Caravanas de autos y autobuses con miles de sindicalistas activos y jubilados, incluyendo mineros y conductores del servicio de envíos UPS, están llegando para el acto el 12 de julio en el capitolio de Columbus, Ohio. Van a exigir que el gobierno financie las pensiones de cientos de miles de trabajadores.
La manifestación subraya la necesidad de que el movimiento sindical luche por pensiones a escala sindical garantizadas por el gobierno para todos los trabajadores. Más de 600 mil miembros de varios de los sindicatos patrocinadores del acto: el sindicato minero UMW; los Teamsters; el de panaderías BCTGM; y el de músicos, pertenecen a planes que enfrentan la bancarrota en los próximos años.
“Si el fondo de pensiones se declara insolvente, mi pensión irá de 4 000 a 1 200 dólares”, dijo el 10 de julio Sherman Liimatainen, vicepresidente del Comité Nacional Unido para Proteger las Pensiones.
Durante la expansión de la economía capitalista mundial de finales de la década de 1940 hasta principios de la de 1970, la cúpula sindical se distanció de la militancia de base que había forjado los sindicatos industriales en la década de 1930. La economía en crecimiento, construida sobre la base del surgimiento de Washington como vencedor de la segunda guerra imperialista por mercados y poder, hizo posible que los trabajadores lograran modestos aumentos salariales y “beneficios colaterales” sin fuertes batallas de clase con los patrones.
Estas pensiones y seguros médicos están condicionados a la rentabilidad de las empresas capitalistas. En los buenos tiempos —para los trabajadores que los tienen— pueden parecer eternos, algo con que los trabajadores pueden contar. Pero cuando comenzaron a contraerse las ganancias y el sistema mundial de explotación de los capitalistas en la década de 1970, todo esto comenzó a desmoronarse. Esto se aceleró después de 2008, cuando la crisis financiera asestó un golpe a la producción y el comercio capitalistas en todo el mundo.
“Explicamos que el movimiento obrero debe luchar por derechos sociales, tales como servicios médicos y pensiones adecuadas para todo el pueblo trabajador”, escribió el secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, Jack Barnes, en El rostro cambiante de la política en Estados Unidos.
El Acta de Reforma de Pensiones de Empleadores Múltiples aprobada por el congreso en diciembre de 2014, permitió a los gerentes de pensiones obtener permiso para recortar los pagos a los jubilados tanto como fuera necesario para mantener el fondo “solvente”.
“Cuando el liderazgo de nuestro fondo propuso un ‘plan de rescate’, que hubiera reducido drásticamente nuestras pensiones”, dijo Liimatainen, “hicimos lo que mejor hacemos. Nos organizamos. Protestamos. Probamos que tenemos ‘poder en nuestros números’”.