Partidarios del derecho al aborto en Argentina dicen ‘ganaremos’

Por Lea Sherman
3 de septiembre de 2018
Partidarios (izq.) y opositores (der.) del derecho de la mujer a elegir el aborto se manifiestan frente al congreso argentino el 8 de agosto durante debate en el senado sobre la legalización del aborto durante las primeras 14 semanas del embarazo. La ley fue derrotada con 38 a 31 votos. “No lo vemos como una derrota”, dijo Silvia Juliá de Católicas por el Derecho a Decidir.
Delfina Linares/Senado argentinoPartidarios (izq.) y opositores (der.) del derecho de la mujer a elegir el aborto se manifiestan frente al congreso argentino el 8 de agosto durante debate en el senado sobre la legalización del aborto durante las primeras 14 semanas del embarazo. La ley fue derrotada con 38 a 31 votos. “No lo vemos como una derrota”, dijo Silvia Juliá de Católicas por el Derecho a Decidir.

Después de más de 16 horas de debate, con decenas de miles de manifestantes a favor y en contra en la calle, el 9 de agosto, el senado de Argentina votó 38 a 31 en contra de un proyecto de ley que habría legalizado el aborto en las primeras 14 semanas de embarazo.

“No lo vemos como una derrota. La mayoría está a favor de aprobar la ley”, dijo Silvia Juliá, directora ejecutiva de Católicas por el Derecho a Decidir, parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, al Militante el 13 de agosto. “Todas las movilizaciones demostraron que había apoyo para el proyecto de ley. Los jóvenes están abrumadoramente por un cambio”.

Cientos de miles de personas marcharon a favor del derecho de la mujer a elegir el aborto el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. Esta fue la manifestación a favor del derecho a elegir más grande en la historia de Argentina.

Fundada en 2005, la Campaña Nacional es una coalición de más de 300 organizaciones, que incluye grupos por los derechos de las mujeres, sindicatos y de estudiantes.

En 2015, tras la muerte de Chiara Páez, una joven embarazada de 14 años, se formó NiUnaMenos y se organizó una manifestación de casi 200 mil personas para protestar contra la violencia contra las mujeres y exigir el derecho al aborto.

Según la ley argentina, el aborto es legal solo en casos de violación o riesgo para la salud o la vida de una mujer. A diferencia de las mujeres ricas o de clase media, que pueden pagar los costosos médicos en las ciudades grandes o fuera del país, las mujeres de la clase trabajadora y las que viven en zonas rurales se ven obligadas a recurrir a los abortos “clandestinos”. Abortos mal practicados son la principal causa de muertes maternas en Argentina.

Las movilizaciones en Argentina, como la del 8 de marzo, han tenido un impacto significativo en la región y el mundo. El día de la votación, se realizaron manifestaciones en apoyo del derecho al aborto en decenas de países, incluidos Brasil, Chile, Ecuador y Guatemala, países donde el aborto es ilegal, así como en Alemania, Japón e Irlanda.

A principios de este año, más del 66 por ciento votó en un referéndum en Irlanda a favor de derogar una parte de la constitución que restringía el derecho de la mujer al aborto.

Hay un debate en curso por toda Argentina, un país en su mayoría católico. A mediados de abril, cuando comenzaron las audiencias sobre el proyecto de ley, tanto los defensores de los derechos de la mujer —incluyendo familiares de mujeres fallecidas por abortos mal practicados— como voceros en contra del aborto comparecieron en debates transmitidos por televisión del proyecto de ley.

El Papa Francisco, que es de Argentina, intervino en el debate el 16 de junio, calificando el aborto como el “guante blanco” equivalente al programa de eugenesia de la Alemania nazi en los años 30 y 40, dos días después de que la cámara baja argentina votara a favor de la ley. Se olvidó de mencionar que el régimen fascista nazi prohibió el aborto y los anticonceptivos.

Funcionarios católicos y evangélicos hicieron campaña contra el proyecto de ley.

“Hemos visto muchos cambios, sobre todo en las provincias”, dijo Juliá al Militante. “Hace 25 años pocos se atrevían a hablar. Ahora hay un debate público. Tenemos confianza que vamos a lograrlo”.