Más trabajadores están enfrentando mayores dificultades e incertidumbre ante el desempleo persistente. El gobierno capitalista a todos los niveles —federal, estatal y local— ha tomado pocas medidas para aliviar, mucho menos revertir, estas condiciones.
La campaña del Partido Socialista de los Trabajadores del 2020 insta a los sindicatos a movilizar a los trabajadores para luchar por un programa de empleos financiado por el gobierno para que millones regresen a trabajar con salarios a escala sindical para construir hospitales, escuelas, guarderías y otras cosas que los trabajadores necesitan con urgencia.
Casi 1.7 millones de personas solicitaron beneficios estatales de desempleo o beneficios federales de “desempleo por la pandemia” la primera semana de septiembre, un poco más que la semana anterior. La última cifra está muy por encima de las 200 mil solicitudes semanales antes del inicio de la pandemia. Muchos trabajadores no han recibido la aprobación de sus beneficios y millones, incluidos los trabajadores inmigrantes sin papeles y los trabajadores a tiempo parcial, no son elegibles para los programas.
Spirit Aerosystems anunció recientemente que la empresa ya no fabricará los ventiladores que empezó a ensamblar en abril, y despedirá a mil trabajadores. Los patrones de las aerolíneas y de Amtrak dicen que despedirán a miles más en los próximos meses.
Los únicos patrones que están aumentando sus ganancias y contratando más trabajadores son aquellos con la capacidad de realizar ventas masivas por internet y ventas para recoger en la tienda como Amazon, Walmart y Target.
Amazon dice que va a contratar a 100 mil trabajadores permanentes en Estados Unidos y Canadá durante los próximos meses a 15 dólares la hora, y abrirá 100 centros de distribución, entrega y clasificación solo en este mes. Muchos de los empleos serán a tiempo parcial, por lo tanto no recibirán prestaciones.
Amazon es infame por el monitoreo de todos los movimientos de sus trabajadores y el uso de robots para acelerar la producción. Los que no cumplen con las altas cuotas son despedidos.
Cuando les preguntaron por qué la tasa de lesiones en el trabajo en Amazon, donde no hay sindicato, es más del doble del promedio nacional en la industria de almacenes, los patrones dijeron a la prensa que se debía a que la empresa hace una mejor labor en registrar las lesiones.
No está claro si habrá pronto un repunte significativo en la economía capitalista. Lo que está claro es que hay más problemas para el pueblo trabajador en el horizonte.
Mientras tanto, la tasa oficial de inflación según el Índice de Precios al Consumidor es solo del 1.3 por ciento anual. Sin embargo, la Oficina de Estadísticas Laborales admite que los precios de los alimentos, uno de los gastos más grandes de los trabajadores cada semana, están aumentando a una tasa anual del 4.1 por ciento, aún cuando millones están viendo sus ingresos reducidos debido a recortes salariales, de horas o despidos.
La combinación del alto desempleo, la inflación y los confinamientos por la epidemia están empeorando la crisis social que se ha agravado durante años.
Las muertes por la sobredosis de drogas, que ya estaban creciendo, aumentaron un 42 por ciento solo en mayo. Si bien no existen cifras actuales de suicidios a nivel nacional, muchas áreas reportan grandes incrementos.
Ninguno de los dos principales candidatos presidenciales de los gobernantes capitalistas, el republicano Donald Trump o el demócrata Joe Biden, tiene un programa para hacer frente a la crisis que enfrentan los trabajadores y agricultores.
Los candidatos del PST —Alyson Kennedy para presidente y Malcolm Jarrett para vicepresidente— están haciendo campaña para que los trabajadores utilicen sus sindicatos para luchar. ¡Necesitamos un sindicato en cada centro de trabajo!