El presidente de Rusia Vladimir Putin pronunció su discurso en la exhibición anual de la fuerza militar rusa en Moscú el 9 de mayo, en la celebración del aniversario de la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial. No anunció una nueva escalada de la brutal guerra de su régimen contra Ucrania. Tampoco admitió las derrotas que han sufrido las fuerzas de Moscú ante la valerosa resistencia del pueblo ucraniano, empeñado en defender la independencia de su país.
Putin sí dijo que la invasión de Moscú fue una operación defensiva justa, a la vez que calificó la ocupación de la región de Donbás-Luhansk por sus tropas como un avance en suelo ruso. Repitió la calumnia de que la guerra de su régimen pretende derrocar a un gobierno “neonazi” en Kyiv.
El “régimen de Putin pretende reapropiarse despiadadamente, bajo la hegemonía de Moscú, de estas naciones que estaban recluidas en la cárcel de naciones zarista, y regenerar hoy día el imperio ruso con Putin como zar”, explicó el secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, Jack Barnes, en una declaración en nombre del Comité Nacional del partido.
A pesar de la feroz represión dentro de Rusia, los opositores a la invasión encontraron formas de hacer oír su voz.
Piratas informáticos mostraron el lema “¡Tienes sangre en las manos!” y otros contra la guerra en todos los canales de televisión estatales y por cable. La noche anterior al desfile en Volgogrado, apareció un gran mural que mostraba filas de ataúdes, con el lema “¡El zinc es nuestro!” refiriéndose al metal utilizado como revestimiento de cajas para los cadáveres de los soldados rusos.
En la ciudad siberiana de Novosibirsk, Vladimir Saltevsky fue detenido por llevar un cartel en el desfile que decía: “Estamos avergonzados de ustedes, nietos. Luchamos por la paz, pero ustedes eligieron la guerra”.
Las fuerzas invasoras de Putin han sufrido numerosas bajas durante dos meses y medio de la guerra. Después de retirarse de las regiones de Kyiv y Sumy, el Kremlin está tratando de consolidar su control del territorio que ocupa en el este y el sur, mientras continúa atacando objetivos y civiles tan lejos al oeste como Lviv.
La ciudad portuaria sureña de Mariúpol ha sido bombardeada incesantemente por las fuerzas de Moscú. Unos 20 mil civiles han muerto y muchos más han huido. “Los ocupantes celebran el Día de la Victoria sobre los huesos de Mariúpol”, declaró el Concejo Municipal el 9 de mayo. La mayoría de los civiles que quedaban fueron evacuados de los búnkeres en la acería gigante de Azovstal el día anterior. Cientos de combatientes ucranianos siguen resistiendo allí, causando graves pérdidas a las fuerzas invasoras que intentan tomarse el lugar.
Defender independencia de Ucrania
“El Partido Socialista de los Trabajadores está a favor de la victoria de la lucha por la independencia de Ucrania y la derrota y retiro de las fuerzas de Moscú de todo el país”, dijo el 9 de mayo Osborne Hart, candidato del PST para el Senado de Estados Unidos por Pensilvania. “El PST también exige ¡El retiro de todas las fuerzas armadas norteamericanas, incluidas las armas nucleares, de Europa, de todaEuropa!”
Los gobernantes estadounidenses y los gobiernos aliados están actuando para proteger los intereses de sus propias clases capitalistas. Están organizando programas de rearmamento y aumentando el número de efectivos en Europa en preparación para futuros conflictos. Ven la guerra y las sanciones que imponen como una oportunidad para asestar golpes a su rival ruso, y para prepararse para conflictos con otros rivales.
No todos los capitalistas europeos creen que el mejor camino para defender sus intereses es enfrentando la invasión por Moscú. Esto es especialmente cierto en Alemania, donde han dependido de las fuentes de energía rusas durante décadas.
Herbert Diess, director general del gigante automotriz alemán Volkswagen, instó a la Unión Europea el 9 de mayo a cambiar de rumbo y presionar a las autoridades de Ucrania para que lleguen a un acuerdo humillante con Moscú.