómo pueden cambiarse los seres humanos. Y el Partido Socialista de los Trabajadores lucha con todas sus fuerzas para defender su revolución”, afirmó Fruit.
“Estamos a pocos días del primer aniversario de la masacre del 7 de octubre cometida por Hamás y la Yihad Islámica con la ayuda y dirección del reaccionario gobierno capitalista de Irán”, dijo Fruit.
En ese pogromo Hamás masacró a 1,200 personas, en su mayoría civiles judíos, dejó más de 5 mil heridos y tomó 250 rehenes. Organizaron violaciones y violencia sexual contra mujeres y hombres.
“El 7 de octubre fue un momento de la verdad, una prueba para todas las corrientes y partidos políticos”, dijo Fruit. “Cuando hacemos campaña en nuestros sindicatos y en las comunidades de clase trabajadora, explicamos que el odio antijudío es un reflejo de la crisis del capitalismo y es una cuestión de vida o muerte para la clase trabajadora. Tenemos que actuar contra cualquier intento de calumniar, convertir en chivos expiatorios y atacar a los judíos.
“Defendemos a Israel, un país capitalista, como refugio para los judíos de cualquier parte del mundo”, afirmó. Es el único país que luchará, armas en mano, contra la matanza de los judíos. “Pero Israel no puede resolver el problema”.
“La solución está ligada a la construcción de un partido obrero revolucionario de todas las nacionalidades en cada país —incluido Israel y, más importante aún, Estados Unidos— que trabaje para que los trabajadores tomen el poder”.
Fruit se refirió a las palabras del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la ONU el 27 de septiembre: “Mi país está luchando por su vida”, dijo. “Ganaremos porque no tenemos otra opción”.
Dijo que había que elegir “entre una reconciliación histórica entre árabes y judíos o la tiranía y el terror de más y más 7 de octubres”.
Únase, promueva campaña del PST
“Quedan cinco semanas de la campaña”, dijo John Studer, director de la campaña nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, durante el periodo de debate. “Los trabajadores saben que hay algo profundamente mal en la economía. Aborrecen el ataque del 7 de octubre contra los judíos en Israel.
“El mayor debate es si la clase trabajadora es capaz de hacer algo al respecto. El PST cree que sí y queremos discutirlo con tantos trabajadores como sea posible. Queremos que los trabajadores rompan con los partidos capitalistas, respalden la campaña del PST y formen parte de ella”.