Miembros y partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos y de las Ligas Comunistas en Australia, Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido están encaminando sus esfuerzos a conversar con trabajadores en las puertas y salas de sus hogares en ciudades, pueblos y áreas rurales. Al centro de estas conversaciones está la necesidad de que los trabajadores tracen un rumbo político independiente de los gobernantes capitalistas, sus partidos y su estado, para ganar la confianza y experiencia necesarias para derrocar al sistema capitalista y tomar el poder político.
El partido condena los ataques de los gobernantes capitalistas contra los explotados y oprimidos: los ataques a los salarios y condiciones de trabajo, la brutalidad policiaca, la esclavitud por deudas impuesta sobre los pequeños agricultores por el sistema capitalista de rentas e hipotecas, ataques al derecho de la mujer a elegir el aborto y otros.
Laura Anderson, trabajadora ferroviaria y candidata del PST para vicegobernadora de Illinois, tocó a las puertas en el sur de Chicago el 2 de agosto. Conoció a Alice Goodrun, una maestra jubilada.
Anderson le mostró Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero por el secretario nacional del PST, Jack Barnes. Al mirar la sección de fotos del libro, discutieron la historia de la Reconstrucción Radical, el movimiento por los derechos civiles y lo que significaron para el pueblo trabajador.
“No enseñan nuestra verdadera historia en las escuelas”, dijo Goodrun. “La historia africana es ignorada. Esta historia de los africano americanos, como se conecta con otras luchas, no está en nuestros libros”.
Anderson y Goodrun discutieron por qué la verdadera historia —el conflicto entre los capitalistas gobernantes y su estado por un lado, y los millones de trabajadores y sus aliados por el otro— es crucial para que los trabajadores puedan aprender de las experiencias pasadas.
“Los capitalistas tratan de ocultar nuestros logros para negar nuestra capacidad de lucha hoy”, dijo Anderson. “Nos dicen que no somos capaces de dirigir la sociedad. Deshacernos de esa imagen de nosotros mismos es una de las batallas más importantes que tenemos por delante”.
Malcolm X explica que los trabajadores no necesitan despertarse a su opresión, sino “ampliar nuestra visión” y descubrir “nuestro propio valor”, dijo Anderson.
Goodrun compró una suscripción al Militante para conocer más y un ejemplar del libro. El libro es uno de los cinco títulos en oferta especial con una suscripción. (Vea el anuncio en la página 3).
Pena de muerte es cuestión de clase
En Nebraska, Joe Swanson, un conductor ferroviario jubilado y miembro del PST en Lincoln, dijo que la primera ejecución realizada en el estado en 21 años ha intensificado el debate sobre la pena de muerte.
Carey Dean Moore, quien fue declarado culpable de doble asesinato en 1979, fue ejecutado el 14 de agosto con un cóctel de cuatro drogas que no ha sido sometido a pruebas.
Quince minutos después de inyectarle la primera droga, las autoridades bajaron una cortina para que los medios no pudieran ver si las drogas lo estaban torturando.
Swanson dijo que ha estado discutiendo el tema con los trabajadores cuando toca a las puertas en el área. Él escribió una carta al Lincoln Journal Star e hizo copias para mostrársela a los trabajadores.
“La pena de muerte es un arma de clase y se usa exclusivamente contra los trabajadores”, escribió. “Y se usa desproporcionadamente contra los trabajadores que son negros, latinos y otras nacionalidades oprimidas.
“La pena de muerte es impuesta por la policía en la calle todos los días y a través del sistema penitenciario en todos los estados. No tiene nada que ver con combatir el crimen. Su único propósito es inculcar un sentimiento de terror en la clase trabajadora”, dijo.
“Como veterano sindicalista por 60 años, he visto un aumento en la negligencia de los patrones capitalistas por la seguridad en el trabajo con la colaboración del gobierno. Esto ha causado 5 190 lesiones fatales de trabajadores en 2016”, dice Swanson. “El movimiento sindical debe retomar la lucha para acabar con la pena de muerte; está entrelazada con la lucha para que ningún trabajador muera o quede lisiado en el trabajo”.
Swanson dijo que ha conocido tanto a defensores como oponentes de la pena de muerte en las puertas de trabajadores, pero que realmente ayuda explicar cómo la pena de muerte es usada para intimidar a los trabajadores para que no luchen.
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