RICHFIELD SPRINGS, Nueva York. — Peter Hula salió de su casa cuando Seth Galinsky, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para Defensor Público de la Ciudad de Nueva York, y un partidario de la campaña, llamaron a su puerta el 2 de febrero en su granja de leche, cerca de aquí. El pueblo está a más de 70 millas al oeste de Albany en la Ruta 20.
“No es un campo de juego igual para todos”, dijo Hula, refiriéndose a las ventajas que obtienen los grandes agricultores capitalistas. Entre 2006 y 2016, más de 1 300 dueños de pequeñas granjas lecheras se han visto obligados a cerrar sus granjas en Nueva York. Ha empeorado aún más en los últimos dos años. “Los grandes simplemente producen más leche cuando el precio está bajo y eso baja los precios aun más”, dijo.
“Los trabajadores de las grandes ciudades, pueblos pequeños y tierras de cultivo enfrentan la misma crisis capitalista y necesitamos luchar juntos”, le dijo Galinsky. “Es por eso que me estoy postulando junto con candidatos del Partido Socialistas de los Trabajadores en Troy, Nueva York; Dallas, y por todo el país. “Estamos usando nuestras campañas para demostrar que los trabajadores podemos organizarnos independientemente de los partidos de los patrones, para hablar sobre cuestiones políticas y aprender más sobre las condiciones que enfrentamos hoy día los trabajadores y los pequeños propietarios”.
Los activistas del Partido Socialista de los Trabajadores, incluida esta corresponsal, fuimos de puerta en puerta y de granja en granja durante dos días en el valle de Mohawk y el centro del estado de Nueva York. A pesar del frío, decenas de trabajadores, agricultores y otros, abrieron sus puertas para hablar con nosotros sobre el programa del partido y el camino a seguir para el pueblo trabajador.
Esta región ha sido duramente golpeada por la catástrofe producida por la crisis económica capitalista. Decenas de miles se han ido bajo el impacto de los cierres de fábricas y granjas. Tocando las puertas en unas cuantas cuadras vimos al menos media docena de casas vacías.
Esta parte de Nueva York es caucásica en más del 90 por ciento y alrededor del 60 por ciento de los votos en las elecciones de 2016 fue para Donald Trump. Los medios de comunicación liberales dicen que los trabajadores en áreas como esta son atrasados y cada vez más racistas. Nuestras experiencias demuestran que eso es una mentira.
La familia de Hula, originaria de Ucrania, ha sido propietaria de la granja desde 1921. Hula señaló con orgullo el techo del establo detrás de nosotros. “Lo construí yo mismo. Espero que podamos llegar a nuestro 100 aniversario”, dijo, y señaló que entre los altos precios de los piensos y otros insumos y los bajos precios de la leche, está perdiendo dinero. “Le dije al que viene a buscar mi leche que le estoy vendiendo menos porque cuanto menos vendo, menos pierdo”.
Hula cree que la solución sería otorgarle a cada agricultor una cuota fija, similar a las regulaciones en Canadá, para evitar que llegue demasiada leche al mercado y mantener el precio más alto.
“Luchamos por una política gubernamental que garantice que el precio que reciben los agricultores por lo que producen cubra el costo de producción y les dé lo suficiente para vivir cómodamente”, dijo Galinsky.
“Pero hay gente en todo Estados Unidos y el mundo sin lo suficiente para comer”, dijo. “El problema no es que haya demasiada leche. Es que el capitalismo funciona solo para maximizar las ganancias, no para satisfacer las necesidades humanas”.
“En Cuba, debido a la revolución que hicieron los obreros y campesinos, los agricultores no pierden sus tierras debido a un mal año”, dijo Galinsky. “Y el gobierno garantiza crédito barato”.
Hula escuchó atentamente mientras Galinsky explicaba la oposición del PST a la histeria liberal y la caza de brujas contra Trump, una campaña realmente dirigida contra los trabajadores y agricultores como nosotros, a quienes cada vez temen más. Galinsky señaló el ejemplo de las protestas de los chalecos amarillos en Francia y explicó la oposición del PST a todos los partidos capitalistas, y nuestra oposición a las guerras de los gobernantes norteamericanos en Siria, Iraq, Afganistán y en todo el mundo.
“¿No crees que Trump está cumpliendo su palabra de salir de las guerras, al menos en Corea?”, preguntó Hula.
Galinsky dijo que es bueno que el gobierno de EE.UU. y el gobierno de Corea del Norte estén hablando sobre la desnuclearización y la reducción de armamentos en la región. Los gobernantes de Estados Unidos están haciendo algunos cambios tácticos en la forma en que defienden sus intereses, que puede coincidir con lo que necesitan los trabajadores, tanto allí como aquí. Pero Washington aún mantiene bases y centenares de miles de tropas que son una amenaza para los trabajadores de todo el mundo.
Hula obtuvo una suscripción al Militante, El historial antiobrero de los Clinton, por el secretario nacional del PST, Jack Barnes, y En defensa de la clase trabajadora norteamericana por la dirigente del PST Mary-Alice Waters. “¿Y cuál era ese otro que me mostraste?”, preguntó. “¿Son ricos porque son inteligentes? También me quedaré con ese.”
Ni demócratas, ni republicanos
“Estoy de acuerdo contigo. Necesitamos otro partido que no sea ni demócrata ni republicano. Ellos hacen todas estas promesas, pero nunca las cumplen”, dijo a Galinsky la mesera jubilada y obrera de fábrica Susan Miner cuando él y su partidario Sergio Zambrana tocaron la puerta de su casa móvil en Morrisville, al oeste de Richfield Springs.
“Los políticos siempre hablan de Nueva York, pero se refieren a la ciudad de Nueva York. ¿Qué pasa con el resto de nosotros?” preguntó Miner. “Hablan de la clase media. ¿Pero dónde quedo yo? Nunca he ganado mucho más de 25 mil dólares al año. Y ahora recibo Seguridad Social, pero no es suficiente. Tal vez seamos de clase baja, pero si lo somos, es porque nos pusieron ahí”.
“Tratan de hacernos pensar que somos de clase media para evitar que nos veamos a nosotros mismos como parte de la clase trabajadora. Y para enmascarar el hecho de que nosotros somos los que creamos la riqueza, no ellos”, dijo Galinsky.
Miner compró una copia del Militante y dijo que considerará obtener una suscripción.
En Chittenango, Alex Huinil y yo llamamos a la puerta de Pamela Bishop, una asistente de enfermería y miembro del sindicato de trabajadores de la salud SEIU 1199. Bishop describió cómo se lastimó el hombro porque la residencia de ancianos donde trabaja no tiene suficiente personal.
Ella miró los libros de los líderes del Partido Socialista de los Trabajadores que le mostramos.
“Es horrible cómo los negros han sido tratados en este país”, dijo Bishop, de raza caucásica, cuando le mostramos Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero por Barnes. Después de comprarlo obtuvo una suscripción al Militante.
El Partido Socialista de los Trabajadores está presentando candidatos por todo el país, desafiando a los partidos capitalistas, hablando en favor de los explotados y oprimidos, y señalando la necesidad de que los trabajadores tomen el poder político.