Cancel Miranda: ‘Seguir luchando por independencia de Puerto Rico’

Por Seth Galinsky
30 de marzo de 2020
Rafael Cancel Miranda enseña español a reos en prisión Marion, en Illinois, 1975. Trabajó con prisioneros políticos y otros trabajadores tras las rejas para defender sus derechos y profundizar su humanidad. Der., panfleto de Cancel Miranda disponible en pathfinderpress.com.
Cortesía Rafael Cancel MirandaRafael Cancel Miranda enseña español a reos en prisión Marion, en Illinois, 1975. Trabajó con prisioneros políticos y otros trabajadores tras las rejas para defender sus derechos y profundizar su humanidad. Der., panfleto de Cancel Miranda disponible en pathfinderpress.com.

Miles de personas asistieron a actos en Puerto Rico para honrar al luchador independentista, partidario de la Revolución Cubana e internacionalista intransigente Rafael Cancel Miranda, fallecido el 2 de marzo a los 89 años de edad en San Juan. Cancel Miranda pasó 28 años en prisión por sus acciones contra el dominio colonial estadounidense en Puerto Rico. Fue enterrado en su ciudad natal de Mayagüez el 8 de marzo.

En 1948 fue encarcelado por primera vez por dos años por negarse a registrarse para el servicio militar antes de la guerra de Corea. “Para mí no tenía sentido ser parte del mismo ejército que invade tu país y que masacra a tu gente”, dijo en una entrevista con el Militante en 1998. “Si vas a pelear, que pelees contra ellos”.

Cancel Miranda es mejor conocido por participar en una protesta armada en el Congreso el 1 de marzo de 1954, junto con Lolita Lebrón, Irving Flores y Andrés Figueroa Cordero. Con 23 años, cuando era operador de máquina en una fábrica de zapatos en la ciudad de Nueva York, era el más joven del grupo. Desplegaron una bandera puertorriqueña y gritaron “¡Viva Puerto Rico libre!” antes de hacer algunos disparos, la mayoría al aire. Algunos congresistas resultaron heridos.

La isla ha sido una colonia norteamericana desde 1898, cuando tropas estadounidenses le arrebataron el control a España. Los opositores a la ocupación imperialista estadounidense fueron brutalmente reprimidos. El 21 de marzo de 1937, el padre y la madre de Cancel Miranda, partidarios del Partido Nacionalista de Albizu Campos, asistieron a una manifestación pacífica en la ciudad de Ponce que fue atacada por policías por orden del general estadounidense Blanton Winship, matando a 21 personas e hiriendo a 200.

En 1948, Washington impuso la Ley 53, que prohibía enarbolar la bandera puertorriqueña, cantar canciones patrióticas y hacer reuniones en apoyo de la independencia. Aun así, en 1953, el gobierno de Estados Unidos retiró a Puerto Rico de la lista de Naciones Unidas de colonias, alegando que la isla era un territorio “autónomo”.

Los cuatro nacionalistas “decidimos hacer una demostración que llamara la atención del mundo hacia la verdad puertorriqueña, que le dijera al mundo que habíamos puertorriqueños dispuestos a morir por nuestra independencia y que estaban engañando a las Naciones Unidas y el mundo —incluyendo a mi pueblo— con el llamado Estado Libre Asociado”, dijo Cancel Miranda al Militante.

‘La historia les dio la razón’

El Nuevo Día, el diario de mayor circulación en Puerto Rico, y no precisamente amigo de la lucha por la independencia, señaló que “la historia dio la razón” a Cancel Miranda y otros que rechazaron la afirmación de Washington de que Puerto Rico tenía gobierno propio. Prácticamente nadie niega hoy que Puerto Rico es una colonia estadounidense.

A principios de la década de 1970 hubo un movimiento en Estados Unidos, Puerto Rico e internacionalmente para liberar a los cinco nacionalistas. El quinto fue Oscar Collazo, arrestado en 1950 después de atacar la residencia temporal del presidente Harry Truman. Este movimiento se entrelazó con la oposición a la guerra contra el pueblo de Vietnam, las luchas por la liberación de los negros y los chicanos y por la igualdad de la mujer.

Figueroa fue liberado en 1978. Los cuatro restantes fueron liberados por el presidente Jimmy Carter en 1979. Fueron recibidos como héroes por decenas de miles en Chicago, Nueva York y Puerto Rico.

La Revolución Cubana comenzó mientras estaban en prisión. Cancel Miranda se dio cuenta de que no se trataba solo de un cambio de caras, “sino que era una verdadera transformación social. Esto lo internalicé hasta el punto de que la Revolución Cubana se ha vuelto tan importante para mí como la lucha por la libertad de mi pueblo”, dijo en la entrevista.

Cancel Miranda trabajó con el Partido Socialista de los Trabajadores para convertir sus entrevistas con el Militante en un folleto —Puerto Rico: La independencia es una necesidad—para difundir la verdad sobre la lucha contra el gobierno colonial de Estados Unidos a los trabajadores aquí.

En un artículo que escribió para el Militante mientras estaba en prisión, dijo: “Me considero parte de cada lucha en cualquier parte del mundo donde la gente batalle por la libertad, la dignidad y una forma justa de vida sociopolítica y económica”.

Y así fue su conducta hasta su muerte, uniéndose a las líneas de piquetes de trabajadores en huelga en Puerto Rico, hablando en reuniones en Estados Unidos, defendiendo la Revolución Cubana, oponiéndose a la intervención imperialista de Estados Unidos en Venezuela y América Latina. Fue un destacado defensor de la lucha para liberar a los Cinco Cubanos, revolucionarios acusados falsamente por Washington y encarcelados desde 1998 hasta 2014.

“Vino aquí a Humacao después del huracán María” para apoyar el trabajo de Arecma, dijo Rosalina Abreu por teléfono el 7 de marzo. Arecma, el grupo comunitario que ella lidera, había organizado un comedor comunitario que servía a cientos, ante la inacción criminal de los gobiernos de Estados Unidos y Puerto Rico.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, enviaron mensajes a la familia de Cancel Miranda. Granma señaló que siempre vivió conforme a la máxima que guió su vida: “Se llega más pronto a la meta de pie que de rodillas”, y siempre “contó con la amistad del pueblo cubano y de sus máximos líderes, en especial de Fidel Castro”.

Cancel Miranda solicitó que las banderas no se bajaran a media asta. Para los luchadores por la independencia “las banderas siempre deben ondear lo más alto posible, siempre libres”, dijo.