En una victoria para el pueblo trabajador, el presidente Donald Trump indultó y puso en libertad el 10 de julio a Dwight Hammond, y su hijo, Steven Hammond. Los dos rancheros de Oregón estaban presos por cargos amañados de incendio premeditado.
“Estoy muy contento de que vuelvan a casa”, dijo Merlin Rupp, empleado jubilado del rancho, desde Burns, Oregón. “No deberían haber estado en prisión ni cinco minutos”.
Los Hammond habían defendido su rancho de las intrusiones del gobierno durante décadas. En junio de 2010, los fiscales presentaron cargos contra ellos bajo la Ley Antiterrorista y de Pena de Muerte Efectiva de 1996 por dos fuegos controlados en su rancho en 2001 y 2006. Los ganaderos y las agencias del gobierno frecuentemente usan esta medida para prevenir incendios forestales.
El juez rechazó imponer la sentencia mínima de cinco años requerida por la ley, diciendo que sería desproporcionada. Condenó a Steven Hammond a un año de prisión y a Dwight a tres meses. Pero los fiscales apelaron y exigieron los cinco años, y en enero de 2016 los dos fueron regresados a prisión.
El gobierno revocó más tarde los permisos de pastoreo de Hammond, dificultándole a la familia el poder mantener su rancho. “Ellos son buena gente”, dijo la vecina Ruth Danielson el 10 de julio. “Ahora necesitamos recuperar sus derechos de pastoreo”.